A cuatro meses de las elecciones y pese a no contar con una mayoría parlamentaria suficiente para poder sacar adelante reformas constitucionales sin consenso, el presidente Andrés Manuel López Obrador presenta este lunes una serie de iniciativas que considera trascendentales para blindar lo que llamó “la cuarta transformación de México”, su personal visión de país.
Entre las propuestas que enviará al Congreso hay varias para elevar a rango constitucional programas sociales ya en vigor, reformar el sistema de pensiones o garantizar incrementos adecuados anuales del salario mínimo.
Pero también hay propuestas que, de antemano, el propio mandatario ha reconocido que tienen pocas o ninguna posibilidad de prosperar porque han sido rechazadas por toda la oposición o incluso por los tribunales.
Sin embargo, como ha ido adelantando en diversas conferencias de prensa, quiere presentarlas de todos modos para que quede constancia de que él las apoya.
La reelección está prohibida por la constitución mexicana y López Obrador ya anunció su jubilación al acabar su mandato el próximo 1 de octubre, por lo que muchos analistas consideran que esta es una manera de marcar la línea a seguir por la candidata oficialista Claudia Sheinbaum, favorita de cara a la votación del 2 de junio.
A espera de que este lunes, cuando se cumplen 107 años de la promulgación de la Constitución, detalle las iniciativas, López Obrador ya adelantó varias.
Dijo que volvería a presentar propuestas para que la Guardia Nacional —el cuerpo estrella de su administración— quede en manos del Ejército y no bajo poder civil como se estableció cuando fue creada, o para que las empresas estatales de energía tengan prioridad sobre las privadas. La Suprema Corte de Justicia de la Nación ya se ha pronunciado en contra de leyes anteriores con esos objetivos.
También aspira a eliminar organismos reguladores, como el de antimonopolio o de transparencia, porque considera que “no le sirven al pueblo” aunque todos los partidos de oposición han arremetido duramente contra esta idea que dañaría la democracia y la competitividad en el país. López Obrador intentó también reformar, sin éxito, el Instituto Nacional Electoral y las leyes electorales justo antes de la contienda de este año.
Otra de las polémicas propuestas que podría concretarse este lunes es una reforma del Poder Judicial para que, entre otras cosas, los magistrados de la Suprema Corte sean elegidos por voto popular.
En este sentido, Alberto Pérez Dayán, juez del máximo tribunal, aprovechó el acto oficial del día de la Constitución —al que no asistió el presidente— para afirmar que “hay que alejar al Poder Judicial de la política” para que pueda ejercer su labor adecuadamente.
En plena contienda electoral también se espera que algunas de las medidas propuestas por López Obrador puedan tener el apoyo de parte de la oposición.
Entre ellas está cambiar la ley de pensiones y que los trabajadores puedan recibir el 100% de su último salario al jubilarse, una idea que, en principio, ha sido vista con buenos ojos por los tres principales grupos opositores y que se presentan a las elecciones en coalición —el Partido Revolucionario Institucional, el de Acción Nacional y el Partido de la Revolución Democrática—.
No se descarta que también pudieran apoyar otras iniciativas sociales que son las que más réditos políticos han dado al presidente.
Previo a esta batería de propuestas, López Obrador había enviado al Congreso 10 reformas constitucionales de las que sólo cinco fueron aprobadas, según datos del Senado. Entre ellas destaca la de creación de la Guardia Nacional, la de revocación de mandato y algunos programas sociales.
En su más de un siglo de historia, la Constitución mexicana ha sido reformada en 256 ocasiones.
El presidente ha reconocido que con la presentación de todas estas propuestas a cuatro meses de las elecciones quiere blindar cuantos cambios sean posibles para que, llegue quien llegue al poder, “no va a ser fácil que los quiten”.
Pese a estar en la recta final de su mandato y no haber podido bajar los altos índices de violencia, López Obrador mantiene muy alta su popularidad, lo que beneficia a la candidata oficialista. La segunda en la contienda es Xóchitl Gálvez, postulante de la coalición opositora, con lo que todo apunta que México tendrá este año por primera vez una mujer en la presidencia.
Proceso