Columna de columnas nacional (30 nov 17)

Desde la redacción de @loscabareteros ponemos a su consideración la “Columna de columnas nacional” del jueves 30 de noviembre de 2017. El gran perdedor: Meade derrotó al secretario de Gobernación y a quien mejor representaba, la nomenklatura del partido. Osorio y Meade se toman foto: el aún secretario de Gobernación ha aceptado con disciplina clásica el castigo, según las apariencias públicas… La pequeña historia de José Antonio Meade: qué ha sido, para entender qué será. Meade vs AMLO: el carisma que estorba o la suerte del bonito…

Rayuela

El gobernador Yunes, más que mal gobernar Veracruz, está empeñado en que su sucesor sea el orgullo de su nepotismo.

http://www.jornada.unam.mx/2017/11/30/

El gran perdedor

Raymundo Rivapalacio escribe en El Financiero respecto a la derrota de Osorio Chong: “Hasta el último momento, Miguel Ángel Osorio Chong, el poderoso secretario de Gobernación, intentó desbarrancar a quien veía como su único adversario real para quedarse con la candidatura presidencial del PRI. Fue el jueves. Un video donde el secretario de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray, llenó de lisonjas al entonces responsable de Hacienda, José Antonio Meade, (…) fue aprovechado por el equipo de Osorio Chong para quemar esa posibilidad. Se hicieron llamadas a periodistas para que dieran gran difusión al video con énfasis en que el exceso de Videgaray había cancelado la oportunidad de Meade. La difusión del video molestó al presidente Enrique Peña Nieto, pero no suficiente para cambiar su decisión. El viernes por la noche comunicó a los cuatro rivales de Meade que la nominación no caería en ellos. Osorio Chong le informó a su equipo que él tendría la candidatura, que había visto como suya la noche del 7 de septiembre del año pasado, cuando festejó con sus cercanos la caída de Videgaray, que había renunciado como secretario de Hacienda tras el escándalo por la visita de Donald Trump a Los Pinos, que él organizó. Sin Videgaray y con el secretario de Educación, Aurelio Nuño, golpeado por la oposición magisterial a la Reforma Educativa, parecía que el camino hacia la candidatura presidencial estaba allanado. (…) El golpeteo contra Nuño provocó un enfriamiento en la relación con el Presidente, que le había tolerado que se le escapara Joaquín El Chapo Guzmán, permitido que organizara la distribución de armas a los paramilitares en Michoacán disfrazados como grupos de autodefensa civil. Pero sobre todo, que no rindiera cuentas por el colapso de la estrategia de seguridad, que planeó desde los días de la transición en 2012. El inicio de la pesadilla de Peña Nieto fue permitir la fusión de las secretarías de Gobernación y Seguridad Pública. Era un error, le dijo a Osorio Chong el entonces secretario de Seguridad, Genaro García Luna, porque el cargo demolía carreras políticas. Osorio Chong lo ignoró. A mes y medio de entrar el nuevo gobierno, se cuestionó a Osorio Chong sobre ese movimiento. Apuntó que era una recomendación de Santiago Creel, quien le dijo que cuando fue secretario de Gobernación tuvo problemas permanentes con el secretario de Seguridad Pública, porque carece de las herramientas para reforzar la gobernabilidad con una fuerza pública. La propuesta de Creel era otra, la creación de una Secretaría del Interior en Bucareli, encargada de la seguridad pública, y una Secretaría de la Presidencia dedicada a la política, como la tuvo el presidente Luis Echeverría. Amasar poder en menoscabo de la gobernabilidad le costó a Osorio Chong, quien quedó atapado en menesteres policiales con una estrategia de seguridad que estalló en pedazos a mitad del sexenio. (…) Al cierre de la semana pasada, la instrucción era estar atentos porque el destape era inminente. No esperaba en ese momento que el desenlace tendría otro derrotero. (…) Frente a los resultados, su fracaso se escribe en piedra: Meade derrotó al secretario de Gobernación y a quien mejor representaba, la nomenklatura del partido. Punto.

