Desde la redacción de @loscabareteros ponemos a su consideración la “Columna de columnas nacional” del martes 12 de diciembre de 2017. AMLO, Meade, Anaya: carrera de tres, luego de dos… Fragmentación: la fragmentación del voto en años recientes ha tendido a beneficiar relativamente al PRI y las coaliciones a perjudicarlo; sin embargo, esto no equivale a decir que la fragmentación siempre lo beneficiará. Ninguna elección estatal reciente permite pronosticar una elección presidencial de manera confiable…
Rayuela
Romero Deschamps fue relecto por seis años más. Hay cuotas que no se tocan. ¡Viva el cambio generacional!
http://www.jornada.unam.mx/2017/12/12/
Carrera de tres, luego de dos
Luis Carlos Ugalde escribe hoy en El Financiero acerca de los contendientes en las próximas elecciones: “Con la postulación de Ricardo Anaya como precandidato de la coalición Por México al Frente, empieza ya la carrera por la Presidencia de la República. La ley dice que las campañas inician formalmente el 30 de marzo de 2018; en los hechos iniciarán este 14 de diciembre, cuando comienzan las precampañas, que no lo son porque nadie las usa para lo que fueron diseñadas: estimular la democracia interna para elegir candidatos. José Antonio Meade, Andrés Manuel López Obrador y Ricardo Anaya son ya los candidatos reales de sus partidos, sea por designación presidencial o por autopostulación. La carrera inicia con tres candidatos relevantes (después podría haber algún independiente que despunte). La principal lucha de las próximas semanas será entre el PRI y la coalición PAN-PRD-MC para convertirse en el retador de AMLO. Misma historia que en 2006 cuando López Obrador iniciaba la campaña, en enero de ese año, con más de 10 puntos de ventaja y el PAN y el PRI compitieron por varias semanas para consolidar el segundo lugar y desde ahí retar al candidato puntero. El ganador de esa semifinal fue Felipe Calderón (PAN), quien desplazó a Roberto Madrazo (PRI) al tercer sitio y detonó así la estrategia del voto útil que acabó por darle el triunfo frente a López Obrador (0.56%). Se escuchan tres mensajes de los candidatos. 1) AMLO: destruir a la mafia del poder para dar justicia y bienestar al pueblo; 2) Meade: consolidar las reformas estructurales y volver a México una potencia global; 3) Anaya: ni la corrupción del PRI ni el populismo de López Obrador; somos el cambio responsable. El tema central de 2018 será la idea de cambio; quien logre posicionarlo con más credibilidad puede resultar el ganador de los comicios. Aunque las elecciones no se ganan sólo con ideas, sino cada vez más con dinero y estructuras de movilización, sin una narrativa atractiva y creíble no hay forma de vender esperanza y conquistar a los electores. (…) Sería inédito que el electorado llegará en tercios hasta el final de la temporada electoral y que la competencia fuera de tres el 1 de julio de 2018. El sistema de una vuelta con multipartidismo estimula una competencia de dos al final del camino. Más inédito aún sería que la final de 2018 no incluyera a López Obrador. Muy improbable, pero todo puede pasar.
http://www.elfinanciero.com.mx/opinion/carrera-de-tres-luego-de-dos.html
AMLO, Meade, Anaya
La boleta electoral para 2018 comienza a tomar forma, y los tres aspirantes seguros son AMLO, José Antonio Meade y Ricardo Anaya. Tres personajes que en sí mismos representan la crisis de la partidocracia mexicana. Así lo asegura en Milenio, el periodista Carlos Puig, escribe que: “hay algo interesante en que la elección del próximo año sea una elección de tres. Creo que los tres candidatos que hoy tenemos reflejan en algo la crisis de los partidos y puede ser que los tres representen de alguna manera las fuerzas que se disputan la conducción a futuro del país. No hay mayor prueba de la crisis del PRI que tener un candidato no priista. Uno que debe pedir al partido que lo haga suyo […]. El candidato del PRI y sus anexos es poco conocido como candidato, pero no habrá muchas dudas de qué modelo quiere para el país, es un modelo que él y los suyos han construido en las últimas décadas. Con Andrés Manuel López Obrador tampoco hay muchas dudas, sabemos lo que piensa, cómo lo dice y sus planes no han cambiado mucho de 2006 a la fecha. Se hizo un partido a la medida […]. Y luego está el Frente. Y ahí, sobre todo hay preguntas. Si Ricardo Anaya tiene alguna oportunidad, es porque aún no se conoce ni a su candidato ni su agenda. No sabemos cuántos del PAN añoran a Meade y sus tecnócratas o cuántos perredistas prefieren votar por AMLO que por un panista; ni de qué tamaño es el crecimiento de MC en muchas zonas del país. Tienen suficientes gobernadores y presidentes municipales para impactar en la operación de tierra y no pocos recursos económicos gracias a la alianza. Tienen al candidato más joven y pocas ataduras al pasado de gobierno federal panista. Sus primeros discursos suenan, como lo de López Obrador a algo diferente. Faltan muchos meses y veremos cómo se va construyendo la narrativa de la elección, por lo pronto, si esta elección es de estos tres, suena interesante. Como dice Aguilar Camín, sin distracciones”.
