Ese es el término que neurocientíficos, psicólogos y filósofos utilizan para referirse a uno de los mayores misterios de la ciencia: ¿cómo es que nuestros procesos biológicos son capaces de generar una conciencia?
Aunque hay pistas, nadie sabe con certeza cómo es que nuestros cerebros generan sueños y deseos, placer y dolor, y por qué, aunque todos tengamos una biología similar, creamos experiencias subjetivas muy distintas a las de otra persona.
Para este problema difícil, “ninguna explicación podría estar jamás a la altura de resolverlo”, escribe el neurociéntífico Anil Seth en su libro La creación del yo. Una nueva ciencia de la conciencia.
Por eso, él prefiere enfocarse en resolver el «problema real», que consiste en explicar de qué forma un tipo de actividad cerebral específica genera un tipo de experiencia consciente en particular.
En otras palabras: cómo explicar las diversas propiedades de la conciencia en términos de mecanismos biológicos.
Sobre la conciencia y sus misterios hablamos con Anil Seth, director del Centro para la Ciencia de la Conciencia de la Universidad de Sussex, en Reino Unido, y codirector del Instituto Canadiense para Investigaciones Avanzadas del Cerebro, la Mente y la Conciencia.
BBC