Entre incertidumbre y disputa: el liderazgo en Cárteles de Sinaloa tras la caída del Mayo Zambada

Cuando Ismael Zambada García, el Mayo, ya no esté al frente de los cárteles en Sinaloa habrá reacomodos inevitables que pueden derivar en episodios de violencia y la ausencia del capo de la vieja escuela marcará el fin de una etapa en la historia del narcotráfico en México.

Analistas consultados por Infobae México coincidieron sobre incertidumbres del heredero o los herederos que busquen asumir el liderazgo del Mayo Zambada, pero el negocio criminal de las drogas se ha establecido durante años que permanecerá con las disputas sangrientas de por medio.

Si bien se ha visto al Cártel de Sinaloa y/o Cártel del Pacífico como una sola organización del crimen transnacional, cabe apuntar que opera con diversas estructuras, pues se trata de una empresa con asociaciones delimitadas en facciones.

Esa red diversificada con administraciones en niveles distintos le ha permitido consolidarse durante décadas, pero hay cabecillas que definen el rumbo o tienen la última palabra sobre posibles estrategias a seguir. Ahí han entrado intervenciones determinantes de Zambada García.

Josué Ángel González Torres, exfuncionario del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), considera que el Cártel de Sinaloa tiene un personal muy amplio en la división del trabajo para fortalecer la lógica de rentabilidad económica. Así se distribuyen operadores para producir drogas, transportarlas, posicionarlas en el mercado negro y asegurarse del reingreso de las utilidades.

Sin embargo, las ganancias no solo llegan a través del lavado de dinero, es decir, empresas que simulan operaciones para justificar montos millonarios que no corresponden directamente con sus actividades, ya sean negocios de lácteos, ganaderos, agricultura o inmobiliarias.

“No solamente están en los márgenes del ámbito ilegal, sino también van a los márgenes del ámbito legal, tienen empresas que cumplen con todas las obligaciones jurídicas y fiscales: pagan impuestos, cumplen las regulaciones”, aseguró el académico.

De acuerdo con el estudio Redes criminales en las Américas (2022), el Cártel de Sinaloa también depende del tejido encabezado por núcleos de lazos familiares y ello convierte al grupo criminal en una jerarquía agrupada, donde varios pilares sólidos conformaron una federación para compartir recursos o contactos.

Miguel Ángel Vega, quien ha recogido historias de la base criminal en territorio sinaloense, explicó a Infobae México que las facciones están divididas con sus propios recursos. Pero llegan a colaborar entre ellos y unirse cuando es necesario, por ejemplo, contra enemigos que quieren irrumpir en su territorio.

Si una avioneta transportará 300 kilos de cocaína para una dirigencia, pero el espacio de la aeronave es de media tonelada, esa operación puede ser compartida con otro sector que esté interesado en aprovechar el viaje y enviar su cargamento. Incluso, las inversiones para el tráfico buscan hacerlas entre varios para no afrontar con la pérdida total, si suceden intercepciones.

También pueden asegurar el tránsito por rutas dominadas para aquellos narcos con envíos pequeños que, a menudo, son considerados semi-independientes, pero trabajan bajo autorizaciones, con la compra de mercancía y limitaciones de una facción dominante.

Pero ya sean huestes del Mayo Zambada, Chapitos o Rafael Caro Quintero, cada dirigencia cuenta con sus compradores y proveedores en el mundo del narcotráfico. Igual tienen a sus propios pistoleros, comandos armados, casas de seguridad y divisiones territoriales.

El mundo criminal que que conforma el Cártel de Sinaloa es grandísimo, en su momento la gente conoció al Chapo, pero en Culiacán tenemos a más de uno
“Su principal ventaja en el mundo criminal es que es un intermediario entre diferentes redes criminales alrededor de la región y que trabaja a gran escala”, señala el análisis de InSight Crime y American University.

Según este reporte, el modelo de negocios del Cártel de Sinaloa se asemeja al de Chiquita Brands, empresa multinacional dedicada a la producción y distribución de plátanos. La equivalencia se expone porque la asociación delictiva se encarga del abastecimiento y suministro de productos obtenidos a nivel local.