Fragmentación
Javier Aparicio, profesor investigador del CIDE, escribe en Excélsior acerca de la fragmentación del voto y las implicaciones para el PRI: “Si bien cada resultado electoral es sujeto a diversas interpretaciones, sospecho que tendemos a sobrerreacionar ante las elecciones más recientes. En 2015, hubo quien dijo que el PRI había dado una ejemplar lección, tanto de buen desempeño como de estrategia electoral, al retener la mayoría de la Cámara de Diputados. Otros más vieron a las candidaturas independientes como la solución mágica frente al hartazgo que producen nuestros partidos políticos. Otros más observamos que en ese año el PRI se había beneficiado de una inusual fragmentación del voto a diestra y siniestra: por un lado, PRD y Morena, y la pérdida de votos del PAN en Jalisco y Nuevo León por el otro. En 2016, cuando el PRI perdió en siete de doce elecciones para gubernaturas, hubo quien se apresuró a afirmar que el PAN podría ser el indiscutible ganador en 2018 y que el PRI sería ineludiblemente derrotado. En este espacio apuntamos que, aunque el PAN había cosechado triunfos notables, también había perdido dos de las tres entidades que habían ganado seis años atrás (Oaxaca y Sinaloa). De hecho, en 2016 hubo alternancia en ocho de doce entidades. Un año más tarde, cuando el PRI retuvo el poder en el Estado de México y Coahuila, para muchos cambió el diagnóstico: ahora el rival a vencer en 2018 sería el PRI. Es un interesante cambio de narrativa, por decir lo menos, cuando el PRI ha aparecido segundo o tercer lugar de preferencias en la mayoría de las encuestas serias a lo largo de este año. A mi modo de ver, el hecho de que el PRI sólo haya conseguido 33.56% de los votos en uno de sus otrora bastiones, como lo era hasta ahora el Estado de México, debería ser más una señal de preocupación que de optimismo para ese partido. Pero cada quien. La fuerza electoral del PRI en elecciones estatales ha venido en declive desde 2012 a la fecha: por ello, ese partido gobierna ahora el menor número de entidades y municipios en su historia. Al mismo tiempo, también es cierto que las preferencias de voto se han ido fragmentando cada vez más y que esto puede beneficiar al PRI. Si analizamos las elecciones para gubernatura en las que el ganador ha obtenido menos de 35 por ciento de votos, observamos que el PRI ha sido capaz de obtener triunfos en entidades como Oaxaca (32%), Tlaxcala (32.5%) y el Estado de México (33.5%). En contraparte, la coalición PAN-PRD ganó en Veracruz con 34.4%. Los simpatizantes del PRI tienden a pensar que el resto del país puede comportarse como el Estado de México. Los simpatizantes del Frente PAN-PRD-MC tienden a pensar que el 2018 puede parecerse más a Veracruz. ¿Quién tendrá la razón? Otra forma de medir la fragmentación del voto es considerar el “número efectivo de partidos o candidaturas” (NEP), una cifra que se calcula como función de los votos obtenidos por los principales partidos. Si analizamos las últimas 60 elecciones para gubernatura del país, el número efectivo de partidos promedio ha sido de 2.6. Pues bien, en las contiendas en que el número efectivo de candidaturas ha sido menor a 3, el PRI ha obtenido 22 triunfos y 24 derrotas. Y en las contiendas con NEP mayor a 3, ha obtenido 9 triunfos contra 5 derrotas. La fragmentación del voto en años recientes ha tendido a beneficiar relativamente al PRI —y las coaliciones a perjudicarlo—. Sin embargo, esto no equivale a decir que la fragmentación siempre lo beneficiará. Ninguna elección estatal reciente permite pronosticar una elección presidencial de manera confiable: ni serán los mismos votantes ni serán los mismos candidatos. Por último, no todas las candidaturas que lleguen a la boleta serán candidaturas efectivas”.
