Desde la redacción de @loscabareteros ponemos a su consideración la “Columna de columnas nacional” del lunes 11 de diciembre de 2017. ¿Ingenuos o perversos?: cómo interpretar el hecho de que Los Pinos esté impulsado una ley, que amplía las atribuciones del Presidente para invocar la participación del Ejército en la vida política y social del país… Seguimos esperando a la PGR con el caso Odebrecht: ¿Cuánto más se tardará en revisar un expediente la oficina de un procurador que fue subprocurador con ese caso? ¿Algún día se presentará ante un juez el expediente? El Frente: los pactos secretos… El Frente: ¿no que no?
Rayuela
El cardenal Sandoval es ave de tempestades, como el cura Valdemar. Con razón la Iglesia católica pierde fieles a granel.
http://www.jornada.unam.mx/2017/12/11/
¿Ingenuos o perversos?
Nadie sabe para quién trabaja. Y menos Enrique Peña Nieto, quien podría estar haciéndolo para Andrés Manuel López Obrador. ¿O cómo interpretar el hecho de que Los Pinos esté impulsado una ley, la de Seguridad Interior, que amplía las atribuciones del Presidente para invocar la participación del Ejército en la vida política y social del país. Se entendería que todo mandatario busque al inicio de su gestión dotarse de mayor poder, pero hacerlo a menos de un año de entregar el mando parece ingenuo o, por el contrario, absolutamente perverso. O son irresponsables con sus propia narrativa dar poder adicional a su archienemigo o bajo ninguna circunstancia están dispuestos a ceder Los Pinos al líder de Morena. Si de veras están convencidos de que López Obrador es un peligro para México, alguien que podría convertirse en un dictador populista de corte chavista, según sus profecías, abrir las llaves de la armería resulta una actitud contradictoria. Por más que confíen en su maquinaria electoral, los priistas tienen que contemplar la posibilidad de que el tabasqueño sea el próximo Presidente de México, considerando que lidera todas las encuestas de intención de voto a menos de siete meses de los comicios. En alguna ocasión conversé con Felipe Calderón cuando este llevaba poco más de dos años en Los Pinos. Le expresé mi extrañeza de que no hubiese aprovechado el tiempo para impulsar una batería de acciones que ayudaran a fortalecer las instituciones democráticas y permitieran desmontar el sistema autoritario que el PRI había instalado a lo largo de las décadas. Nunca he comulgado con la mayoría de las tesis del PAN, pero era consciente de que durante años la maquinaria del poder se había cebado en contra de Acción Nacional, y los había hecho víctima de despojos y fraudes en muchas elecciones regionales. Bajo esa lógica uno habría esperado que lo primero que hiciera el PAN al llegar a Palacio Nacional hubiera sido fortalecer el papel de la vida pública en la sociedad civil y blindar de manera irreversible el proceso de democratización del país. Por desgracia sucedió todo lo contrario. El propio PAN saboteó las instituciones incipientes y el impulso democrático que habían permitido que en 2000 el voto desplazará al PRI del poder de manera pacífica y ordenada. En lugar de profundizar tales tendencias, el PAN llegó a la presidencia y comenzó a actuar como si pensase instalarse los siguientes treinta años en Los Pinos. En aquella ocasión Calderón me dijo que para impulsar la democracia primero tenía que fortalecer su papel como presidente y dotar de botones y palancas poderosos a su tablero de mando. Pero al hacerlo lo que logró fue debilitar las instituciones y preparar el terreno para el advenimiento del PRI con la misma vocación autoritaria que en su versión anterior. Entre otras cosas, convirtió a su propio partido en una extensión de la oficina presidencial, lo mismo que habían hecho durante años los mandatarios priistas. (…) Supongo que ahora Enrique Peña Nieto, como antes Felipe Calderón, opera como si su grupo político nunca fuera a dejar el poder; por su cabeza jamás pasa la posibilidad de que en algún momento volverán a ser oposición. Espanta que lo crea y espanta aún más lo que se verá obligado a hacer para conseguirlo.
