El Papa Francisco inicia el miércoles una cumbre global de obispos y legos para hablar sobre el futuro de la iglesia católica, lo que incluye algunos temas controversiales que antes se consideraban fuera de toda discusión.
Por primera vez, mujeres y legos podrán votar algunas propuestas específicas junto con los obispos, un cambio radical que refleja la posición de Francisco de que la iglesia es más una cuestión de los feligreses que de sus pastores.
Cada persona tiene a su lado un protector que el Señor nos da como ayuda para animarnos a que nos levantemos cuando nos detenemos, para guiarnos cuando nos equivocamos de camino. ¡Escuchemos la voz de los #AngelesCustodios!
— Papa Francisco (@Pontifex_es) October 2, 2023
A continuación, algo de contexto sobre el sínodo de obispos que se celebra del 4 al 29 de octubre, que se verá seguido por una segunda sesión por estas fechas el año que viene. En esa segunda edición se presentarían propuestas específicas a Francisco para considerar su inclusión en un documento futuro.
El documento de trabajo para la reunión fue elaborado por un comité tras dos años de consultas sin precedentes a los católicos de a pie de todo el mundo.
El producto final pretende estimular el debate y pone temas sobre la mesa en forma de preguntas. Pero algunas de las preguntas también dejan claro un cierto consenso alcanzado durante la fase de consultas.

Por ejemplo, el documento pide medidas concretas para impulsar a mujeres a puestos con capacidad de decisión en la iglesia, incluso como diáconos, y que los feligreses corrientes tengan más voz en la gobernanza de la iglesia.
Pide una “inclusión radical” de los católicos LGBTQ+ y otras personas que han sido marginadas por la iglesia, así como nuevas medidas de control para monitorear cómo ejercen los obispos su autoridad para evitar abusos.
“De todos los rincones del mundo, una mayor inclusión y apoyo a las personas LGBTQ+ ha emergido como un importante tema pastoral para la iglesia católica”, dijo el Ministerio Nuevas Vías, una organización que defiende a los católicos LGBTQ+.
Sin Embargo