http://www.excelsior.com.mx/opinion/javier-aparicio/2017/12/09/1206675
El Frente, la propuesta a Mancera
Raymundo Rivapalacio escribe hoy en El Financiero sobre Miguel Ángel Mancera que: “…pensaba renunciar este fin de semana pasado, tras entregar la presidencia de la Conferencia Nacional de Gobernadores. Estaba listo para que lo sustituyera Patricia Mercado, secretaria general de Gobierno, mientras se presentaba la terna a la Asamblea Legislativa y el secretario de Desarrollo Social, José Ramón Amieva, asumía el cargo. La Conago pospuso su reunión para el miércoles, porque el presidente Enrique Peña Nieto, quien presidirá el encuentro, viajaba a una cumbre climática de líderes en París. Le iba a dar más tiempo a Mancera para seguir forzando un método abierto para definir la candidatura presidencial del Frente Ciudadano, pero cuando los partidos de la coalición fueron el viernes al Instituto Nacional Electoral a registrarla, ya lo habían decidido. La candidatura presidencial, por consenso, sería para el PAN. “No se quiso arriesgar el PRD”, dijo un cercano a Mancera. “No se la rifó”. La tarde del viernes todo estaba consumado. Mancera, que le encargó a Alejandra Barrales, líder del PRD, la negociación del Frente y le depositó toda su confianza, lo hizo públicamente a un lado el sábado –en privado, se había deslindado de él hace tres semanas– y señaló que podría coordinar la campaña presidencial de Ricardo Anaya. Segunda humillación para Mancera en menos de una semana. Primero, el líder de Movimiento Ciudadano, Dante Delgado, dijo que podría ser coordinador de la bancada frentista en el Senado; luego Barrales, el remate. Mancera rechazó las dos propuestas y dijo que se quedaría al frente del Gobierno de la Ciudad de México. Quizás, sin embargo, fue prematuro el anuncio; probablemente empujado más por emociones que por razones. Dentro del equipo de Anaya quieren a Mancera para otra función: jefe de gabinete en la Presidencia del panista. Esta posición no existe todavía, pero es parte de lo planteado dentro de la coalición. Los documentos de la coalición no han sido dados a conocer públicamente, pero establecen la repartición de posiciones electorales, redondeadas, con el 49% para el PAN, el 33% para el PRD y el 17% para Movimiento Ciudadano. La coalición va más allá. Incluye los fundamentos para un gobierno realmente de coalición, donde haya equilibrios y posiciones de Estado conjuntas. Todo el gabinete tendría que ser sometido a aprobación del Senado, para evitar complicidades y amiguismos, y se crearía la jefatura de gabinete, en la forma de una Secretaría de la Presidencia. La jefatura de gabinete es la forma como se define en la Casa Blanca, por ejemplo, al número dos en la Presidencia, que maneja toda la operación interna –que incluye la seguridad nacional, el presupuesto, las negociaciones comerciales internacionales y la comunicación–, la agenda del presidente, a quién ve y a quién no, articula al gabinete y lleva a cabo las negociaciones políticas más delicadas con el Capitolio y los gobernadores. En países como Francia, Canadá o la Unión Europea, el jefe de gabinete es el principal colaborador político del presidente o el primer ministro, por encima de todos los miembros del gabinete y considerado, como en Estados Unidos, el poder detrás del trono. (…) Mancera puede jugar un papel importante en el campo de los ciudadanos y como puente entre sectores partidistas que no están de acuerdo con la coalición. Él siempre fue un creyente del Frente Ciudadano y no tendría por qué decidir de manera individual su exclusión por el hecho de no haber sido nominado candidato a la Presidencia, ya sea como eventual jefe de gabinete, o en otra posición”.