http://www.elfinanciero.com.mx/opinion/el-gran-perdedor.html

Osorio y Meade se toman foto

En La Jornada, el periodista Julio Hernández López, escribe sobre la reunión que tuvieron José Antonio Meade y Miguel Ángel Osorio Chong en un restaurante de la Ciudad de México, y aunque no dieron declaraciones al terminar su reunión, se especula que en principio fue para aclarar los conflictos entre ellos por la designación de Meade como precandidato del Partido Revolucionario Institucional, y del tema nos cuenta que: “la foto del día muestra a José Antonio Meade en escaparate gastronómico con Miguel Ángel Osorio Chong, ambos en busca de dejar testimonio de unión y contento. […]. Pero el hecho político más relevante del día es la abierta presión de Enrique Peña Nieto para que el Poder Legislativo apruebe la ley de seguridad interior, que permitirá al Ejército y a la Marina seguir haciendo lo que hasta ahora han hecho en materia de crimen organizado […] pero, también, ante todo tipo de disturbios del orden interior, entre ellos las protestas y movilizaciones vigorosas y desbordadas, también las relacionadas con las eventualidades electorales. La comida del priísta y el no priísta, pensada para su difusión en los medios, trata de conjurar las posibilidades de disidencia interna en el Partido Revolucionario Institucional. A Osorio Chong lo ablandaron, en los días previos al destape de Meade, a base de filtraciones de asuntos oscuros que ahora podrán seguir en blanco si se mantiene la unidad en torno al virtual candidato presidencial priísta. Ayer mismo, luego de la foto en un restaurante de la colonia Tabacalera de Ciudad de México, MAO tuiteó: ‘Buena plática con @JoseAMeadeK. México el tema principal. La unidad es y seguirá siendo la fortaleza del @PRI_Nacional’. Pero no se sabe aún cuál será el destino de Osorio Chong, es decir, si seguirá en Bucareli o asumirá algún rol en la campaña de Meade. Hasta ahora no lo ha visitado el previo destapador oficial, Luis Videgaray, quien quitó la capucha al entonces secretario de Hacienda antes que Peña Nieto y, este martes, estuvo en la oficina de Aurelio Nuño, en la Secretaría de Educación Pública, mientras corre la versión de que el responsable de hacer ler al país podría ser el coordinador general de la campaña de Pepe Toño. Lo cierto es que el aún secretario de Gobernación ha aceptado con disciplina clásica el castigo, según las apariencias públicas, aunque el partidito que cuenta con su influencia, el denominado Encuentro Social, negocia con Morena una alianza que, en dado caso, podría ayudar a que encuentren acomodo en cargos y candidaturas algunos de los cuadros damnificados del Grupo Hidalgo […]”.

