A Pemex no la asfixia el neoliberalismo, sino la cleptocracia

Desde la redacción de @loscabareteros ponemos a su consideración la “Columna de columnas nacional” del miércoles 24 de octubre de 2018. A Pemex no la asfixia el neoliberalismo, sino la cleptocracia: Los grupos de interés, esos vampiros, se han encargado de boicotear todos los intentos de reforma de esta empresa. Pemex ha sido impermeable al neoliberalismo y a las mejores prácticas corporativas. El problema de Pemex no es ideológico sino de operación. La gran tarea pendiente es una reforma a fondo de Pemex, que la reforma energética no incluyó. Los líderes sindicales quedaron intactos, al igual que muchas de las mafias…

Rayuela

Los de Morena por lo menos consultan. Otra cosa es que el ejercicio sea o no vinculante. Los pro Texcoco sólo amenazan con las 10 plagas.

A Pemex no la asfixia el neoliberalismo, sino la cleptocracia

Luis Miguel González, escribe en El Economista acerca de PEMEX y su sangría: “Pemex está enfermo. Si fuera una empresa normal, estaría en quiebra. Su patrimonio es negativo: 77,000 millones de dólares. El valor de sus activos suma 107,000 millones de dólares. Sus pasivos totalizan 185,000 millones de dólares, de los cuales 96,000 millones son reservas a beneficio de sus empleados. Los datos financieros reflejan los problemas de operación. La producción de Pemex se ha desplomado: era 3.4 millones de barriles diarios en el 2004 y ahora no llega a 1 millón 900,000. Sólo Petróleos de Venezuela y la petrolera de Irak registran desplomes comparables. En un caso, se trata de un país oprimido por un gobierno mediocre. En el otro, una guerra que destruyó la infraestructura. ¿Por qué Pemex está en este club? La petrolera mexicana tiene un caso severo de anemia. Un padecimiento que es normal en los organismos a los que uno o varios “vampiros” les chupan la sangre. ¿Vampiros? ¿De qué otra manera podemos llamar al sindicato, la burocracia dorada y algunos proveedores voraces? La anemia se agrava por el huachicol. Esa ordeña de los ductos sería una metáfora, si no fuera una nota roja tan espesa, una mancha tan extendida. En este sexenio, las pérdidas por huachicol ascienden a 4,000 millones de dólares. Se han localizado 262% más tomas clandestinas que en el sexenio anterior. Lo peor de todo es que la ordeña no ha disminuido, sino que se ha agravado. El 2018 será el peor año en la cuenta de combustible robado, reconoce el director de Pemex, Carlos Treviño. Luego de tanta ordeña, ¿a quién extraña que la mayor empresa de México padezca de una anemia severísima? Mención aparte merece la relación con la Secretaría de Hacienda: a medio sexenio hubo un “rescate” porque Pemex se había quedado sin recursos para pagar a proveedores. Además, el gobierno asumió como pública una parte del pasivo laboral de Pemex. ¿Rescate? Pemex recibió una gotas luego de entregar varios garrafones. Es el mayor contribuyente de México y está sometida a un régimen fiscal durísimo. Ninguna empresa paga una tasa tan alta, en México. En el mundo pocas petroleras tributan tanto como Petróleos Mexicanos. (…) AMLO tiene razón en estar indignado. Es la importación de crudo, el incremento en las compras de gasolina al exterior, la caída en la producción de petróleo y el deterioro de la capacidad de refinación. “Es una muestra del fracaso de la política neoliberal o neoporfirista de los últimos 30 años”, dijo en un tuit. Disiento. A Pemex no lo ha mermado el neoliberalismo sino la cleptocracia. Los grupos de interés, esos vampiros, se han encargado de boicotear todos los intentos de reforma de esta empresa. Pemex ha sido impermeable al neoliberalismo y a las mejores prácticas corporativas. El problema de Pemex no es ideológico sino de operación. En los 70, estuvieron López Portillo y Díaz Serrano. No eran neoliberales, sino vampiros grandotes. La gran tarea pendiente es una reforma a fondo de Pemex, que la reforma energética no incluyó. Los líderes sindicales quedaron intactos, al igual que muchas de las mafias. ¿Dónde está Van Helsing?”