http://www.elfinanciero.com.mx/opinion/el-frente-la-propuesta-a-mancera.html
Meade cambia de coordinador de campaña
AMLO parece empeñado en dar a Meade consejos de campaña, sin embargo estas sarcásticas sugerencias del tabasqueño podrían estarle dando al ex funcionario federal algunas pistas para conseguir el posicionamiento que le falta con la gente. Al respecto en El Universal, el periodista Carlos Loret de Mola, escribe que: “¿alguna vez usted ha visto un anuncio de Coca-Cola atacando a Big Cola? Nunca. De esos refrescos, Coca-Cola es el primer lugar en ventas, luego Pepsi y en un claro tercer lugar aparece Big Cola. Los especialistas en marketing coinciden en que alguien que está muy arriba en participación de mercado debe publicitar su propia marca, reforzar el gusto de la gente, crear más hábito, pero nunca ponerse a pelear con el tercero […]. Andrés Manuel López Obrador está […] cometiendo ese error. Según prácticamente todas las encuestas, al arranque de la contienda presidencial 2018, el líder de Morena le saca casi el doble de ventaja al priísta José Antonio Meade […]. Sin embargo, desde que Meade fue destapado, López Obrador le ha dedicado un misil en cada oportunidad que ha tenido: […] ‘se los dije: estaba mejor Chong’, ‘¿quién conoce a Meade? Que levante la mano’, […] ‘los candidatos de la mafia del poder no conocen el país, no salen al sol, están blancos’ […]. Y en plan coordinador de campaña les sugirió que visitaran pueblos y recogieran los sentimientos de la gente. Su principal rival se ha vuelto su principal aliado. Meade es un político con escaso nivel de reconocimiento: según la misma encuesta sólo 28 por ciento de la gente sabe quién es. López Obrador, el político más conocido y popular del momento, se está encargando de volverlo famoso. Los especialistas en publicidad tendrían mucho que recomendar al tabasqueño. Y más de un agudo asesor podrá decirle: vas ganando, no empieces a perder. ¿Por qué lo hará? Sólo lo sabe el puntero en las encuestas”.
Control de Anaya, debilidad de Los Chuchos
Tras su destape como precandidato presidencial, Anaya ha sido motivo del análisis de la opinión pública, que si bien ya había considerado la posibilidad de que el Panista se alzara como candidato del “Frente ciudadano por México”, ahora analiza la distribución de poder entre las fuerzas políticas que integran la alianza y el control que Anaya ejerce al encabezarla. Al respecto en Milenio, el periodista Joaquín López Dóriga, escribe que: “cuando Andrés Manuel López Obrador y Ricardo Anaya denunciaban el dedazo priista, […] se mordían alguna extremidad, incapaces de aceptar que cojeaban del mismo dedo, del suyo, y que sus nominaciones no surgían de una decisión popular o de un acuerdo ciudadano, sino de sus respectivos autodedazos […]. El autodenominado Frente Ciudadano, de prosperar, solo sería por la debilidad del PRD, incapaz de lanzarse con un candidato propio, Miguel Mancera, al que le fueron a ofrecer la candidatura cuando Los Chuchos, que había decidido ser cola de ratón, ya había negociado ir con el bloque y con Anaya de su candidato […]. Pero fueron a la puesta en escena con Mancera en busca de encarecer lo que ya habían rendido: al partido, esta será la primera vez en su historia en la que el PRD no participa en una elección presidencial con un candidato propio: Cuauhtémoc Cárdenas en 1994 y 2000, y Andrés Manuel López Obrador en 2006 y 2012. En 2018, el PRD ha desaparecido de la contienda presidencial por las divisiones internas, la debilidad e intereses de sus dirigencias, la falta de cuadros y la necesidad de cambiar partido por franquicia a la cola, ¡quién lo hubiera pensado!, de Acción Nacional. Esto, que deja al PRD fuera de la competencia presidencial, plancha el camino al candidato de un PAN aliado pero dividido, Anaya, ante López Obrador y Meade que, insisten que va en tercero, cuando los que presumen pelear por la medalla de oro se unen contra el que dicen que tiene la de bronce”.
Agárrense
En tanto, en el Excélsior, su columna de trascendidos, Frentes Políticos, asegura que: “el tablero electoral va tomando forma rumbo a 2018. Meade, López Obrador y Anaya se perfilan como los punteros, por ello, la guerra verbal ha comenzado. López Obrador calificó de ‘pirrurris y peleles’ a Anaya y a Meade. Vicente Fox aseguró que: ‘El país no es guardería ni un manicomio’ en alusión a Anaya y a AMLO. Enrique Ochoa líder nacional del PRI, aseguró que la candidatura presidencial del panista Ricardo Anaya es ‘un pollo que llegó muy desplumado a esta etapa’. Si usted escucha calificativos como: mentiroso, falso, demagogo, populista, necio o terco, no se alarme, es la prueba de que la batalla por la Presidencia ya inició”.