http://www.jornada.unam.mx/2017/11/30/opinion/008o1pol

La pequeña historia

Jorge G. Castañeda escribe en El Financiero sobre la designación del “impoluto” Meade: “Los partidos son asociaciones voluntarias, y a quienes disguste tal o cual procedimiento, se encuentran en todo su derecho de marcharse a su casa… o a otro partido. Por eso prefiero centrar la reflexión sobre el nuevo candidato del PRI en lo esencial: qué ha sido, para entender qué será. Es lo que los priistas, y Peña Nieto en particular, prefieren relegar a los márgenes de la discusión. Y con razón: Meade ha sido un pieza central de la corrupción, de las violaciones a los derechos humanos y de un desempeño económico mediocre de los últimos dos sexenios. Su candidatura es indisociable, para la gente decente, de Calderón y de Peña Nieto, y de la relación entre ambos. Sobre la corrupción, dos ejemplos. El escándalo de la llamada Estafa Maestra tuvo lugar, sobre todo, en 2012 y 2013. Como se sabe, a través de este esquema “11 dependencias del gobierno federal desviaron siete mil 670 millones de pesos a través de convenios con ocho universidades públicas que, a su vez, contrataron a 186 empresas para supuestamente cumplir con múltiples servicios, de las cuales 128 no existían” (Animal Político de ayer). En 2012, el secretario de Hacienda, de donde venía todo ese dinero público federal, era José Antonio Meade. Como se sabe, en 2014-2015 –y quizás todavía– casi mil millones de pesos fueron transferidos por el gobierno federal, vía la Secretaría de Relaciones Exteriores, a la organización Juntos Podemos, presidida por Josefina Vázquez Mota, para dizque proyectos de apoyo a los mexicanos en Estados Unidos, sin licitación, sin rendición de cuentas, sin transparencia sobre los gastos operativos. En 2014, el secretario de Relaciones Exteriores era José Antonio Meade. En materia de derechos humanos, el gobierno de México, a través de sus embajadas y consulados, hizo hasta lo imposible para que la sangrienta guerra de Calderón no fuera investigada por la Corte Penal Internacional de La Haya, siendo que existían motivos más que válidos para abrir un examen preliminar. Que el expediente presentado por activistas mexicanos fuera deficiente no significaba que dichas violaciones no hubieran existido. En 2013 y 2014, cuando México se dedicó en cuerpo y alma a blanquear al gobierno de Calderón en esta materia, el secretario de Relaciones Exteriores era José Antonio Meade. A partir de septiembre de 2014, cuando se precipitó la andanada de críticas y denuncias al gobierno de Peña Nieto por las desapariciones de Ayotzinapa, por la tortura generalizada –investigada por un relator del alto comisionado de Derechos Humanos de la ONU–, y por otros casos emblemáticos como Tlatlaya (junio de 2014), el responsable por parte de México de combatir esas denuncias y dizque defender al gobierno fue el secretario de Relaciones Exteriores, a la sazón, José Antonio Meade. Debo decir que, en lo personal, sólo recibí trato cordial y deferente por parte de la Cancillería durante esos años, y que muchos de los funcionarios con quienes colaboré, formal o indirectamente sobre distintos temas de política exterior, me trataron con gran amabilidad, en buena medida por instrucciones de Meade. Pero me resisto a aceptar, sin chistar, las distorsiones o francas mentiras de muchos en los medios, en el PRI y en el seno del empresariado, sobre una pequeña parte de la historia de estos sexenios, y sobre todo, a propósito del pacto de la omertá entre Calderón y Peña Nieto, que traté de describir y denunciar hace casi dos años. Meade lo encarna y lo simboliza.

