Desde la redacción de @loscabareteros ponemos a su consideración la “Columna de columnas nacional” del martes 28 de noviembre de 2017. La confirmación de Meade… doctorado (exprés) en priísmo. …Y cuando México despertó, el dedazo, el tapado, la cargada, las matracas y las porras seguían ahí. Las tareas de Meade: ¿cómo apapachar y dar candidaturas al priismo tradicional y al mismo tiempo mandar la señal de que es un verdadero cambio?, ¿cómo defender a las administraciones en las que trabajó y al mismo tiempo ser creíble en el castigo a la corrupción de la que pueden estar acusadas? …El frente en su hora cero.
Rayuela
Los años pasan, y hay cambios que los acompañan. Pero hay liturgias políticas impermeables a los cambios y al paso de los años.
http://www.jornada.unam.mx/2017/11/28/
La confirmación de Meade
Raymundo Rivapalacio en El Financiero escribe sobre la decisión tomada y ratificada en Los Pinos: ”El presidente Enrique Peña Nieto despidió a José Antonio Meade de su gabinete con enorme calidez y le deseó lo mejor en el proyecto que ha decidido emprender. Eufemismo arcaico del Presidente al intentar ocultar al elefante en la sala. Meade (…) asumió de facto la candidatura presidencial del PRI. (…) El Presidente, como tantas veces lo dijo, engañó con la verdad. El 17 de agosto pasado, bajo el título simple de “2018: Meade”, se publicó en este espacio, a propósito de la XXII Asamblea Nacional del PRI, que los rituales habían regresado por la puerta grande. “Sin lastres para el presidente Enrique Peña Nieto, para que decida con quién buscará mantener Los Pinos, la cargada corporativista con las pancartas de organizaciones y sindicatos, y la clientelar con delegados levantamanos, llenó un escenario que mostró otro tipo de bufalada, la de los tecnócratas, que discretamente el sábado se formaron detrás de la persona para la que parece haber sido confeccionado un traje a la medida con la eliminación de los candados para la candidatura presidencial en 2018, José Antonio Meade, secretario de Hacienda”. En ese texto se mencionó cómo el Presidente estaba dando instrucciones a Meade, que no le había dado a nadie más. La columna decía: “De acuerdo con información en el entorno del secretario de Hacienda, Peña Nieto le indicó no moverse ni buscar grupos que lo apoyen, mantener la calma y ejecutar las acciones directas y prioritarias que le pida. Lo primero, con suma urgencia, fue restablecer la relación con los gobernadores, que se encuentra rota hace bastante tiempo. Los gobernadores son parte esencial de la ecuación sucesoria. Durante la primera parte de la administración peñista, los principales gobernadores afectados por el maltrato político y presupuestal fueron los priistas, adicionalmente que han sido algunos de ellos, que se comprometieron con el proyecto de Peña Nieto para llegar a la Presidencia, los que están pagando el costo de la corrupción sexenal. Sin el respaldo de los gobernadores no habría ni posibilidades de ser competitivo en 2018. “Meade hizo caso rápidamente al Presidente, y realizó también ajustes estratégicos en el equipo hacendario que pasaron desapercibidos por la mayoría. (…) Unidad de Banca de Desarrollo en Hacienda (…) a la Coordinación de Entidades Federativas (…) a la Dirección General de Auditoría del SAT. Estas áreas son las que atienden directamente a los estados, tanto en los apoyos presupuestales como en algo que hoy es más importante, revisar sus cuentas, detectar las irregularidades, anomalías y, de ser necesario, trabajar con los gobernadores para ver cómo pueden ayudarlos a resolver hoyos financieros en sus cuentas que pueden significar, como se ha visto últimamente, procesos penales en su contra. (…) Aquella columna señalaba que Meade había captado la atención y el imaginario como el gran delfín de Peña Nieto. “¿Será tan obvia la decisión?”, se preguntaba en el texto. Hoy vemos que sí era obvia y que Peña Nieto sí engañó con la verdad. Ciertamente, sólo se puede leer las acciones electorales de Peña Nieto a tiempo pasado. Y hoy se puede argumentar que la decisión sobre su sucesor se tomó desde agosto”.
