21 de diciembre de 2017
Escribió G. K. Chesterton algo como esto: «Las cosas ordinarias son más valiosas que las cosas extraordinarias; más aún, son más extraordinarias».
¿A qué dedican su día?
El ciudadano espera que los problemas “cotidianos” se resuelvan –o al menos- sean cada vez menos frecuentes: las esquinas en que asaltan, las inundaciones que se repiten, las calles que parecen cráteres, los aglomeramientos de tránsito, la correcta provisión de agua potable, el alumbrado público… y todas las «pequeñas» cosas que hacen la vida innecesariamente más compleja de lo que de por sí es… Y a menudo nos preguntamos ¿A qué dedican su día las autoridades políticas y gubernamentales?
El Cantinero