Rumbo a esta extraña consulta

A unos días de que se lleve a cabo la consulta que definirá el destino del Nuevo Aeropuerto Internacional de México, muchos consideran que, a pesar de que la consulta suena en el papel como una buena medida para involucrar a los ciudadanos no hay información completa. En Milenio, Carlos Puig, escribe que: “la decisión de construir un aeropuerto de la magnitud e importancia que sería el Nueva Aeropuerto Internacional de México no es una decisión ‘técnica’, que hay que dejar a los técnicos. No, ningún país gasta esa cantidad de dinero así. Es una decisión política y de política pública con múltiples consecuencias en todos los ámbitos y no solo para Ciudad de México. Toda decisión contiene elementos técnicos, pero nada más. Por eso mismo no está nada mal que haya consultas alrededor de ese tipo de megaproyectos de infraestructura […] En nuestro caso, la consulta se debió de haber hecho hace seis años. La consulta de estos días es una consulta coja, en muchos sentidos falsa. No se está votando entre un aeropuerto y un sistema metropolitano de aeropuertos, porque no sabemos si el de Santa Lucía es viable; es más, sabemos que muy probablemente no lo sea. Así que la consulta es realmente un referendo sobre Texcoco. Creo que así debería llamarse. La viabilidad de Santa Lucía no es la única información que no tenemos. No sabemos con exactitud cuánto costará el Nueva Aeropuerto Internacional de México de Texcoco, con sobrecosto cuando tiene 30 por ciento de construido. No sabemos cuánto costará la infraestructura necesaria para, por ejemplo, llegar al Nueva Aeropuerto Internacional de México. No sabemos cuánto, con exactitud, costará no terminar Texcoco […]aunque no cabe exactamente en la consulta, tampoco sabemos hoy de cuánto tendrán que ser las inversiones que temporalmente se tendrán que hacer en el Benito Juárez o en Toluca en caso de que se optara por Texcoco. Al menos yo no sé del peso de la consulta en la decisión que tomará el gobierno. Digamos tres puntos de diferencia en los votos, contra decenas de miles de millones de pesos en costo. ¿Qué se decide? Tampoco tenemos información clara de las consecuencias de la consulta. Si gana Texcoco ¿Se concesionará? ¿Cómo? ¿A quién? ¿A Slim? ¿En serio?”.

Cómo piensa Andrés Manuel

Raymundo Rivapalacio escribe en El Financiero sobre la forma de pensar de López Obrador. “La anunciada Cuarta Transformación será consecuencia del cambio de régimen. El cambio de régimen será definido por Andrés Manuel López Obrador, que asumirá la Presidencia en 38 días. La definición estará marcada por su pensamiento y formación, y determinada por los acentos en sus acciones. Para entenderlo hay que tirar a la basura las categorías de análisis con las que se ha interpretado a la clase política hasta ahora, y construir nuevas para comprender que López Obrador no utiliza los símbolos para apelar a su base electoral, sino que dibuja abiertamente su proyecto de nación. Si no se cambia el análisis, López Obrador seguirá siendo el fenómeno político más notable del México moderno que representa la mayor complejidad para descifrar. Su decisión porque el nuevo aeropuerto internacional nunca se construya en Texcoco, para lo cual abrió una consulta ciudadana que no es legal pero será vinculante para decidir si vive o muere, es el estudio de caso sobre lo que será su Presidencia. El contexto en el cual se llevará a cabo la consulta ciudadana, a partir de este jueves, es muy adverso para él. La incertidumbre en los mercados ante la posibilidad de que la obra de Texcoco sea cancelada y se opte por Santa Lucía, donde no hay proyecto ejecutivo ni hay estudios de nada ni licitaciones en puerta ni inversiones ni, aunque tuviera ya todo eso, resolvería el problema de la saturación en el largo plazo, ya hizo perder al peso 61 centavos frente al dólar en cinco días, el peor rendimiento entre los mercados emergentes, y sigue depreciándose. La Bolsa Mexicana de Valores también está sufriendo por la incertidumbre. El sector privado y los bancos advierten diariamente que la cancelación de Texcoco impactará en las inversiones, mientras que en el mundo cuestionan que el uno por ciento de la población sea el que decida qué va a pasar con el proyecto de infraestructura más ambicioso en cuando menos medio siglo, por lo que levantan las cejas de incomprensión ante lo que está sucediendo. (…) Pero López Obrador es refractario al entorno. No alcanza a comprender en este momento lo que significaría la inducción por Santa Lucía y en contra de Texcoco, como demostró una encuesta publicada ayer por El Financiero, porque el escenario de un revés a la confianza pregonada no se encuentra en su estructura de pensamiento. Adentrándose en la forma como reflexiona y racionaliza, López Obrador debe estar convencido que la consulta es un mero trámite que va a confirmar lo que dijeron las urnas el 1 de julio pasado, cuando obtuvo poco más de 30 millones de votos, el 53% del total de quienes fueron a las casillas ese día. (…) La argumentación de López Obrador, según su forma de pensar, es que si alguien desea que Texcoco sea la sede final del nuevo aeropuerto, debe ir a votar. Si no lo hace, en su misma lógica, ni siquiera tendrá autoridad moral para criticar. (…) ¿Algo más democrático? En su lógica nada más puro. A muchos otros ojos, como los inversionistas, nada más antidemocrático. De esa dialéctica se hablará más adelante.

