Mañana se cumple el primer mes de José Rosas Aispuro Torres al frente del gobierno estatal y aún es prematuro exigir un cambio drástico del rumbo de Durango, se requiere que transcurran los meses para ver cómo el nuevo gobierno cumple sus promesas.
Quien escribe estas líneas hasta ahora había sido defensor de la paciencia que debe haber por parte de la ciudadanía para esperar que las cosas vayan tomando su rumbo y las promesas se vayan cumpliendo.
El problema es, por un lado, que el nuevo gobierno no da destellos de un cambio verdadero, de inicio las viejas prácticas como el pago de facturas por los compromisos adquiridos en campaña, están y presentes.
Por otro lado, las personas que trabajan en alguna dependencia –como por ejemplo el DIF estatal– están siendo objeto de presiones por parte de los nuevos jefes para que abandonen sus trabajos.
¿Lo sabrá el gobernador Aispuro? Es un misterio.
Lo que no es un misterio es que durante su campaña él pregonaba que nadie perdería su trabajo, que, de hecho, quienes hicieran las cosas bien iban a ser promovidos.
Entonces, un mes no es suficiente para cumplir la mayoría de sus promesas de campaña, todos lo tenemos claro, pero ¿un mes sí es suficiente para olvidar algunas promesas de campaña?
SE ESCUCHA por los pasillos de la Secretaría de Educación del Estado de Durango que, quienes han sido fieles seguidores de Rubén Calderón han visto con decepción como están premiando en esa Secretaría a quienes son identificados como aviadores.
Diego Rentería.
@untalrenteria