http://www.elfinanciero.com.mx/opinion/la-pequena-historia.html

El carisma que estorba o la suerte del bonito

Jorge Zepeda Patterson escribe hoy en El País, acerca del perfil “encontrado” por Peña Nieto para disputarle el poder a López Obrador: “Enrique Peña Nieto ha sido un hombre con más fortuna que aciertos. Su carrera lo llevó hasta la presidencia de México tras una vida transcurrida entre algodones y alfombras rojas, sin muchos méritos pero con los padrinos idóneos y el rostro fotogénico necesario. Su desempeño en Los Pinos ha sido deslucido, por decir lo menos. Lo confirman los bajísimos niveles de aprobación entre los ciudadanos, el desplome del PRI en elecciones regionales o el desprestigio por la corrupción y la inseguridad pública que imperan. Hace seis meses parecía que la única posibilidad que tenía el PRI de Peña Nieto para no perder el poder en las elecciones de 2018 consistía en encomendarse al voto duro de sus bases clientelares (estimado en alrededor del 30%) y buscar que el sufragio antipriista se fragmentara en una multitud de candidatos. Pero incluso ese escenario parecía poco factible por el ascenso de Andrés Manuel López Obrador, el líder de la izquierda, muy perfilado para captar el descontento popular. En las peores pesadillas del mandatario figuraba la posibilidad de enfrentar represalias jurídicas tras el ascenso de un Gobierno opositor. Si los candidatos del PRI no despuntaban, la presidencia habría estado dispuesta a apoyar a cualquier abanderado, incluso del PAN, con tal de impedir el triunfo de López Obrador. Pero una vez más la fortuna ha venido al rescate de este bienaventurado. Contra todos los pronósticos, los candidatos de oposición se han desdibujado; la alianza del PAN y el PRD no está en condiciones de ofrecer una opción atractiva y consensuada (por razones cuyo examen excede los límites de este espacio); las candidaturas independientes tampoco han prosperado. Súbitamente, el panorama se ha clarificado y tras la bruma aparecen solo dos fuerzas significativas en el campo de batalla: López Obrador por un lado y el candidato del sistema por el otro. Peña Nieto entendió la coyuntura y eligió a un no priista, por primera vez en la historia de este partido, para encabezar la alianza implícita en contra del opositor de izquierda. El hombre elegido, José Antonio Meade, quien fungía como secretario de Hacienda, es un funcionario que ha trabajado en distintas Administraciones y sin mayor militancia política. Un perfil capaz de atraer el voto del centro y de la derecha y, para el caso, el de cualquier ciudadano que se deje espantar por la campaña que hará de López Obrador un peligro para México. Meade no es un hombre carismático. En opinión de los expertos del PRI, no es necesario que lo sea. Más aún, le habría estorbado. Basta que proyecte una imagen de mesura, responsabilidad, sencillez y de no ser priista. Intentarán convertir la elección de julio en un plebiscito entre el riesgo y la seguridad; entre la barbarie y la cautela; entre el populismo irresponsable y la prudencia financiera y administrativa. Intentarán hacer de Meade el receptor del voto útil de muchos no priistas que carecen de preferencia política o que teniéndola entienden que su candidato (del PAN, del PRD o independiente) no tiene posibilidades de triunfo”.

https://elpais.com/internacional/2017/11/30/mexico/1512000473_535624.html

La comida de Meade y Osorio

En Milenio, el periodista Joaquín López Dóriga, escribe sobre la reunión que tuvieron ayer José Antonio Meade y Osorio Chong en un restaurante de la Ciudad de México, y nos comenta que a pesar de hacer existido las diferencias entre ambos durante su trabajo al interior del gabinete del Presidente Enrique Peña Nieto, su relación es sólida, por lo que si Meade llega a ganar las elecciones del siguiente año, van a seguir viéndose constantemente en los siguientes años, y al respecto nos cuenta que: “las diferencias, profundas entre Miguel Ángel Osorio Chong y Luis Videgaray no eran un secreto para nadie. Pero la orden del Presidente Enrique Peña Nieto era que operaran juntos todo lo que tuvieran que operar, sobre todo, las negociaciones del Pacto con México, donde también participó Aurelio Nuño. […]. Así corrieron los dos primeros años cuando se ahondaron las fricciones hasta que se dio la ruptura. Videgaray hizo equipo con Nuño y se trataban lo indispensable y por razones estrictamente de trabajo. El otro grupo celebró el daño que le ocasionó a Osorio la fuga de El Chapo Guzmán en julio de 2015 y tuvo que aguantar su repunte tras la recaptura, en enero de 2016. El arribo de Enrique Ochoa Reza, el 16 de julio de aquel año por decisión del Presidente Peña Nieto a la dirigencia nacional del Partido Revolucionario Institucional, a la renuncia de Manlio Fabio Beltrones el 20 de junio de 2016 tras la derrota en las elecciones del domingo 5 del mismo cuando la oposición se llevó siete de 12 gobiernos en juego, los suyos lo vieron como una maniobra de Nuño y, por tanto, de Videgaray en su contra. […]. Sobre esa relación con Osorio, el futuro candidato del Partido Revolucionario Institucional me dijo el martes que trabajaron juntos en el mismo gabinete presidencial donde tiene uno las diferencias naturales que tiene siempre todo secretario de Hacienda donde no se le niega un no a nadie. Tengo la fortuna de haber conocido al secretario Osorio desde que era Gobernador y desde entonces hemos construido una relación sólida. Y para que no quedaran dudas, después de hablar por teléfono el mismo lunes, ayer se fueron a comer a la calle y a hablar de un proyecto común, Osorio no será el Manuel Camacho de Carlos Salinas y Luis Donaldo Colosio, nunca lo fue. Por eso, hasta donde sé, se seguirán viendo por años en ese proyecto común si Meade gana las elecciones del próximo 1 de julio. Cada uno en un poder, Ejecutivo-Legislativo”.