Mientras que su venta es equivalente al de los supermercados y pequeñas tiendas en las principales plazas. De ahí que las ganancias permiten emplear a miles de trabajadores en un amplio territorio que abarca la costa del Pacífico del continente, desde Colombia en Sudamérica, hasta escalar a la frontera con Estados Unidos.

“Fue uno de los primeros cárteles en establecer este perfil empresarial en una lógica de una estructura popular, pero replicarlo en diferentes zonas territoriales, esa fue una de las características que lo hizo crecer de manera tan importante, tanto en México como en el extranjero”, añadió González Torres.

Y al igual que la sucesora de United Fruit Company, el Cártel de Sinaloa sostiene estrechas relaciones con los políticos y las fuerzas de seguridad, que a veces proporcionan cobertura de alto nivel y, en algunos casos, apoyo militar.

Esas corruptelas son vigentes con el juicio a Genaro García Luna, exfuncionario federal mexicano acusado por nexos con el narco y preso en Nueva York; así como el proceso contra el expresidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, señalado por apoyar a Joaquín Guzmán Loera, el Chapo, luego de sobornos millonarios.

Raúl Benítez Manaut, investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), dijo que el dominio del Cártel de Sinaloa ha permanecido desde la década de 1990 porque asentó sus redes criminales en el ámbito empresarial y con funcionarios públicos.

Además, controlan en absoluto rutas de acceso a la frontera norte por autopistas de Sonora y Baja California. Aunque a veces el gobierno puede frenarlos de manera momentánea, han corrompido con la complicidad de agentes de seguridad. Esto último no es descabellado por ganancias exorbitantes del narcotráfico.

Eso va variando con el tiempo, dependiendo el comandante que esté en la plaza
Otras fuentes han indicado a este medio que los miembros del Cártel de Sinaloa se unen para juntar el soborno a las autoridades y así obtener una contraseña o palabra clave que les evite arrestos cuando encuentran a oficiales o soldados. Aunque algunos policías ya están en la nómina y reciben pagos mensuales.

En los últimos años igual se ha detectado que la organización sinaloense mantiene asegurados sus intereses con emisarios que han innovado la producción de cocaína en Colombia al certificar utilidades de la empresa criminal. En este país participan directamente en el cultivo de la hoja de coca con la introducción de semillas adaptadas.

Para ello enviaron a lugartenientes que supervisan la siembra y coordinaciones de exportación que, a su vez, garantizan la calidad de la droga. Pese al área limitada de siembra, también han implementado estrategias que incrementan los derivados de plantíos.

La Policía Nacional de Colombia identificó que ello generó aumentos en la cantidad y pureza de cocaína que se trafica desde el país sudamericano a Estados Unidos y Europa. Así, el cártel mexicano modificó sustancialmente sus incursiones iniciales, cuando solo enviaba a operadores para compras directas de manera discreta.

El liderazgo de la vieja escuela
El Mayo Zambada es un sobreviviente de los capos de la vieja escuela que ronda los 70 de edad y nunca ha pisado la cárcel tras cuatro décadas de trayectoria criminal. Ha sabido manejar las desestabilizaciones y arrestos de su círculo cercano, incluyendo hijos, hermano, compadres.

Con el paso de los años se ha determinado que es el máximo líder en el Cártel de Sinaloa, cuando eso se consideraba para el Chapo Guzmán, arrestado de manera definitiva en 2016, extraditado a EEUU un año después y condenado a cadena perpetua en 2019.

Al interior del mundo criminal, Zambada García es visto con autoridad y pleno conocimiento del imperio que ha consolidado. Su personalidad influye dentro de las características operativas, logísticas y despliegue de la organización.

Pero la principal diferencia ha sido desmarcarse de la violencia si puede solucionar conflictos mediante la conciliación, de acuerdo con Miguel ángel Vega.

Es de la vieja escuela, antes que pelear él trata de negociar, busca llegar a acuerdos, no se lanza al ruedo sin antes analizarlo
Además, al cabecilla lo distinguen sus previsiones por el bajo perfil. Por ejemplo, al prescindir de dispositivos electrónicos para intercambiar comunicaciones, algo que influyó en la detención del Chapo Guzmán. Esas estrategias abonan a que sea escurridizo y haya logrado evadir a la justicia.

Infobae