http://www.sinembargo.mx/10-12-2017/3361242
Seguimos esperando
Luego de que durante meses, Emilio Lozoya negara haber sido parte de la red de sobornos de la empresa brasileña Odebrecht, la semana pasada, Quinto Elemento Lab dio a conocer los videos de las declaraciones de funcionarios de dicha empresa en las que acusan Lozoya de haber aceptado “propinas”, a cambio de otorgar licitaciones a Odebrecht. En Milenio, el periodista Carlos Puig, escribe que las declaraciones de los empresarios brasileños, “son parte del arreglo que la empresa y sus funcionarios hicieron con la justicia brasileña en algo que le llaman ‘colaboración premiada’. Con los videos, Quinto Elemento hizo públicos documentos de transferencias a empresas que, según los brasileños, eran controlados por Lozoya Austin. Respondió el abogado de Lozoya negándolo todo, pero del gobierno mexicano, ni pío […]. El 16 de octubre, día en que presentó su renuncia, el ex Procurador general de la República Raúl Cervantes dijo: ‘La procuraduría ha concluido las investigaciones respecto a uno de los mayores esquemas de corrupción internacional que en América Latina y en México se hayan visto. El complejo esquema para corromper funcionarios, obtener contratos públicos de manera indebida y luego tratar de esconder el dinero mal habido en paraísos fiscales puso a prueba nuestra determinación y a nuestras instituciones… Ya con ello, en los siguientes días, se harán las imputaciones correspondientes ante el Poder Judicial Federal’. Cervantes se refería a Odebrecht. Se van a cumplir dos meses de ese anuncio de Raúl Cervantes. Un mes después, el vocero de la Presidencia dijo en el programa de Carlos Loret que el actual procurador, Elías Beltrán, estaba revisando el expediente. En su anterior posición como Subprocurador Jurídico y de Asuntos Internacionales, el señor Elías Beltrán fue hombre clave en la investigación, que, insisto, estaba concluida. ¿Cuánto más se tardará en revisar un expediente la oficina de un procurador que fue subprocurador con ese caso? ¿Algún día se presentará ante un juez el expediente? ¿Hay una decisión política de archivar la investigación? Insisto en estas dudas razonables que no tienen respuesta”.
El Frente: los pactos secretos
Raymundo Rivapalacio escribe en El Financiero sobre el papel de Dante Delgado en la consolidación del Frente: “Nadie sabe realmente para quién trabaja. El 26 de octubre del año pasado se dio a conocer en este espacio la negociación entre el jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, y el líder de Movimiento Ciudadano, Dante Delgado, para materializar una vieja idea del veracruzano, la creación de un cuarto polo de cara a las elecciones de 2018. Un año después, Delgado lo traicionó y se alió con el dirigente del PAN, Ricardo Anaya, para empujarlo a la candidatura presidencial de una coalición de oposición, que se formalizó este viernes como Por México al Frente. Lo paradójico de todo es que no fue una vindicta natural la de Delgado, sino resultado de la construcción de una serie de condiciones que llevaron a decisiones pragmáticas, incluido al gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, que estuvo involucrado en varios momentos del fortalecimiento de la coalición. Durante más de seis meses, Anaya se convirtió en el enemigo declarado número uno del gobierno federal, impulsado por la molestia del presidente Peña Nieto quien había pactado con el líder del PAN un proceso electoral en el Estado de México donde se unieran contra Morena, y sintió que lo había engañado cuando comenzó a criticar a los priistas de corruptos y hacerlos los principales enemigos a vencer. A través de El Universal, buscaron aniquilarlo con revelaciones sobre el oscuro crecimiento de su fortuna familiar, a lo que Anaya se creció y respondió con denuncias sistemáticas de la injerencia directa del gobierno. No lo pudieron liquidar políticamente y lo fortalecieron, aunque en ese momento no era suficiente para que alcanzara la candidatura presidencial del Frente, que deseaba también Mancera. La campaña contra Anaya desde el gobierno federal se fue desvaneciendo de manera misteriosa. “Estamos esperando algo muy fuerte”, dijo uno de sus principales asesores. “Nos lo vienen anunciando en la prensa”. Nunca llegó esa nueva bomba porque, en otra de las paradojas de la construcción de la candidatura presidencial de Anaya, un par de aliados inopinados cambiaron el rumbo del Frente. La senadora Dolores Padierna y su exesposo René Bejarano, líderes de Izquierda Democrática Nacional, una de las corrientes históricas y poderosas del PRD, fueron detonantes de lo que hoy se vive. A principio de septiembre renunciaron al partido en el que militaron por 28 años en protesta por la alianza con el PAN, anunciada en mayo por Anaya y la líder del PRD, Alejandra Barrales, para formar un frente amplio opositor en 2018. Desde agosto habían amagado con irse, pero dentro del PRD no hubo los reflejos necesarios para evitar su renuncia. La salida de ellos dos hacia el campo de Andrés Manuel López Obrador en Morena, debilitó al PRD como una opción real de poder, con lo cual se detuvo la campaña contra Anaya desde el gobierno, y se inició una negociación secreta con Delgado. (…) Mancera fue lastimado la semana pasada por Delgado, quien anticipando lo que vendría días después, repartió candidaturas y dijo que Mancera podría coordinar al Frente en el Senado. Barrales apuntaló: puede coordinar la campaña presidencial. Esto no es, sin embargo, lo que quieren proponerle”.
http://www.elfinanciero.com.mx/opinion/el-frente-los-pactos-secretos.html
El Frente: ¿no que no?
