«No es sequía, ¡es saqueo!, es el lema que comunidades afectadas por la escasez de agua en varios estados del país y organizaciones sociales que las apoyan en su lucha enarbolan para señalar a las autoridades que la principal causa es el acaparamiento del recurso por parte de empresas nacionales y trasnacionales.
Si bien la sequía extrema y excepcional ha aumentado en entidades del norte y noreste del país, como Nuevo León, Coahuila, Chihuahua y Tamaulipas –según el más reciente reporte del Monitor de Sequía del Servicio Meteorológico Nacional, con cierre al 15 de abril– ese fenómeno es sólo un factor de este grave problema.
Para autoridades estatales, expertos y defensores del medio ambiente, la carencia del líquido se agrava año con año debido al estiaje, que ha dejado en esta temporada varias presas con registros mínimos históricos, pero también a la sobrexplotación de acuíferos, la falta de infraestructura y los grandes volúmenes que se fugan de la red de distribución.
Con base en datos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), en el indicador de sequía severa se encuentra en primer lugar Baja California y en la moderada encabezan la lista Aguascalientes y Baja California Sur. Mientras, únicamente Campeche, Quintana Roo, Tabasco y Yucatán están libres de esta condición.
Según el informe, a escala nacional la superficie con sequía de moderada a excepcional es de 53.25 por ciento, 7.24% mayor que la cuantificada al 31 de marzo de este mismo año.
Asimismo, de las 210 presas que supervisa la Conagua hay 26 cuyos niveles están por abajo de 20 por ciento, la mayoría en el noroeste, indicó el organismo.
La Jornada