http://www.elfinanciero.com.mx/opinion/la-confirmacion-de-meade.html
Mid: doctorado (exprés) en priísmo
Julio Hernández López, en La Jornada, describe la liturgia priísta desarrollada para Meade y la posesión de Hacienda para un grupo muy cerrado de tecnócratas: “Este lunes, José Antonio Meade Kuribreña (JAMeKu) amaneció apartidista y cerró el día colmado de entorchados del más rancio priísmo, recolector al vapor de las adhesiones del dinosaurismo corporativo, vitoreado por los clásicos tres sectores (obrero, campesino y popular) y por la bancada tricolor de levantadedos de San Lázaro, en una especie de doctorado horroris causa cuya toga y birrete muestran al ex secretario de Hacienda (y de Desarrollo Social y de Relaciones Exteriores) en pleno ejercicio del priísmo más tradicional, con credencial o sin ella: Pepe Toño Mid (escríbase Meade) convertido por dedazo cavernario de Enrique Peña Nieto en la esperanza de continuidad de las cúpulas del sistema, emotivamente convencidas de que el virtual candidato apartidista significa la mejor fórmula de gatopardismo tecnocrático para que las cosas sigan como hasta ahora, o peor, dado que sí es posible. Mid en el centro de la escena jurásica, en un ajuste de relojes políticos al horario del atraso (siendo semidestapado por un Enrique Peña Nieto que escogió la fecha como autorregalo tipo país bananero, por ser su día de la suerte), ni siquiera pudo superar la destilación de melcocha con que el cerebro compensatorio y sustituto de Los Pinos, Luis Videgaray, había cumplido la faena del destape extraoficial frente a diplomáticos de todo el mundo. A fin de cuentas, Quique acabó representando el papel de despistado, al terminar postulando al candidato deseado por Videgaray. Los tonos del mural electoral en preparación quedaron de manifiesto con el nombre y perfil del sustituto del propio Meade, designación que fue entregada al concuño de Carlos Salinas de Gortari, a José Antonio González Anaya, quien ocupaba hasta ayer la dirección general del gran negocio del sexenio, el petrolero, y ahora va de secretario de Hacienda. La cofradía tecnocrática en acción, dispuesto el otro Pepe Toño, éste, González Anaya, a disponer de lo necesario para que la campaña priísta cuente con todo lo necesario, ya sea en triangulaciones al estilo Francisco Labastida Ochoa con Pemex o mediante aportaciones al estilo Odebrecht para la campaña de JAMeKu. González Anaya, es decir, Salinas de Gortari (casados con sendas hermanas de apellido Gerard) mantienen el control sobre Petróleos Mexicanos al ascender en el organigrama Carlos Treviño (un ingeniero en industrias alimentarias, con maestría con especialidad en ingeniería en alimentos), quien ocupaba la dirección corporativa de administración y servicios de la propia gallina de los huevos de oro, declarada muerta por Peña Nieto, pero vivita y coleando, con grandes ganancias previsibles, para los nuevos dueños de lo que fue la principal fuente de riqueza nacional. Falta saber la suerte de los demás falsos competidores, que de inmediato han felicitado al ganador, sobre todo en el caso de Aurelio Nuño, a quien anoche se daba como probable coordinador general de la campaña de Pepe Toño Mid (PTMid), en una operación clásica de presunto envolvimiento del destapado entre los mantos cuyo control se supone que aún queda en las manos del destapador, Peña. Nuño como coordinador y, corría la versión ayer, Eruviel Ávila como presidente nacional del PRI, luego de una efímera estancia como delegado en el comité priísta de la Ciudad de México y con la encomienda nada encubierta de intentar la reproducción en 2018 del esquema de atropellamiento institucional de la única opción medianamente opositora, la de Morena, al costo que sea.
http://www.jornada.unam.mx/2017/11/28/opinion/008o1pol
…y cuando México despertó, el dedazo, el tapado, la cargada, las matracas y las porras seguían ahí
En donde también se habla acerca del “dedazo” de Presidente Peña es en el diario Reforma, pues su columna de trascendidos Templo Mayor, comenta: “y cuando México despertó, el dedazo, el tapado, la cargada, las matracas y las porras seguían ahí en el PRI listas para corear: ‘Meade, amigo, el priismo está contigo’. Ahora José Antonio Meade enfrenta un dilema harto interesante. Por un lado, su principal oferta es no ser priista, o al menos no uno del estilo tradicional. Vaya, ni siquiera está afiliado al partido. Según expertos, su perfil le permite atraer tanto el voto anti AMLO como a buena parte del voto albiazul que no comulga con Ricardo Anaya. Por el otro lado, la falta de militancia tricolor obliga a Meade a emprender una operación cicatriz urgente, para curar los egos heridos, las estructuras que se sienten lastimadas y los liderazgos abandonados. Dicen que hay sectores bastante molestos y que no sólo los hidalguenses de Miguel Osorio Chong, sino otros ligados, por ejemplo, a José Narro, con todo y que éste se apresuró a saludar el destape. Es decir, Meade quiere ganar ofreciendo ser el menos priista de los tricolores, pero al mismo tiempo apela a los priistas a abrazarlo como uno de los suyos. ¿Podrá quedar bien con ambos lados de la grada? Está por verse.
