«El relevo de Santiago Nieto se veía venir. Quien ocupa una responsabilidad tan delicada no puede tener otra agenda que la del presidente. No fue el caso de Santiago Nieto. Actuaba para complacer al presidente, pero prevalecía su interés personal. La actuación del titular de la UIF debe estar al margen del protagonismo mediático. No fue así. De hecho, el pecado mayor de la pareja que decidió unir sus vidas en ceremonia religiosa en Antigua Guatemala, ha sido la desbordada visibilidad mediática, la boda lo revela. La consejera tiene cargo para ello, aunque comprometa el sentido de cuerpo que debe prevalecer en el INE, pero él no»: Federico Berrueto.