http://www.milenio.com/firmas/joaquin_lopez-doriga/comida-meade-osorio-pri-milenio_18_1076472385.html

Meade vs Osorio Chong

Aunque se les vio comiendo juntos, el tiempo que estuvieron reunidos, pero sobre todo el lugar en donde se encontraron no es el ideal para que José Antonio Meade y Miguel Ángel Osorio Chong pudieran aclarar todos los puntos que hay en su relación al interior del gabinete presidencia. En El Universal, el periodista Carlos Loret de Mola, escribe que: “¿se puede hablar bien-bien en un restaurante? ¿Se pudieron decir lo que tienen que decirse José Antonio Meade y Miguel Osorio Chong? ¿Se pudieron reclamar lo que tienen que reclamarse el casi candidato del Partido Revolucionario Institucional a la Presidencia y el Secretario de Gobernación? ¿Negociar lo que tocara? […]En Puerto Chico sirven muy bien la gastronomía española. Así que si no pudieron expresarse con libertad, por lo menos ayer comieron rico. ¿Una apuesta? No lograron desahogar lo que hay entre ambos. En 90 minutos que duró la comparecencia pública, al menos. Es claro que Osorio Chong está enojado por la designación presidencial. La distancia en el anuncio de Peña Nieto y la frialdad en su reacción al destape fueron notorias. […]. ¿Se arreglarán? Está en el interés de ambos. Meade tuvo un destape con muy favorable inercia. No le convendría que alguien interrumpiera esta racha, y menos con alguna señal de división dentro del Partido Revolucionario Institucional. Porque cada vez que se fractura, el Partido Revolucionario Institucional pierde. […]. Osorio tiene muchos hilos de poder en el Partido Revolucionario Institucional y los estados, en sectores más tradicionales, más duros del partido que no necesariamente están entusiasmados con Meade. Pero también tiene algunos cadáveres en el clóset, o por lo menos, sospechas de ellos. […]. En este contexto, lo lógico sería que se arreglaran. Pero no siempre la lógica se impone en política. Y los cálculos de las consecuencias de pactar o no, sólo los saben ellos con exactitud. Por lo pronto, habrá una señal que nos diga en qué quedaron. En los pasillos del poder en México se sabe que el pequeño Partido Encuentro Social está bajo la influencia política de Osorio Chong. El Partido Encuentro Social ha estado negociando con Morena. Deberían anunciar una alianza en unos días. Si sucede, se interpretaría como que Osorio Chong rompió con Meade. Lo veremos”.

http://www.eluniversal.com.mx/columna/carlos-loret-de-mola/nacion/meade-vs-osorio-chong

