Columna de columnas local (22 nov 16): ¿Vuelve la violencia…?

Columna de columnas nacional
¿Vuelve la violencia a Durango?

Respecto a los lamentables hechos ocurridos el pasado sábado 19 de noviembre, y ante la incertidumbre y el desconcierto de la ciudadanía, desde la redacción de @loscabareteros destacamos las siguientes tres editoriales locales:

Apuntes sobre el asesinato del sábado: ¿Y el C5 Apá..?

El periodista Iván Soto, en El Siglo de Durango, destaca diez apuntes sobre los lamentables hechos ocurridos el sábado 19 de noviembre, en Lómas del Parque, el sábado pasado. Al respecto, escribe lo siguiente: “El asesinato de una persona a plena luz del día y con el sello del crimen organizado sin duda conmocionó a Durango, no solo por la cruel escena que dejó este homicidio, sino por el miedo que genera nuevamente entre la sociedad la simple posibilidad de que ese tipo de hechos vuelvan a estar presentes en la vida cotidiana de los duranguenses. (…) A raíz de este episodio, surgieron otros en cadena que vale la pena analizar: 1.- Dicen los analistas que cuando sucede un homicidio con tal saña, en una zona tan concurrida y a plena luz del día, el objetivo es mandar un mensaje de poder, y causar alarma y pánico a la sociedad, por un lado; pero también se traduce en un desafío a los sistemas de seguridad de las autoridades, por el otro. 2.- Como es lógico, la exposición de tal crueldad y la forma en la que se presentó hizo que la ciudadanía se conectara con el incidente casi de inmediato, gracias a las redes sociales, lo que hizo sumamente viral las imágenes que dejó la balacera, incluyendo algunas más cruentas que pocos medios se atrevieron a difundir sobre el occiso. 3.- Ante la prontitud con la que se construyeron decenas de historias, hipótesis y mitos a raíz del nombre de la víctima y al ser homónimo de uno de los cabecillas del Cártel de Sinaloa, la nota circuló con gran fuerza en prensa nacional e internacional, haciendo que se voltee de nuevo a ver a Durango en temas en los que ya no éramos noticia hace varios años. 4.- Es de notar que justo las expresiones más recurrentes de la prensa, reporteros y ciudadanía común, subrayaron el dato de que este tipo de actos de alto impacto hace mucho tiempo no se vivían en la capital del estado, lo cual irresponsablemente activó también un frívolo e infructífero debate sobre filias y fobias político-partidistas. 5.- Ahora, lo cierto es que las áreas de comunicación, voceros y operadores de redes sociales de las instancias policiacas y del actual gobierno estatal y municipal se quedaron en silencio durante los momentos cruciales de conducir la agenda informativa, mientras la ciudadanía dio rienda suelta a su imaginación ante el vacío de información oficial y confiable. 6.- En cambio, la única instancia oficial que salió casi de inmediato a condenar los hechos y a exigir se esclarezcan fue el Alcalde José Ramón Enríquez Herrera, en sus cuentas personales de Twitter y Facebook, lo que fue aplaudido por muchos, sin embargo, hizo aún mayor la presión hacia las instancias estatales por mantenerse al margen de la agenda informativa durante horas…(…)”.

http://www.elsiglodedurango.com.mx/noticia/700133.10-apuntes-sobre-la-balacera-que-vivio-durango.html

No queremos la violencia ni impunidad del pasado reciente

En el mismo sentido, pero el día de ayer 21 de noviembre, el analista y periodista Rubén Cárdenas, también escribió en el Siglo de Durango, lo siguiente: “El asesinato ocurrido este sábado último en el bulevar Guadiana tuvo el sello característico, trágicamente tan conocido por todos, del crimen organizado y provocó el temor de otro tiempo, cuando la violencia rebasó a las autoridades en turno. Ni falta hace decir que todo crimen debe ser investigado y aclarado hasta las últimas consecuencias, de manera que comience a surgir la confianza perdida en las autoridades. Es oportuno aclarar también que, por más lamentable que resulte un hecho, no representa en automático el regreso de la violencia a nuestras calles, como en el pasado reciente, cuando las ejecuciones, persecuciones y tiroteos en cualquier lugar y a cualquier hora se volvieron frecuentes; incluso, hubo momentos de severa crisis en los comercios, porque la ciudadanía procuraba no salir de noche o no andar mucho en la calle, para no quedar a expensas de algún fuego cruzado o la posibilidad de un «levantón», palabra que llegó a ser la más temida en el vocabulario del duranguense. Muchas familias abandonaron la entidad, en especial después del asesinato de algún familiar y las amenazas posteriores. Se suspendieron eventos deportivos, paseos turísticos, fiestas particulares y, a cierta hora, algunos fines de semana parecía que en Durango había toque de queda, sin decretarlo nadie formalmente, excepto la precaución y el miedo. A este panorama desolador que se extendió por todo el territorio estatal, incluidos Durango y la Comarca Lagunera, mucho abonó la sospechosa actuación de las autoridades en turno. Fueron muchas muertes y familias dañadas, demasiados policías caídos. La impunidad sentó sus reales y, hasta hoy, nadie ha pagado por tanto delito cometido… (…)”.

http://www.elsiglodedurango.com.mx/noticia/699987.no-queremos-la-violencia-ni-impunidad-del-pasado-reciente.html

¿Regresamos a los ‘hechos aislados’?

En el mismo sentido, el periodista, Jorge Pérez Arellano, respecto al mismo hecho, resalta lo siguiente: “Lo ocurrido el pasado sábado por la mañana, en el que un comando acribilló a una persona a bordo de una camioneta que circulaba sobre el bulevar Guadiana, fue sin duda un gran dolor de cabeza para todos los capitalinos. Las primeras imágenes que comenzaron a circular en redes sociales con la camioneta guinda con más de 50 impactos de fuego, inmediatamente nos hicieron recordar aquella lamentable época, entre 2007 y 2010, en el este tipo de sucesos se convirtieron prácticamente cotidianos, a tal grado de ser incontenibles y que llenaron a los duranguenses de temor, zozobra y desánimo. No hace falta ser experto en el tema para darse cuenta que el lamentable suceso del fin de semana fue un mensaje contundente, para un grupo específico, que incluso está más allá de un Gobierno o fuerzas de seguridad. Algo paso (o dejó de pasar) para que esto ocurriera, y hasta este momento no sabemos si fue el final o apenas el principio. Inmediatamente, a través de las redes sociales, el primero en fijar una postura oficial al respecto fue el Alcalde de la capital, José Ramón Enríquez Herrera, quien en desde su cuenta de Twitter escribió: «No toleraremos actos como lo ocurrido en Blvd. Guadiana, solicitaremos a la @DgoFiscalia se investiguen y aclaren los hechos de esta mañana». Un día después, el gobernador José Rosas Aispuro Torres se refirió a la ejecución del sábado como «un hecho aislado muy claro», y agregó que será la Fiscalía quien tendrá que resolverlo, pero que de ninguna manera debía «generar ninguna preocupación a la sociedad». Desde aquella turbia época a la que hago referencia, no recuerdo jamás a un funcionario de primer nivel haber fijado una postura al respecto de manera inmediata y contundente como lo hizo el Alcalde (aunque sea solo para figurar o por una división que existe con el Gobernador, como afirman algunos). Al contrario, en aquel entonces lo más común era callar o de plano tacharlos de «hechos aislados»… (…)

http://www.elsiglodedurango.com.mx/noticia/699991.regresamos-a-los-hechos-aislados.html

@loscabareteros