¿Lago o aeropuerto?

En Reforma, Sergio Sarmiento, reflexiona acerca de los detractores de la construcción del Nueva Aeropuerto: “Queremos un lago, no un aeropuerto”, dicho que no toma en cuneta el hecho de que el lago de Texcoco se ha convertido en pastizales salados desde hace mucho, por lo que es falso que la construcción del Nuevo Aeropuerto haya destruido al lago de Texcoco: “queremos un lago y no un aeropuerto. La frase ha sido una de las más convincentes en la batalla política por el nuevo aeropuerto. ‘La vocación de Texcoco es ser lago y la prioridad de la Ciudad de México debería ser tener agua -afirma el arquitecto Jorge Ponce Amezcua-. Por ello, una de las preguntas en la consulta con la que se pretende decidir el futuro del NAIM debería ser: ¿prefieres tener aeropuerto o agua?’. Pero no todo el mundo está convencido. El senador por Morena Higinio Martínez se ha pronunciado a favor de continuar el aeropuerto de Texcoco, aprovechando que Andrés Manuel López Obrador dijo ‘que podíamos opinar con libertad’ […] Es falso que se haya desechado el ex lago de Texcoco para la construcción del aeropuerto. Al igual que el senador Martínez, la AMIA señala que la zona ‘se había transformado en pastizales salados’ desde hace mucho tiempo […] Se ha argumentado que el terreno del aeropuerto está más abajo que el Valle de México por lo que estaría sometido a posibles inundaciones, pero en realidad se encuentra dos metros arriba. La construcción del aeropuerto, se dice, ha hecho que se abran minas de piedra en la zona, cuando las minas han venido operando en el lugar desde hace mucho tiempo. En realidad, el ambiente de Texcoco se vería deteriorado si no continúa la obra. Ya se ha construido una parte significativa del proyecto. El impacto que iba a tener lugar, me dice Gabriel Quadri, consultor en temas ambientales, ya sucedió. Si se cancela el aeropuerto, no se concluirán las obras de mitigación; en cambio, habría que demoler y excavar todo lo ya construido, lo cual sería extraordinariamente caro y difícil. Cancelar el aeropuerto, por otra parte, dejaría la zona abierta a las invasiones de tierra que han extendido la mancha urbana en el oriente de la Ciudad de México desde hace décadas. Más que preguntar si queremos un lago o un aeropuerto, hay que considerar cuál es el mejor proyecto para mejorar el ambiente de una zona profundamente deteriorada. El nuevo aeropuerto protege el lugar e incluye mejoras hídricas significativas. Más que cancelarlo, hay que transformarlo en punta de lanza para la recuperación ecológica de todo Texcoco”.

¿Qué hacemos con la caravana migrante?