Pelele y señoritingo

Los años y las elecciones presidenciales han pasado y parecería que Andrés Manuel López Obrador ha alcanzado un nivel de madurez en el que ya no necesita mandar al diablo a las instituciones ni mucho menos hacer bloqueos y plantones que afecten las actividades diarias de miles de ciudadanos, pero, luego del anuncio de José Antonio Meade de sus aspiraciones presidenciales por parte del Partido Revolucionario Institucional, su reacción deja entrever que esa madurez no es verdadera. De este tema, en el Reforma, el analista y periodista Sergio Sarmiento, escribe que: “en muchos sentidos Andrés Manuel López Obrador ha dejado atrás el radicalismo del pasado. Ya no manda al diablo las instituciones ni bloquea el Paseo de la Reforma. […]. Su proyecto no propone ya echar para atrás las reformas estructurales, sino someterlas a evaluación […]. Plantea que su gobierno ‘respetará siempre el estado de derecho’ y señala que ‘el respeto al derecho a la propiedad privada es uno de los puntos clave de la propuesta, sobre todo en lo que se refiere al respeto a la tenencia de la tierra’ […]. López Obrador no es ya el joven que bloqueaba pozos petroleros en Tabasco. Hoy tiene 64 años y quizá se da cuenta que sus excesos del pasado le han costado mucho. La elección presidencial del 2006 la tenía ganada hasta que empezó a gritarle ‘Cállate, chachalaca’ a Vicente Fox. Lo que a él le pareció un gesto simpático, a muchos electores les pareció prepotente. […]. La gran pregunta es si la nueva madurez es real o fingida. A veces a Andrés Manuel le cuesta trabajo dominar al tabasqueño que lleva dentro. Sus primeras reacciones al virtual destape de José Antonio Meade, a quien llamó pelele, títere y señoritingo, lo demuestran: ‘La mafia del poder piensa que con mañas se van a seguir imponiendo en el gobierno, pero les digo que no van a poder en la elección del año próximo. No van a imponer a un nuevo pelele, a un nuevo títere en nuestro país, como lo hicieron con Calderón y Peña… Miren cómo está nuestro querido México con el títere de Peña Nieto; impera la corrupción, hay mucha pobreza, inseguridad, violencia, y ahora quieren a otro pelele, a este señor Meade, este señoritingo; pues ya no, ahora será el pueblo el que elegirá al próximo Presidente, ya no más peleles y títeres’. López Obrador no tendría que recurrir a estas descalificaciones. Él representa una insatisfacción social en buena medida justificada. Ha señalado de manera correcta muchos de los males que afectan a nuestro país y que le han impedido alcanzar su desarrollo pleno. […]. Quizá sea imposible esperar un debate de altura en la clase política mexicana. Fox ganó la Presidencia en 2000 llamando La Vestida a su principal rival y descalificando como tepocatas, alimañas y víboras prietas a quienes no lo apoyaban. […]. Son tiempos de populismo. Hugo Chávez y Donald Trump pudieron escalar las estructuras del poder descalificando a sus rivales. López Obrador podría estar superando esta fase de berrinche infantil. Su Proyecto de Nación, en efecto, tiene temas de fondo que deben discutirse. Pero el que su reacción al destape de Meade sea llamarlo pelele, títere y señoritingo, no apunta a ninguna madurez emocional”.

http://www.reforma.com/aplicacioneslibre/preacceso/articulo/default.aspx?id=124742&urlredirect=http://www.reforma.com/aplicaciones/editoriales/editorial.aspx?id=124742

¡Que comience el circo!

A falta de que se cumplan los tiempos oficiales fijados por el Instituto Nacional Electoral para que formalmente los precandidatos dejen de serlo, están prácticamente todos los candidatos definidos, por lo que se puede decir, que está listo para que la función comience pues. Hoy en El Universal, el periodista José Cárdenas, escribe que: “el caballero de engominado copete a la puerta de la gran carpa, con casaca roja y botas de charol, con una bocina de cono y un sombrero de copa, grita a voz en cuello: ¡pásenle!, ¡pásenle!; ¡señoras y señores, vengan a ver el espectáculo más grande del mundo! […]. ¡Pasen a ver al peje lagarto vociferante contra los ‘señoritingos’, peleles y títeres! ¡Vengan a escuchar al jefe Mancera cantar que no hay que llegar primero, pero hay que saber llegar! ¡Vengan a descubrir de cuál cuero saldrán más correas! ¡Acérquense a mirar al hombre cuyo armario no tiene ni un muerto podrido, ni una osamenta escondida!… […].  ¡La función ha comenzado, asegure su lugar! ¡Le garantizo que no se va a aburrir! Son las arengas del dueño del circo que se frota las manos y atusa su copete tieso… Ya en serio, la humareda de los fuegos de artificio y el vendaval mediático en torno a la figura de José Antonio Meade ocultan los retos, peligros y obstáculos que enfrentará el seguro candidato presidencial del Partido Revolucionario Institucional. […]. Se ha hablado hasta el cansancio del prestigio, el historial académico y profesional del abogado y economista graduado en Yale, gran negociador capaz de ‘fajarse’ con auténticos tiburones, hasta de su impecable imagen en oferta de paz y amor. Sin embargo, la guerra por el voto para el Partido Revolucionario Institucional será cuesta arriba en su rodada. […]. El ex Secretario de Hacienda habrá de hacer malabares para cabalgar a lomos del dinosaurio, entregarse al lobo que se lo quiere comer, pintar su raya con la historia corrupta y abusiva del Partido Revolucionario Institucional y, al mismo tiempo, mantener contacto, cercanía y sumisión con Enrique Peña Nieto sin sembrar sospechas de que actuará como su tapadera y de que Luis Videgaray cabalgará otros seis años en caballo de hacienda…”.

