El nuevo cohete gigantesco de la NASA llegó a su plataforma de lanzamiento este viernes, listo para una serie de pruebas previas a su autorización para despegar hacia la Luna este verano boreal en un vuelo sin tripulación.
La nave salió del edificio de ensamblaje de aparatos del Centro Espacial Kennedy el jueves por la noche y comenzó un viaje de casi 11 horas en un transportador oruga hasta el Complejo de Lanzamiento 39B, a donde llegó a las 04:15, hora local.
Alrededor de 10 mil personas se habían reunido para ver el acontecimiento.
Con la cápsula Orión en su punta, el cohete SLS (Sistema de lanzamiento espacial, en español) mide 98 metros de altura, más que la Estatua de la Libertad, pero un poco menos que los 110 metros del cohete Saturno V, que envió al hombre a la Luna durante las misiones Apolo.
Sin embargo, el SLS contará con un empuje de 39.1 meganewtons, 15 por ciento más que Saturno V, lo que lo convierte en el cohete más potente del mundo.
Tras su arribo a la icónica plataforma de lanzamiento, desde la cual ya despegaron 53 transbordadores espaciales, durante aproximadamente dos semanas el SLS será sometido a más controles antes de lo que se conoce como el «ensayo general mojado».
El 3 de abril el SLS cargará más de 3.2 millones de litros de propulsor criogénico en el cohete y practicará cada fase de cuenta regresiva del lanzamiento, deteniéndose diez segundos antes del despegue, sin encender los motores.
«Desde este lugar sagrado e histórico, la humanidad pronto se embarcará en una nueva era de exploración», dijo el administrador de la NASA, Bill Nelson, en un comunicado este viernes.
La Jornada