Las tareas de Meade
Roy Campos, en El Economista, escribe sobre los enormes retos de José Antonio Meade ante el priísmo: “No nos engañaron, el presidente Peña Nieto construyó un candidato y lo destapó el día que desde hace meses se pensaba, su cabalístico 27. Desde el inicio del sexenio actual se dibujaron dos ejes dentro del gobierno, el encabezado por Miguel Ángel Osorio y el que se veía más cercano al presidente, de Luis Videgaray, eran los dos presidenciables originales y de ellos Osorio inicia y finaliza adelante en las encuestas, pero como se vio, estas no son las principales razones para la selección de candidatos. (…) En algún momento, tal vez con su renuncia después de invitar a Trump en campaña, Videgaray se autodescarta e inicia el crecimiento de uno de sus amigos, José Antonio Meade, que sin aparecer con gran fuerza en las encuestas entre priistas, empezó a posicionarse en las columnas políticas como una posibilidad. La señal importante fue la operación para eliminar de los estatutos y reglamentos del PRI algo que parecía imposible, el candado para que la candidatura presidencial fuera ocupada solamente por un priista probado, el presidente, porque así hay que decirlo, decide eliminar esa traba y lo hace sin problemas, no se escuchan voces disidentes en la asamblea. Al momento del “destape” Meade no era conocido por más de la mitad de los ciudadanos pero seguramente pronto lo conocerán; las preferencias electorales le daban entre 17% y 18%, por debajo de AMLO, de Anaya e incluso del nivel del priismo que es de 19% (todos estos datos en la encuesta realizada para El Economista); aunque son lugares comunes, esta candidatura priista es especial por muchas cosas: hace 42 años no postulaba a un secretario de hacienda aunque hubo aspirantes, él último fue López Portillo; Es la primera vez que el PRI partiría, al momento del destape, en el tercer lugar, porque Madrazo se desplomó posteriormente, y lo más importante, es la primera vez que el candidato No es priista, no solamente no ha ocupado puestos de elección sino que nunca ha militado en ese partido y es en este sentido donde se le presentan retos, para mí su camino es el siguiente: 1.- La «operación cicatriz» seguramente la inició ya el presidente pero no basta, no solamente se requiere el apoyo de líderes, dirigentes, exaspirantes y gobernantes de ese partido, se requiere ir a la base, a las oficinas partidistas, a que lo vean los que lo veían lejano (…) Meade deberá ceder muchas candidaturas al priismo tradicional, así veremos que candidatos a gobernador, presidentes municipales, senadores y diputados serán personajes distintos a Meade, hombres y mujeres que no estaban apoyándolo y que no lo harán sin ese incentivo, si no son candidatos del PRI serán presa fácil de otros partidos que andarán a la caza de los disidentes y los enojados, que existen. 2.- Convencer a los simpatizantes no priistas, a aquellos que lo ven como una buena persona, con valores, con experiencia y conocimientos, convencerlos a ellos, de que su gestión no será la de un priista tradicional, que su oferta no es la continuidad, que con él habría un cambio no solo de nombres sino de forma de hacer política, que sabrá combatir problemas como corrupción e inseguridad que hoy tienen enojados a empresarios, a organizaciones y a muchos sectores. 3.- Pasar la prueba del ácido de una campaña, donde el lenguaje se aleja de los tecnicismos, donde aparecen rumores, postverdades, filtraciones, ataques y muchos elementos que nunca ha enfrentado, sus adversarios serán implacables no con él, sino con todo lo que esté cerca de él, deberá entonces no solo defender su historia de vida sino la de los gobiernos con los que trabajó, los funcionarios que lo acompañaron y los miembros de su partido en campaña. Si no lo hace bien, los ciudadanos no se le sumarán. (…) ¿cómo apapachar y dar candidaturas al priismo tradicional y al mismo tiempo mandar la señal de que es un verdadero cambio?, ¿cómo defender a las administraciones en las que trabajó y al mismo tiempo ser creíble en el castigo a la corrupción de la que pueden estar acusadas?”.