En El Universal, Ana Paula Ordorica, escribe acerca del papel que México debería jugar en el fenómeno de la caravana migrante de centroamericanos: “la caravana migrante lleva cruzando de Centroamérica a Estados Unidos desde hace quince años y, sin embargo, es hasta ahora que ha cobrado notoriedad. Coincide que en Estados Unidos habrá elecciones intermedias y que en ellas se anticipa pierdan los republicanos la mayoría de la Cámara de Representantes […] Trump ha puesto a la caravana migrante como la mejor bandera para encender a los electores con la esperanza de que voten por los republicanos y no por los demócratas. Y, en medio de este juego político, Trump ha colocado a México. A través de Twitter salió a decir que México no hace nada por frenar la caravana y de ahí procedió a advertir que mandará al ejército a la frontera; a dar por terminada la ayuda internacional que Estados Unidos envía a Centroamérica y, en el extremo, ha vuelto a amenazar con dar por terminado el recién renegociado TLCAN, cuando ni siquiera ha sido firmado […] México vuelve a ser el saco de boxeo predilecto para golpearnos y ganar las simpatías de los electores estadounidenses. Con cualquier otro país la respuesta indignada de México sería sencilla y en automático. Con nuestro principal socio comercial y vecino, nos coloca en un complicado dilema […] estamos a 37 días del cambio de gobierno en México, con un presidente electo que actúa como si ya trajera puesta la banda presidencial. El próximo secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, ha dicho que no se usará la fuerza del Estado para frenar el paso de los migrantes. Dicho sea de paso, estos migrantes que buscan refugio en Estados Unidos, ni son criminales ni están infiltrados por terroristas de Medio Oriente, como ha declarado Trump y su vicepresidente, Mike Pence, sin mostrar una sola prueba de ello. Es buena noticia que esa sea la consigna del gobierno entrante. No le podemos hacer el trabajo a Trump ni podemos caer en su juego. Lo que sí podríamos y deberíamos de hacer es algo que lamentablemente traemos acarreando desde hace décadas […] combatir enérgicamente a los polleros, coyotes y demás delincuentes mexicanos que roban, violan y asesinan a estos migrantes y que por ello los han obligado a formar estas caravanas, para disminuir la probabilidad de perder lo poco que les queda en su paso hacia Estados Unidos. Esa es la chamba que le toca a México en su papel de eslabón entre la pesadilla centroamericana y el sueño americano”.

Déjà vu

En el Excélsior, Yuriria Sierra, escribe acerca del evidente regreso de la maestra Elba Esther Gordillo al frente del magisterio: “maestros en las calles. Integrantes del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación movilizándose con pliego petitorio en mano. Docentes presionando a autoridades para salirse, como tantas otras veces, con la suya. Sucedió ayer, en avenida Eduardo Molina, como uno de sus escenarios. La Cámara de Diputados, el destino. Y una propuesta para sustituir la Reforma Educativa, el motivo. Detrás de todo esto, un nombre: Elba Esther Gordillo. […] El nuevo reclamo magisterial no es gratis. Hace unos días, Elba Esther acudió a un evento en Puebla, ahí sus declaraciones nos recordaron quién es este personaje y el porqué su influencia […] Fue aplaudida por los presentes. Ella se llenó de vitalidad como quien se prepara de nuevo para el campo de guerra, después de un largo periodo de ausencia. Y cómo no va a preparar su regreso. El México que la vio llegar a la cima, el que la vio caer y éste que la ve resurgir es distinto en apariencia, en el entendido de su coyuntura, pero es el mismo debajo de ese disfraz transformador que se opera con personajes ya conocidos, formados bajo ese mismo México priista que ayer estaban en aquellas filas y que hoy reniegan de su pasado. La sentencia a Elba Esther Gordillo no pudo venirle mejor. Libre de toda culpa, regresa como la víctima de un Poder Judicial incapaz de armar una carpeta de investigación. Está de vuelta con nuevas redes, éstas, al interior del gobierno a punto de iniciar administración […] Nada que no hayamos visto antes. Nada que deba sorprendernos. Aunque, quizá, la presencia de Elba Esther en el radar informativo habla del tamaño de este personaje; y dibuja por completo la política nacional, su realidad, su real transformación. Por mucho que se esté anunciando la renovación de las ‘estructuras’, Gordillo de vuelta nos da una idea de la real dimensión del cambio […] Elba Esther Gordillo regresa por la libre y sabiéndose necesitada en la coyuntura de la oferta electoral contra la Reforma Educativa. Ha empezado a reagrupar a los docentes. Y nada de cuestionable tendrá su presencia, pues lo que deberá cuestionarse es el entorno que permite asegurar que, en México, la consigna de ‘cambiar para que nada cambie’ tal vez siga siendo la biblia de la clase política. Elba Esther habla tanto del pasado porque, al parecer, hay temas en los que hoy en día sólo el pasado le da cuerpo y narrativa al futuro. En sus mentes (y sus ganas o nostalgias por los tan mentados privilegios, ¿no?)”.

