Gobernar con el hígado

«El presidente Andrés Manuel López Obrador arrancó la semana muy de malas. Despotricó contra Carmen Aristegui y Proceso por haber publicado una investigación que vincula su programa social Sembrando Vida con la fábrica de chocolates de sus hijos, y los acusó de formar parte del “bloque conservador”, que nunca fueron afines a su causa. Ya sabemos que todo lo que roce con un pétalo a su familia inmediata lo desquicia, por lo que la reacción no fue inusual. También el lunes, una periodista, esta sí identificada con miembros del “bloque conservador”, publicó en The Wall Street Journal una columna crítica del acuerdo presidencial que blinda todas sus megaproyectos para evitar que la prensa meta sus narices o le lluevan amparos. Con esa acción, escribió Mary Anastasia O’Grady, se siente como el principio del fin de la democracia mexicana»: Raymundo Riva Palacio.

El Financiero