https://www.eleconomista.com.mx/opinion/Las-tareas-de-Meade-20171127-0075.html
El frente en su hora cero
Donde parecen comenzar a encenderse los focos rojos es en el Frente Ciudadano por México (FCM). Al respecto en El Universal, el periodista Salvador García Soto, escribe que: “consumados los rituales de un PRI restaurado por Peña Nieto, que apuesta por primera vez a un candidato externo, como José Antonio Meade […], en un reconocimiento tácito de que su desgaste lo vuelve ‘impresentable’ ante los electores y que no tiene ni un solo militante limpio en sus filas, toca ahora el turno de voltear a ver cómo se dan las cosas en el Frente Ciudadano por México (FCM) donde el proyecto de una alianza opositora de gran calado para competir en las elecciones del próximo año, está llegando a su hora cero. Las definiciones de candidaturas y el reparto de posiciones tienen al Frente al filo de la supervivencia. Son tres fuentes de tensión que los dirigentes del PAN, PRD y MC tratan de resolver a marchas forzadas […]. El primer foco de tensión frentista es el reparto de candidatos a senadores y diputados. El PAN pretende entre 145 y 150 distritos federales para abanderados panistas, mientras el PRD busca 110 distritos y Movimiento Ciudadano pretende unos 40 […]. El segundo foco de tensión para el FCM es que el tiempo de Alejandra Barrales al frente de la presidencia del PRD se agota el próximo 8 de diciembre, y no hay garantías de a quién nombrarán las tribus perredistas y si un nuevo dirigente querría continuar con el Frente y los acuerdos ya alcanzados o rompería la alianza […]. Y finalmente el tercer foco de tensión, y el más grave para la supervivencia del Frente Ciudadano, es el método para elegir al candidato presidencial. El PAN insiste en que un panista debe encabezar la candidatura por su supremacía electoral; el problema es que Mancera rechaza la designación ‘por consenso’ y limitada a un militante de Acción Nacional que, supone bien, sería Anaya […]. Ante la presión política y mediática, Acción Nacional propone un ‘método semiabierto’ en el que Mancera, el propio Anaya y un aspirante ciudadano, que estaría entre Juan Pardinas y Jorge Castañeda, pudieran hacer precampaña interna […]. El problema con esa propuesta es que podría llegar tarde y ser insuficiente […]. Eso significaría la ruptura definitiva del Frente Ciudadano y obligaría al PAN a ir solo con su candidato, mientras que el PRD postula a Mancera, en un escenario de fragmentación del voto que es el que más le conviene al PRI y a López Obrador. Llego la hora de la definición para saber si el Frente vive o muere. De eso depende el escenario final de la batalla por el 2018 y hasta la composición de la boleta en la elección presidencial”.