http://www.excelsior.com.mx/opinion/frentes-politicos/2017/12/12/1207216
AMLO también quiere su Frente
En tanto, respecto a las alianzas partidistas de cara a la elección de 2018, en El Universal, su columna de trascendidos Bajo Reserva, asegura que: “después del complicado parto de la ambidiestra coalición PAN-PRD-MC, los partidos PRI, PVEM, Panal trabajan en su propia alianza con José Antonio Meade. Y para no quedarse atrás, Andrés Manuel López Obrador, su partido Morena y el PT están a punto de sumar a su causa electoral al Partido Encuentro Social. Nos dicen que don Andrés Manuel está por alcanzar un acuerdo con el PES, después de que el líder del partido, el diputado federal Hugo Eric Flores, entregó al tabasqueño una propuesta para el reparto de las candidaturas, que nos aseguran ha sido bien vista por el líder máximo de Morena. Así es que si todo va por buen camino, en los próximos días estará naciendo el frente de AMLO. ¡Agárrense!”
http://www.eluniversal.com.mx/columna/periodistas-el-universal/nacion/amlo-tambien-quiere-su-frente
Niño Verde desesperado por congraciarse con Meade
Otra de las esperadas alianzas rumbo a 2018 es la de PRI – PVEM – PANAL, sobre ello en el diario Reforma, su columna de trascendidos Templo Mayor, asegura que: “cuentas que el ex ‘Niño Verde’, Jorge Emilio González Martínez, anda desesperado por congraciarse con José Antonio Meade, lo cual explica el show que armó para darle el respaldo del PVEM y prometerle cinco millones de votos. El dueño del negocio verde le advirtió a sus huestes que debían movilizar a todas las tropas y que quien no acudiera -música de ‘El Padrino’, maestro- se atuviera a las consecuencias. Uno de los ausentes fue Manuel Velasco, el único Gobernador surgido de las filas verdes, que desde hace tiempo ha pintado su raya con el PVEM. Otro que no llegó fue el Senador Pablo Escudero, pero éste porque dicen que ya es cliente asiduo de las camas de bronceado, porque ahora quiere verse… ¡muy moreno!”.
Legisladores a la escuela
En Milenio, su columna de trascendidos Trascendió, asegura que: “en la Cámara de Diputados se van a poner a estudiar en serio. El coordinador de la fracción priista, César Camacho, firmó ya el convenio con el rector de la UNAM, Enrique Graue, para cursar un doctorado en derecho a fin de legislar con perspectiva de género, apenas terminada la maestría en equidad de género, promovida también por el priista. Además, los tricolores han firmado otros acuerdos para que el personal legislativo, diputados y sus asistentes concluyan estudios de licenciatura”.
http://www.milenio.com/firmas/trascendio_nacional/Trascendio_18_1083671638.html
Seguridad interior
La ley de Seguridad Interior continúa en el centro de la polémica, las opiniones están divididas, hay quienes afirman que se trata de un peligroso acto de militarización del país, mientras otros destacan que se trata de una normativa necesaria ante la violencia que se vive en el país. Al respecto en Milenio, el periodista Carlos Marín, escribe que “las comisiones de Gobernación, Marina y Defensa del Senado acertaron al convocar a los mandatarios de algunas de las entidades más ensangrentadas por el crimen organizado para que expusieran ante legisladores lo que piensan de la ley de seguridad interior. Priistas y panistas (Héctor Astudillo, José Ignacio Peralta, Juan Carreras, Marco Mena, José Rosas Aispuro, Francisco Domínguez y Aristóteles Sandoval) no lo dudan: la ley no propicia ‘militarizar’ el país y enfatiza el respeto a los derechos humanos. A su vez, Miguel Ángel Mancera consideró que el proyecto debe modificarse en algunos aspectos, haciendo consideraciones sobre sus alcances, por la probable afectación a la soberanía de los estados. Quienes impugnan la ley, ¿qué sugieren sin militares en lugares como Veracruz con Los Zetas, en Tamaulipas con el Golfo, en Chihuahua con La Línea, en Guerrero con Los Rojos y Guerreros Unidos, o en los 22 estados que disputa el Jalisco Nueva Generación…? ¿Y qué decirles a los deudos de los asesinados o por asesinar…?”.
@loscabareteros