http://www.eluniversal.com.mx/columna/jose-cardenas/nacion/que-comience-el-circo

Continuidad

A lo largo de la historia en México los aspirantes presidenciales, que después de las elecciones terminaban ganando las elecciones o quedándose con la presidencia, elegían distanciarse de los presidentes salientes para ganar en cuanto a credibilidad con la gente y hacerles creer que con el nuevo gobierno las cosas serían distintas. Hoy en el Excélsior, su director, el periodista Pascal Beltrán del Río, escribe que: “en los tiempos del autoritarismo […] la costumbre era que el nuevo depositario del poder se deslindara o incluso se deshiciera del viejo responsable del poder. Podía hacerlo desde que se convertía en candidato o, después, ya transformado en Presidente. Pero debía hacerlo. No era optativo. […]. La lógica de esta práctica era sencilla: el poder presidencial no se compartía con nadie. Ni por gratitud ni por partidarismo ni por amistad. A la nomenklatura no le gustaba que el poder estuviese dividido, que hubiese dos presidentes. Algunos mandatarios no necesitaban ser empujados para cumplir con el ritual: Lázaro Cárdenas mandó al exilio a Plutarco Elías Calles, igual que hizo Ernesto Zedillo con Carlos Salinas de Gortari. Esos fueron, sin duda, los dos episodios más bruscos de ruptura, pero hubo otros: el minuto de silencio que el candidato Luis Echeverría guardó en la Universidad Michoacana por los sucesos del 2 de octubre de 1968; la remoción de gobernadores alemanistas que hizo el Presidente Adolfo Ruiz Cortines, y el nombramiento del propio Echeverría como embajador en Australia por parte de su sucesor. Como parte de esa historia se recuerda también el discurso que el candidato Luis Donaldo Colosio pronunció al pie del Monumento a la Revolución, en el que criticó la situación social del país –’veo un México con hambre y sed de justicia’–, el 6 de marzo de 1994, 17 días antes de morir asesinado en Tijuana. […]. Incluso después del fin del autoritarismo, y hasta entre militantes del mismo partido, ha continuado esta práctica del deslinde, aunque sin llegar a los extremos que se dieron durante la etapa autoritaria. Durante el sexenio del Presidente Vicente Fox, el deslinde quiso hacerse mediante el procesamiento penal de personajes del antiguo régimen. Pero entonces surgieron diferencias en el gabinete foxista sobre si salir a atrapar ‘peces gordos’ o dejarlos en paz en aras de la estabilidad política del país. Al final, prevaleció ésta última posición. El Presidente Felipe Calderón tuvo claros momentos de deslinde respecto de lo hecho por su correligionario Vicente Fox. Y la candidata panista Josefina Vázquez Mota tomó distancia de Calderón, adoptando el lema de campaña ‘diferente’. La pasada campaña electoral, las tradicionales opciones de cambio y continuidad se convirtieron en una sola: cambio. Y la candidata que probablemente tenía interés en defender lo hecho por Calderón terminó en tercer lugar en las urnas. No sabemos si José Antonio Meade […] haya abrevado en esa experiencia, aunque sí sabemos que el entonces secretario de Hacienda no votó por ella en 2012. Lo que parece, a estas alturas de la contienda que culminará en 2018, es que Meade no ve ventaja alguna en distanciarse del Presidente Peña Nieto”.