http://www.eluniversal.com.mx/columna/salvador-garcia-soto/nacion/el-frente-en-su-hora-cero
Meade: la operación Peña Nieto
Luego de que José Antonio Meade renunciara a su cargo como titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito público, y anunciara su registro como precandidato del PRI a la presidencia, esto es lo que, en Milenio, el periodista Joaquín López Dóriga, escribe que: “tras la cena del pasado domingo 19 en Los Pinos con el Presidente Enrique Peña Nieto, a los seis presidenciables sentados en el comedor del Salón Blanco de la residencia Lázaro Cárdenas, Miguel Ángel Osorio Chong, José Antonio Meade, José Narro, Enrique de la Madrid, Eruviel Ávila y Aurelio Nuño, les quedaron claras dos cosas: primero, que no se iban a enterar por los medios quién sería el candidato presidencial del PRI y, segundo, que era inminente. Cuando el anfitrión pidió que le dieran una opinión de cómo veían las cosas, dijo que lo hicieran por orden jerárquico de gabinete y así empezaron Osorio Chong, Meade y los demás. El Secretario de Hacienda fue el único que hizo un reconocimiento de los otros cinco. La constante en las seis intervenciones fue la gratitud por la oportunidad de trabajar a su lado y así salieron de la casa presidencial pasadita la una de la mañana. Para entonces ya tenía su decisión […]. Y llegó la víspera: el domingo, el Presidente Peña Nieto recibió en Los Pinos a los cinco que no iban a ser y por la tarde a José Antonio Meade, a quien entregó en su despacho las adhesiones de los sectores del PRI a su candidatura presidencial, confirmándole su nuevo destino […]. Y así quedó todo listo para que ayer a las 11, Peña Nieto anunciara que había aceptado la renuncia de Meade a la Secretaría de Hacienda y nombrado sucesor a González Anaya, a los que tomó protesta, así como al nuevo Director de Pemex, Carlos Treviño. De ahí los dos se fueron a Palacio Nacional, donde ante una multitud hacendaria eufórica, anunció que se registraría para buscar la precandidatura del PRI a la Presidencia de la República, para luego hacer la visita a todas las casas, digo, sectores priistas: obrero, campesino, popular, femenil, juvenil, territorial, de los que confirmó la adhesión a su candidatura. Y así operó Peña Nieto, Jefe del PRI, la candidatura inédita en la historia de ese partido: un candidato presidencial no priista”.
Las pesadillas de Meade
Con un nivel de popularidad por los suelos, y con una serie de escándalos de corrupción que envuelven a funcionarios allegados a su persona, el Presidente Peña ha encontrado en Meade a un candidato aceptable, uno que no está envuelto en escándalos y que podría mostrar que en el PRI no todo está perdido. Al respecto en El Universal, el periodista Carlos Loret de Mola, escribe que: “Enrique Peña Nieto ya jugó su ficha. En un momento en que en el mundo el establishment está viviendo su peor momento de desprestigio porque todo lo que suena a sistema e instituciones parece podrido, en un momento en que en México se reclama por encima de todo que se detenga la corrupción, el Presidente de México ha optado como candidato a sucederlo a José Antonio Meade, intocado por la corrupción y presentado como orgullo del establishment. El ritual del tapado priísta fue dirigido con una mágica narrativa de Peña Nieto […] es un priísta clásico que pudo haber sido presidente hoy o hace cuarenta años. El ritual fue ejecutado según los cánones. Hay sin embargo, una enorme diferencia. Hace cuarenta años el Presidente elegía sucesor. Ahora elige candidato. Y en esta ocasión, en particular, ese candidato arranca en tercer lugar en las encuestas y tiene frente a sí el desafío de lograr casi un milagro: convencer a un país enojado de que debe votar por el mismo partido que lo hizo enojar. Los dos enojos centrales tienen que ver con el hartazgo por la corrupción y el hartazgo por un sistema en donde nada cambia. Meade busca presentarse como el ejemplo de que no todo en el sistema está podrido […]. Ahí está otra de las claves: un candidato que pueda seducir a los desencantados del PAN o a quienes puedan ejercer el voto útil en caso de que ‘la final’ de 2018 sea entre el PRI y Morena. Pero enfrenta varios riesgos. El primero […], es el lugar en el que arranca en las encuestas. El segundo […], es la necesidad de mantener la unidad del partido. El tercero es que este orgullo del establishment hipnotice a las élites y éstas piensen que el pueblo no vota, que ya tienen el triunfo en la bolsa […]. El cuarto es que, hasta ahora, José Antonio Meade no es un político que destaque por conectar con la gente […]¿será un candidato atractivo? […] Y el quinto es que, hasta ahora, si la elección presidencial es una final de dos, el PRI no tiene boleto. El Frente Ciudadano por México es un factor que puede apelar al mismo público y con un discurso similar al que está tratando de construir el Presidente Peña con su candidato”.