Jorge G. Castañeda también escribe en El Financiero acerca del Frente, pero acerca de la disyuntiva que tiene ahora al entrar de lleno a la campaña: “Finalmente, como muchos lo habíamos vaticinado, sí hubo Frente y candidato único del mismo a la Presidencia de la República. No hubo método dizque democrático y transparente, pero se pudieron ajustar los tiempos para no perder ventaja ante los otros dos candidatos presidenciales ya declarados. (…) La clave del éxito del Frente va a residir ahora en su capacidad de alcanzar dos objetivos tanto de estrategia electoral como de autodefinición. En materia de estrategia electoral, es lógico que en el seno del mismo haya algo de debate sobre el blanco de los golpes más importantes en el primer periodo de campaña y en el segundo. Hay quienes piensan, con cierto fundamento, que no es deseable concentrar todo el fuego contra el PRI y la corrupción, ya que eso puede favorecer a López Obrador y, sobre todo, dificultar el voto útil de los priistas más adelante cuando el PRI, como es previsible, permanezca en el tercer lugar en las encuestas y empiece a funcionar el voto útil a favor de Anaya. Otros piensan que es absolutamente fundamental que primero Anaya y la coalición logren despedazar al PRI e impedir que crezca incluso un par de puntos, concentrando de nuevo todo el fuego sobre el tema de la corrupción, del mal desempeño económico y de la violencia. En ambos casos, Anaya y el Frente tienen buenos argumentos que incluyen un nítido deslinde con los gobiernos de Fox y sobre todo de Calderón en materia de guerra contra el crimen organizado o el narco. Ésta es una primera disyuntiva decisiva. La segunda es la autodefinición. Creo que hizo bien el Frente en despojarse del calificativo ciudadano de su nombre como coalición electoral y de gobierno, aunque no en la propaganda, ya que justamente de eso se trata, de lograr que exista un frente ciudadano sobre todo cuando los principales candidatos provienen de los tres partidos. No es una tarea sencilla. Va a ser difícil que mucha gente que no proviene de los partidos se sume a la campaña del Frente y de Anaya, y de quien obtenga la candidatura en la capital de la República, o que sean incluidos en el Poder Legislativo del año entrante, y menos aún en el gobierno si gana Anaya. Quienes hemos recorrido esa ruta en el pasado sabemos que al final son muchos menos los que se adhieren que los que apoyan con distancia, con o sin razón. Ojalá se incorporen muchos y de manera pública y abierta, y sobre todo, en los cuartos de guerra, círculos de decisión, o comandos de campaña (según la jerga chilena que tanto le gusta a Anaya). Por lo pronto, se consuma un proyecto que algunos tratamos de impulsar y construir desde el año 2000, antes de la elección de Fox y sobre todo después. En ese momento, varios intentamos convencer tanto a Fox como a los principales dirigentes del PRD y del PAN para que ingresaran al gabinete de Fox distinguidos políticos o administradores del PRD. No fue posible esta alianza entonces, ahora lo es con el agregado fundamental de Movimiento Ciudadano y de Dante Delgado, y de todas las demás personalidades que espero muy pronto se sumen”.
