«Con el informe que pronunciará hoy el presidente López Obrador comienza esa segunda mitad del sexenio en el que los días se acortan y los objetivos se alejan. Les ha sucedido a todos los presidentes de la República. No hay forma de evitarlo, porque es consecuencia de la temporalidad del poder. Y tampoco se pueden diseñar fórmulas para establecer una fuga hacia adelante, como le están recomendando algunos personajes al presidente López Obrador.
Un ejemplo, leía en la edición en español del Washington Post un texto de Gibrán Ramírez, uno de los jóvenes intelectuales de las ramas duras de la 4T, que decía, como opinan otros personajes de esa corriente como Epigmenio Ibarra o John Ackerman, que el presidente López Obrador tiene que elegir entre dos opciones: una parálisis legislativa en la segunda mitad de su mandato, ya que no tiene mayoría como para imponer las reformas constitucionales que demanda, o convocar al pueblo a las calles para que las imponga con la movilización, argumentando que para ello tiene una legitimidad ganada en las urnas»: Jorge Fernández.