http://www.eluniversal.com.mx/columna/carlos-loret-de-mola/nacion/las-pesadillas-de-meade
Aferrados al dedazo
Sobre la operación para la designacicón de Meade, en Milenio, el periodista Carlos Puig, escribe que: “cosa muy rara. Tenemos una legislación larga y complicada para algo que llamamos precampaña, pero nos aferramos con pasión a tiempos donde ni necesitábamos esa legislación ni nadie la imaginaba. El cierre de la liturgia priista […] develó al segundo candidato a la Presidencia de la República para una campaña que muy probablemente sea de tres. Y muy seguramente, para el 14 de diciembre tendremos al tercero […] fecha en que según nuestra ley arrancan las precampañas […]. Es raro. Con el destape de ayer y las reacciones que provocó, queda más que claro que quienes pensaron que las elecciones de 2000 habían sido algo así como una transición a otras formas de hacer política, o que los 12 años del panismo en la Presidencia, o las decenas de gobernadores y muchos presidentes municipales de muchos partidos, habrían provocado un cambio en nuestros rituales políticos más decadentes, estaban equivocados. Ahí estaba el candidato del Presidente en turno, abrazado por las fuerzas vivas del tricolor como hace 50 años. Ahí está la cargada de todos los priistas que ahora se someten a la voluntad del habitante de Los Pinos y descubren en el ungido todas las virtudes que hacían su designación no solo obvia, sino necesaria […]. Creo que cada partido tiene derecho a elegir a sus candidatos de la manera en que se le pegue la gana […]. Lo que también creo es que el método contribuye a la construcción democrática del país entero. Hay, digamos, una didáctica pública que se desprende de sus decisiones, en la que deberían pensar los partidos y los gobernantes. La manera en que dos partidos —PRI y Morena— han decidido ya quién los encabezará en la elección enseña que es la voluntad de un hombre, uno solo, la que más importa. Sí. México 2017. Cosa rara”.
Predecibles, pero efectivos
En un recordatorio de los viejos modos del priismo en el Excélsior, su columna de trascendidos, Frentes Políticos, asegura que: “diferencia de los viejos rituales del presidencialismo, el destape del candidato del PRI se dio bajo filtraciones, alabanzas y unidad. Tras renunciar a la Secretaría de Hacienda, José Antonio Meade inició un recorrido que tuvo por objetivo buscar el respaldo para 2018 de los principales grupos afines al PRI como lo son la CTM, CNC y CNOP, quienes cerraron filas para apoyar la candidatura de Meade, quien fue vitoreado y arropado. El rito recordó los viejos modos del priismo. A diferencia del pasado las agrupaciones le dieron la bienvenida a su primer candidato no priista. Con esta apuesta el PRI intentará retener el poder el próximo año. Más allá de las demás opciones políticas, para muchos la disputa por la Presidencia es cosa de dos: Meade versus AMLO. ¿Será?”.
http://www.excelsior.com.mx/opinion/frentes-politicos/2017/11/28/1204025
Meade, el magnánimo defensor
En tanto, en Milenio, su columna de trascendidos Trascendió, asegura que: “el Diputado federal priista Víctor Giorgana, el mismo que pidió a José Antonio Meade competir por la candidatura del PRI durante un encuentro privado entre el entonces Secretario de Hacienda y la fracción tricolor en agosto pasado, fue ayer uno de los más entusiasmados con el destape. El legislador poblano escribió en redes sociales que la meademanía comenzó ayer con la multiplicación de las voces que reconocen en el aspirante presidencial ‘inteligencia, liderazgo, experiencia, honestidad y capacidad para enfrentar con éxito los retos futuros’”.
http://www.milenio.com/firmas/trascendio_nacional/Trascendio_18_1075272489.html
Unción fast track para Meade
Sobre la preparación del terreno para el destape de Meade en El Universal, su columna de trascendidos Bajo Reserva, asegura que: “el fin de semana del ahora destapado José Antonio Meade fue intenso, lleno de reuniones y planes para una unción vía fast track, con la cargada del PRI de todos los sectores en una sola entrega. Fueron 48 horas, entre sábado y domingo, donde se reunió con su equipo compacto, el dirigente priísta Enrique Ochoa Reza e integrantes del gabinete presidencial, entre ellos el ahora Secretario de Hacienda, José Antonio González Anaya, quien dejó la dirección general de Pemex, y el titular de la Secretaría de Educación Pública, Aurelio Nuño. Nos comentan que las sesiones de trabajo se realizaron en una oficina alterna de la SCHP, ubicada en el sur de la CDMX. De ahí, nos explican, Meade salió el domingo en la noche con su carta de renuncia para el Presidente Enrique Peña Nieto. En paralelo, las fuerzas vivas del partido desempolvaron el motor, una maquinaria de los años 70, para hacerla correr como bólido en la carretera por el 2018”.
http://www.eluniversal.com.mx/columna/periodistas-el-universal/nacion/uncion-fast-track-para-meade
@loscabareteros