http://www.elfinanciero.com.mx/opinion/el-frente-no-que-no.html
El Frente va
La coalición electoral que inicialmente llevó el nombre de Frente Ciudadano por México quedó formalmente registrada antes las autoridades electorales, sin embargo las implicaciones de esta alianza partidista van más allá de la búsqueda de la presidencia de México en 2018. Así lo asegura en Milenio, el periodista, novelista e historiador Héctor Aguilar Camín, quien escribe que: “contra augurios de medios y apostadores, Por México al Frente cuajó su coalición de partidos, se quitó el apellido ciudadano y se presentó ante los medios como lo que es: una negociación de políticos profesionales que buscan potenciar las estaturas electorales de sus respectivas organizaciones en 2018, y ganar. Ya se verá por su agenda y por sus compromisos, si el Frente gana o no la confianza de la ciudadanía, si pone por delante los intereses y agravios de esta, o conserva el ADN partidocrático. Los medios han puesto el acento en el acuerdo sobre la candidatura presidencial, que se definirá en el Partido Acción Nacional (PAN), previsiblemente para Ricardo Anaya, y en la candidatura de Ciudad de México, que se decidirá en el Partido de la Revolución Democrática (PRD), previsiblemente para Alejandra Barrales. Pero bajo estas puntas visibles del acuerdo está el verdadero iceberg del Frente: el de la alianza para las elecciones federales del Congreso y para todas las elecciones locales en que logren ponerse de acuerdo. De los 500 distritos electorales de la elección federal, el PAN decidirá las candidaturas del Frente en 144, en 104 las decidirá el PRD y en 52 Movimiento Ciudadano. El PRD escogerá la candidatura al gobierno de Ciudad de México, y las de Gobernador en Morelos, Tabasco y Chiapas. El PAN definirá Puebla, Veracruz, Guanajuato y Yucatán. Movimiento Ciudadano se quedará con Jalisco. El Frente podrá ir o no en coalición en estas y las otras elecciones locales. Pero lo pactado hasta ahora les alcanza para tener una posición territorial sólida en la elección más grande de la historia de México, donde se disputarán simultáneamente más de 3 mil cargos de elección popular. Otro aspecto clave del Frente es que reduce la fragmentación política de las elecciones en puerta. Quedan en la competencia real tres alianzas de partidos: la de Morena, la del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y la del Frente. Son opciones claras y aclaran el panorama. Mi impresión es que las elecciones federales de 2018 serán menos confusas de lo que prometían”.
Anaya, candidato; la sucesión se complica
Sobre la oferta electoral que representará el Frente en la boleta electoral, en El Universal, el periodista Salvador García Soto, escribe que: “la irrupción de Ricardo Anaya Cortés, como el anunciado candidato del Frente por México, no solo completa la boleta electoral con las tres opciones más fuertes que tendrán los mexicanos para elegir el 1 de julio de 2018, sino que confirma el acomodo de las fuerzas políticas para el arranque de las precampanas, en las que la alianza PAN-PRD-MC se ubica de salida, ya con candidato en la segunda posición, atrás de Morena, pero por arriba del PRI […]. Aunque no hubo sorpresa, al final la imposición de Anaya como candidato frentista, […] significa una primera derrota para el Presidente Peña Nieto y para el PRI. Porque desde el gobierno apostaron todo, primero por la no consolidación del Frente […] y segundo a que, de consolidarse esa alianza, el candidato no fuera el dirigente nacional del PAN. Fallaron en una y en otra […]. Porque hoy se sabe que uno de los argumentos que le vendió el canciller Luis Videgaray para la postulación de Meade era precisamente que él le garantizaba que un ‘bloque de gobernadores del PAN’ iban a ‘jalar y a apoyar’ al Secretario de Hacienda […]. Pero ayer, durante el acto en el que Ricardo Anaya fue lanzado como candidato del Frente en el WTC, la asistencia de 11 de los 10 gobernadores panistas pareció echar por tierra la idea de Videgaray […]. Hoy Anaya se convierte en la ‘piedra en el zapato’ para el proyecto de continuidad de Peña Nieto y la consolidación de la candidatura de José Antonio Meade […]. Y ayer el abanderado de la coalición Por México al Frente ya dio una muestra de hacia dónde irá su discurso y su estrategia de campaña: la propuesta de un ‘cambio profundo’ […]. Está claro, pues, que en el contraste que buscan posicionar desde el gobierno, entre el pasado del lopezobradorismo y el futuro que le atribuyen a la continuidad del candidato del panismo, ayer irrumpió la que apuesta a ser la ‘opción intermedia’ con un candidato que se le impuso al panismo, derrotó al gobierno y, contra todo lo que se ha dicho y documentado en su contra […] hoy está en la ruta de buscar la Presidencia”.