Resbaladizo caso Texcoco

En La Jornada, Julio Hernández López, escribe que: “la advertencia es puntual y reiterada: si se cancela el proyecto aeroportuario de Texcoco habrá una señal mala, tirando a pésima, para los inversionistas nacionales y extranjeros, lo cual significaría un mal inicio para la administración obradorista y una desconfianza de los capitalistas a lo largo del próximo sexenio. Así hablan y argumentan, con preocupada sincronía, diversos comentaristas, dirigentes empresariales e incluso funcionarios públicos […] El andamiaje de Morena está volcado en favor de la triple opción (aeropuerto actual, Toluca y Santa Lucía): líderes y bases partidistas, futuros altos funcionarios y el propio López Obrador […] Famosa es la anécdota atribuida a Adolfo Ruiz Cortines, un maestro en el arte del terso engaño político, cuando un compadre suyo insistía en ser candidato a gobernador. ¡Perdimos, compadre!, le dijo el jefe máximo del aparato político que incluía, desde luego, al Partido Revolucionario Institucional, a la hora de notificarle que no sería el abanderado y, en aquellos tiempos de la aplanadora tricolor, seguro ocupante del gobierno estatal buscado. ¿Está todo preparado para que se declare triunfadora la opción preferida por las bases obradoristas y grupos ecologistas y políticos diversos? ¿La Consulta-O lo que sea es un mero trámite para legitimar una decisión superior ya tomada, contra el proyecto de Texcoco? ¿El presidente electo decepcionará a los grandes empresarios y correrá el riesgo de desajustes o abiertas represalias del gran capital? ¿Slim y compañía apechugarán el cambio de jugada? ¿La forma de legitimar futuras encuestas pasaría por perder la primera? ¿”Perdimos, compadre”? (los enigmas subsistentes, ha de decirse, no provienen de una virtuosa circunstancia democrática, es decir, de la natural inseguridad respecto de resultados aceptables, sino de un manejo muy reservado, y sin candados confiables, de una experimentación cuyo desenlace podría quedar fuera del rango de la aceptación convencida)”.

La caravana, una manzana envenenada

En Milenio, Joaquín López Dóriga, escribe que: “México siempre ha sido un país expulsor y receptor de migrantes, territorio de tránsito, y nunca nadie en el mundo dijo nada. Les era un asunto lejano, ajeno y sin importancia […] Pero los nuevos tiempos provocaron una nueva oleada de cientos de miles de migrantes de África a Europa, creando un problema humanitario de dimensiones que esta generación no había conocido, con miles de muertos ahogados en el Mediterráneo, rechazados o hacinados en campos de detención, todos en su afán común de encontrar una vida y no morir de hambre o a tiros. Y aquí, mientras tanto aquí siguieron las corrientes de mexicanos cruzando a Estados Unidos en busca del sueño americano, lo que se agravó cuando se sumaron los centroamericanos y así llegamos a esta semana, con miles de hondureños cruzando la frontera de México para luego intentar pasar la de Estados Unidos. A ellos los mueve las mismas razones de todas las migraciones: escapar del hambre y la violencia, nada nuevo, pero sí las condiciones. El gobierno de México quedó ensangüichado entre ese torrente humano y las amenazas de Trump que quiso usar al Suchiate como su frontera sur. Y al no lograrlo, el gobierno de México les ha permitido el paso y mil 700 ya hicieron su solicitud de asilo, endureció el tono y amenazó con militarizar su frontera sur, ignorante de que no puede desplegar al Ejército en su territorio, pero lo usa. Estamos ante una crisis no prevista de fin e inicio de sexenio en México, entre las presiones de las caravanas de migrantes centroamericanos y las de Trump, a dos semanas de sus elecciones intermedias, que no sé aún, como en la encuesta del aeropuerto, qué desenlace vayan a tener, si es que tienen alguno bueno para todos, que hoy no veo”.

