«Las alteraciones de las cadenas de suministro están afectando seriamente la recuperación económica global. Es una situación extraña en muchos sentidos. Los tipos de productos y servicios afectados por las demoras y las escaseces –incluido un amplio rango de productos intermedios, desde materias primas hasta semiconductores, y los productos finales que dependen de ellos- se asemejan a lo que uno vería en una economía de guerra. Y las alteraciones nos tomaron en gran medida por sorpresa.
Por cierto, en el primer trimestre de este año, se proyectaba de manera contundente que el crecimiento iba a acelerarse, y los expertos no estaban precisamente haciendo sonar la alarma de que la oferta no iba a poder mantener el ritmo»: Michael Spence.