Fortaleza
En tanto en el Excélsior, su columna de trascendidos, Frentes Políticos, asegura que: “en un pequeño y abarrotado salón del World Trade Center, Ricardo Anaya agradeció que lo hayan elegido como candidato presidencial del Frente y, respaldado por los gobernadores de Acción Nacional, así como por los dirigentes del Partido de la Revolución Democrática y de Movimiento Ciudadano, expuso su visión de país, además de realizar una “autocrítica” a los gobiernos panistas. Pero en la reunión hubo un personaje que se llevó los reflectores. Enrique Vargas del Villar, edil de Huixquilucan y Presidente de la Asociación Nacional de Alcaldes, quien ha posicionado a su municipio como el mejor evaluado en la entidad. Fue el más ovacionado. Por Rafael Moreno Valle ni pregunte. No se apareció. ¿Por qué será?”.
http://www.excelsior.com.mx/opinion/frentes-politicos/2017/12/11/1207004
Moreno Valle se ausenta…
Sobre Moreno Valle, en Milenio, su columna de trascendidos Trascendió, asegura que: “una de las grandes ausencias en el registro de Ricardo Anaya como candidato de la coalición Por México al Frente fue el ex Gobernador de Puebla Rafael Moreno Valle, también aspirante a la candidatura presidencial por el Partido Acción Nacional. Dicen los que saben que se está preparando para competir y ganar la interna de ese partido”.
http://www.milenio.com/firmas/trascendio_nacional/Trascendio_18_1083071703.html
¿Moreno Valle negoció? ¿Con algún candidato de otro partido?
Quien también habló sobre Moreno Valle y la candidatura de Anaya fue El Universal, que en su columna de trascendidos Bajo Reserva, asegura que: “ayer en el acto en el que finalmente Ricardo Anaya aceptó que buscará la Presidencia de la República, y en el que se desbordó la cargada panista a su favor, el que no asistió fue el ex Gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle, quien a últimas fechas se ha mantenido en silencio. Entre los miembros de la coalición Por México al Frente, algunos panistas y otros perredistas aseguran que don Rafael muy probablemente no compita por la candidatura panista, que quizá critique el proceso, pero hasta ahí, no más. Sin embargo, surgen dos preguntas: la primera, ¿Moreno Valle negoció? Y la segunda, ¿negoció con Anaya o con algún candidato de otro partido?”.
http://www.eluniversal.com.mx/columna/periodistas-el-universal/nacion/y-donde-esta-moreno-valle
Moreno Valle va… pero por el estado de Puebla
En el diario Reforma, su columna de trascendidos Templo Mayor, asegura que: “siguen saliendo las facturas ocultas que pagó Ricardo Anaya para ser candidato presidencial del frente PAN-PRD-MC. Dicen que Rafael Moreno Valle logró una negociación muy ventajosa para sus propios intereses. De entrada, dicen, ya dejó amarrado que su esposa, Martha Érika Alonso, sea la candidata a la gubernatura poblana. Además, será el ex Gobernador quien decida las candidaturas al Senado por Puebla y palomeará la lista de los candidatos a diputados federales de la entidad. Eso sin mencionar que él mismo se perfila desde ya para tomar las riendas del panismo en el mediano plazo”.
El Ascenso de Anaya
Ricardo Anaya parecer haber trazado a detalle su ascenso hasta la candidatura presidencial, mismo que es analizado en El Universal, por el periodista Ricardo Raphael, quien escribe que: “Felipe Calderón acusó a Ricardo Anaya de haber secuestrado al PAN para autonominarse candidato a la Presidencia. El ex Presidente tiene razón en estar enojado. De no haber aparecido este joven político, muy probablemente su esposa, Margarita Zavala, habría sido candidata presidencial panista en el 2018 […]. Seis son los momentos clave de su ascenso al poder: la presidencia del PAN, la depuración del padrón panista, el triunfo electoral de 2016, la alianza con la izquierda, el método de distribución en las posiciones de la coalición y el proceso de selección interna del PAN para la candidatura presidencial. Ricardo Anaya llegó a la cabeza de su partido en agosto de 2015 con 8 por ciento de los votos de la militancia; una mayoría aplastante […]. Entonces, ante la presencia de la autoridad electoral, militantes y adherentes acudieron a ratificar su pertenencia al partido imprimiendo huella digital. Los detractores de Anaya aseguran que este movimiento le permitió hacerse del control panista ya que dejó fuera a militantes y adherentes que habrían apoyado a otros liderazgos como el de Margarita Zavala o Rafael Moreno Valle. Luego, en 2016, Ricardo Anaya se esforzó para que