¿Vivir para trabajar? La mitad de los mexicanos prioriza su vida personal sobre el trabajo

La manera en la que se percibe el trabajo ha cambiado, la trayectoria laboral es importante, pero las personas están conscientes que el empleo no es el único factor relevante en la vida. Sigue creciendo la demanda por un equilibrio entre la vida profesional y personal, y el deseo impulsa a las personas a tomar acciones que hace algunos años eran impensables como renunciar.

Esto es parte de lo que evidencia la última edición del Workmonitor 2024 de Randstad. De acuerdo con el informe, el 54% de las personas en México asegura que su vida personal es más importante que su trabajo.

La percepción de los trabajadores mexicanos no difiere mucho de la realidad global, donde la proporción es de 60% de las personas que afirma valorar más su vida personal que la trayectoria profesional.

“Los trabajadores están reconsiderando lo que quieren, poniendo el equilibrio vida-trabajo, la flexibilidad, la equidad y las habilidades en el corazón de las decisiones profesionales”, subraya la firma en su reporte.

En el último año, el equilibrio vida-trabajo tomó una relevancia tan importante que casi equiparó al salario como factor principal para considerar sus próximos pasos en la vida profesional. El 95% de los empleados en nuestro país opina que el sueldo es el elemento más relevante para considerar una nueva oferta de trabajo, otro 93% indica que el balance vida-trabajo es el aspecto principal al evaluar esta decisión.

En México, el 61% de las personas expresa que no aceptaría una nueva oferta laboral si el trabajo afecta el balance con su vida personal, es el primer factor que llevaría a las personas a rechazar una oportunidad de trabajo, la compensación (57%) ocupa el segundo lugar. El promedio de rechazo de ofertas de empleo priorizando el equilibrio vida-trabajo es mayor a la proporción global (57%).

Pero la relevancia del equilibrio entre la vida laboral y personal no sólo se refleja en las decisiones que tomarían las personas en sus próximos pasos profesionales, también tienen una incidencia en la permanencia en las empresas.

El 47% de los encuestados en México refiere que renunciaría a un empleo que les impide disfrutar de su vida personal, la percepción es similar a la realidad global (48%). En ese sentido, la demanda por flexibilidad laboral también crece, un 38% de las personas no duda en dejar su trabajo si su empleador le pide pasar más tiempo de trabajo en la oficina.

“Las motivaciones y prioridades se están fragmentando más. Esto crea nuevos niveles de complejidad y exige enfoques más creativos por parte de los empleadores que buscan mejorar la experiencia de su talento”, expone Randstad en su investigación.

De acuerdo con la firma, para el diseño de los planes de atracción y retención de talento, las empresas deberán enfocarse en tres áreas clave:

Alineación de la oferta de valor con intereses

Apostar por flexibilidad laboral para ofrecer un mejor balance vida-trabajo

Construir conexiones más sólidas con el talento a través de la comunicación y cernía con los líderes.

“Abordar estas tres áreas no será fácil. Pero en un mundo de escasez de talento, hacerlo será un diferenciador clave para las organizaciones. Al aprender el ABC de los nuevos talentos, podrán distinguirse como empleadores e impulsar la agenda de talento del mañana”, apunta la firma en su estudio.

El Economista