Y cuando nos vimos en el espejo…

En El Universal, Carlos Loret de Mola, escribe que: “la caravana migrante nos pone de golpe frente a un espejo. Algunas ideas sobre nosotros mismos y nuestra condición de vecinos de Estados Unidos se tambalean. —México y los mexicanos acogemos solidariamente a los migrantes perseguidos por el hambre, la violencia o por razones políticas. —No somos xenófobos. —El maltrato, la discriminación y criminalización de los migrantes es cosa de Trump y sus red necks. Nosotros somos sus víctimas. —Las bravatas de Trump son eso, bravatas y sólo tenemos que torearlo: ahí está el acuerdo del TLC como prueba. Las muestras de solidaridad al paso de la caravana, con el drama humano de sus hombres y mujeres desesperados, sus niños, sus viejos y sus enfermos, son reales y conmovedoras. También son reales las expresiones de rechazo y miedo multiplicadas en redes sociales y recogidas en sondeos demoscópicos. Nadie es xenófobo… Hasta que se convence de que un extranjero amenaza su empleo y su seguridad. Por primera vez el gobierno mexicano, que va de salida, despliega fuerzas policiales para impedir el paso de una caravana. Se dan enfrentamientos, se arrojan gases lacrimógenos. Al final, más de 7 mil cruzan sin documentos la frontera sur. El maltrato es más fácil de esconder cuando los cruces son individuales, no masivos y organizados. La porosidad de la frontera también. Trump agradece el gesto duro y luego fustiga la debilidad. Amenaza e insulta. El gobierno saliente calla o intenta torearlo. Acude a la ONU en busca de ayuda para esa lidia. El gobierno entrante se suma al discurso de que todo es electoral y no hay que hacerle caso al energúmeno. Y el presidente electo ofrece visas de trabajo para los que quieran venir, basado en planes de grandes proyectos de infraestructura que no existen aún ni en papel y que en todo caso tomará años echar a andar. Se apuesta a que los migrantes soliciten legalmente refugio y se queden en albergues oficiales. Sólo mil aceptan, la mayoría avanza hacia el norte. La caravana anterior, de apenas un millar, se diluyó en el centro del país. Esta da muestras de que no se detendrá hasta llegar a la frontera norte. Las acciones y el discurso de los últimos días de poco servirán para evitar un problema mayor a las puertas del vecino del norte. Como sociedad tenemos mucho que reflexionar sobre nosotros mismos. La administración saliente debe dar respuestas concretas antes de que le estalle la bomba. La entrante debe ir concretando las suyas rápidamente porque el problema migratorio no se acaba con esta caravana y porque Trump ahí seguirá y parece decirle, citando al ya clásico: “Nos vemos el 2 de diciembre’”.

Ofensiva final pro NAIM

Milenio, Trascendió, asegura que: “faltando cuarto para las 12 se armó la ofensiva final en favor de la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México en Texcoco con una estrategia coordinada de las aerolíneas estadounidenses, el banco Citibanamex, la cúpula empresarial mexicana y el sector de la construcción, que de paso reprobaron la consulta auspiciada por el gobierno electo, que encabeza Andrés Manuel López Obrador. Aunque el secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, el mexicano José Ángel Gurría, no se atrevió a destapar su voto contra la opción de Santa Lucía, sí insinuó que la jugada es Texcoco o se inhibirá el apetito de inversionistas por el retraso que implicará un cambio de terreno”.

AMLO calienta consulta de aeropuerto

El Universal, Bajo Reserva, asegura que: “a unas horas de que inicie la consulta sobre los proyectos del aeropuerto, Texcoco o Santa Lucía, Santa Lucía o Texcoco, se han hecho sentir distintos actores de la industria y otros del sector financiero para opinar o dar sus puntos de vista sobre las ventajas de la obra en Texcoco. Asomaron la cabeza las aerolíneas de Estados Unidos, la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores de México y Citibanamex para tratar de alertar de las mejores condiciones de la obra denominada Nuevo Aeropuerto Internacional de México. Pero el símil que hizo la institución bancaria del posible ‘error de octubre’ en 2018 con el ‘error de diciembre’ de 1994, en caso de decidir por Santa Lucía, prendió las alertas en el equipo del presidente electo Andrés Manuel López Obrador, al grado que el tabasqueño tuvo que grabar un video en pleno vuelo para tratar de calmar a los inversionistas, a los mercados y a la paridad peso-dólar. En pocas palabras, dijo que no habrá crisis económica ni devaluación, en caso de optar por Santa Lucía. ¡Nada de eso!, expresó. El tema está de lo más caliente, nos hacen ver.”

Gritos y sombrerazos morenos

Reforma, Templo Mayor, asegura que: “quienes ayer pasaron por el Edificio E de San Lázaro seguramente escucharon gritos y sombrerazos, debido a que se puso intensa la reunión de los diputados de Morena con uno de los hombres más cercanos a Andrés Manuel López Obrador. El encuentro fue con Gabriel García Hernández, quien será el súper enlace del Poder Legislativo con los súper delegados que operarán como virreyes en los estados. La reunión fue para exponerles cómo va el censo de necesidades que mandó a hacer Andrés Manuel López Obrador en todo el país… y aquello se puso pesado. Por un lado, García Hernández les exigió que apoyaran con gente y recursos para la realización del censo en sus propias entidades, pues nomás no logran sacar adelante la tarea que les encomendaron. Por su parte, los diputados morenistas le reclamaron que los futuros súper delegados todavía ni asumen el cargo, pero ya son inalcanzables. Que ni siquiera reciben a los legisladores cuando estos piden cita para plantearles alguna necesidad específica en su distrito. Y obviamente la idea de hacerles la chamba del censo mucho menos les gustó”.

@loscabareteros