Acción Nacional tuviera triunfos electorales. Su partido fue el gran triunfador con seis gubernaturas y él emergió como el principal artífice de esos resultados […]. Los comicios de 2016 entregaron otra lección al dirigente panista: la sociedad con el PRD podía dar buenos frutos. Desde ese momento comenzó a tejerse una alianza formal con los líderes de Movimiento Ciudadano (MC) y del Sol Azteca […]. Los líderes de los tres partidos asumieron que la siguiente estación los convocaría a subirse en el mismo vagón. Mientras tanto Anaya leyó que él sería el político mejor posicionado para abanderar una candidatura presidencial de ese frente opositor. Solo tuvo que mover dos argumentos más para llegar a donde está hoy. Primero convenció a sus socios de que era injusto para el PAN renunciar a la candidatura presidencial, cuando el PRD no exhibe en las encuestas más de 7 por ciento de las preferencias y MC con dificultad alcanza 3 por ciento. En contraste, Acción Nacional ronda 19 por ciento en la intención de voto […]. La última jugada tiene más tiempo cocinándose. Había dos maneras en que Anaya perdiera la candidatura dentro de su partido. O una encuesta interna entre los aspirantes, donde participara Margarita Zavala, o bien una elección abierta que incluyera a no militantes del PAN. Cuando Zavala optó por postularse como candidata independiente se resolvió el primer obstáculo. Después, bastó con advertir que una elección abierta permitiría al PRI viciar el proceso para dejar fuera a Moreno Valle. Ciertamente ni Ernesto Ruffo, ni Luis Ernesto Derbez son precandidatos competitivos”.
http://www.eluniversal.com.mx/columna/ricardo-raphael/nacion/el-ascenso-de-ricardo-anaya
Anaya se lleva todo
Los movimientos políticos de Ricardo Anaya para lograr su candidatura presidencial son cuestionados por el periodista Jorge Fernández Menéndez, quien en el Excélsior habla acerca de cómo el panista jugó sus cartas: “¿Habrán valido la pena las rupturas, los abandonos, incluso la ruptura de tantos compromisos? Ricardo Anaya, como todos sabíamos desde hace meses, se proclamó candidato a la Presidencia de la República por el PAN y por el Frente […] sin un proceso interno real. Logró quitar a todos los que le molestaban del PAN y que un PRD, atenazado por sus propios miedos y falta de personalidad, y un Movimiento Ciudadano, anclado a las posibilidades de Enrique Alfaro […], lo hicieran su candidato. Anaya no sólo se queda con la candidatura, se queda con el control de los spots y de los recursos de la coalición, con la mayoría de las candidaturas estatales que pueden ser viables, salvo la Ciudad de México y Jalisco, y en los hechos con el Frente en su totalidad. Pero ¿habrá valido la pena? Porque en el camino Anaya abandonó y rompió con Margarita Zavala, Felipe Calderón, Rafael Moreno Valle, Ernesto Cordero, los senadores rebeldes y con la mayoría de los gobernadores […]. ¿Habrá valido la pena tanto sacrificio para alcanzar la candidatura presidencial? Sin duda, Anaya dirá que sí, aunque el camino haya quedado sembrado de metafóricos cadáveres. Pero lo valdrá sólo bajo un supuesto: ganar la Presidencia de la República. Si Anaya no gana, el PRD se quedará con sus diputaciones, alguna senaduría y quizás hasta con el gobierno de la Ciudad de México […]; Movimiento Ciudadano probablemente con Jalisco y sin duda que con más de lo que tendrían solos. Pero Anaya, si pierde, perderá casi todo. Colocará a los suyos en posiciones en el Congreso, pero el PAN y sus señas de identidad se habrán ido hacia otros rumbos, otros dirigentes, otros personajes, si es que logra sobrellevar esa derrota. Si gana, claro, todo su escenario cambiará. Hasta ahora, Anaya ha asombrado a muchos de sus adversarios, internos y externos, usando una forma de hacer política muy similar a la de López Obrador, aunque se vista con un ropaje mucho más civilizado. Juega sus cartas, no se aparta un milímetro, hace compromisos, y si es necesario, no los cumple para seguir su camino […]. Hay quienes dicen que Anaya los ha engañado. Creo que lo subestimaron o se dejaron engañar. Hasta ahora, hay que reconocer que, jugando al límite y saltando reglas, Ricardo Anaya ha logrado casi todos sus objetivos: le falta el último, la Presidencia de la República, que es una apuesta a todo o nada. Me sigo preguntando si habrá valido la pena. La respuesta la tendremos el primero de julio próximo”.
http://www.excelsior.com.mx/opinion/jorge-fernandez-menendez/2017/12/11/1206998
@loscabareteros