http://www.excelsior.com.mx/opinion/pascal-beltran-del-rio/2017/11/30/1204577

Forma y fondo

El Presidente Enrique Peña Nieto esperó a que se hiciera oficial el nombramiento de Miguel Riquelme como gobernador electo para que visitara el estado de Coahuila, además de haber aprovechado la visita para despedir y agradecer por su trabajo a Rubén Moreira, quien está a horas de dejar la gubernatura, y respecto al tema, en el Excélsior, su columna de trascendidos, Frentes Políticos, asegura que: “Enrique Peña Nieto esperó a que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación confirmara el triunfo de Miguel Ángel Riquelme en la elección de Gobernador por Coahuila, para visitar esa entidad e inaugurar un campo militar en el municipio de San Pedro. El Presidente aprovechó para despedir a Rubén Moreira en el penúltimo día de su gubernatura. Respeto por las instituciones, esa virtud extinguida en casi toda la clase política. Además, el encuentro entre priistas tuvo un gran significado para la militancia del Partido Acción Nacional, pues Ricardo Anaya, el Presidente de ese partido, prometió ganar las tres gubernaturas que se disputaron en junio pasado y las cuentas no le salieron. Triunfó en Nayarit, pero se desfondó en el Estado de México y no le alcanzó en Coahuila. Con estos momios tratará de mantener a flote al Frente Ciudadano. Hay quienes ven un Frente agonizante. Otros ni lo ven”.

http://www.excelsior.com.mx/opinion/frentes-politicos/2017/11/30/1204585

Aprovechar a Meade al máximo

En el diario Reforma, su columna de trascendidos Templo Mayor, asegura a pesar de que se nota que no habrá contienda interna al interior del Partido Revolucionario Institucional para ganar la candidatura presidencial, José Antonio Meade aprovechará el tiempo otorgado por el Instituto Nacional Electoral para hacer precampaña tratando de convencer a los militantes del tricolor en todo el país, y de esto nos cuentan que: “no se hagan bolas: el hecho de que José Antonio Meade vaya en solitario por la candidatura del Partido Revolucionario Institucional no significa que el tricolor va a dejar pasar la oportunidad de sacarle jugo, mucho jugo, a la precampaña. Si bien ya quedó claro que no habrá contienda interna, debido a que las puertas están prácticamente cerradas para quien quiera dar la pelea, los ingenieros legales priistas tienen bien trazada la ruta para su muchacho. Durante los dos meses que duraría la precampaña, Meade aprovechará para recorrer tooodo el país y utilizar los tiempos oficiales del partido, para tratar de convencer a la mi-li-tan-cia de que lo acepten como uno de los suyos. Es decir, sí va a hacer precampaña, pero disfrazada de labor de convencimiento para que el Partido Revolucionario Institucional lo postule en su convención de delegados, programada hasta el ¡18 de febrero! Seguro después de eso vendrá otro laaargo tour de agradecimiento, para luego rendir protesta en fecha y lugar por definirse. Y, finalmente, será registrado ante el Instituto Nacional Electoral el 29 de marzo. Lo dicho: tontos no son y santos… ¡menos!”.

http://www.reforma.com/aplicacioneslibre/preacceso/articulo/default.aspx?id=124740&urlredirect=http://www.reforma.com/aplicaciones/editoriales/editorial.aspx?id=124740

Moreno Valle consulta al médico

Otra reunión tuvo lugar el miércoles, ya que se encontraron el actual Secretario de Salud, José Narro Robles y el aspirante presidencial, Rafael Moreno Valle, y llama la atención esta reunión pues, son de diferentes partidos políticos, aunque bien pudo ser una reunión no necesariamente con tintes políticos y sí una consulta con el doctor, y hoy en El Universal, su columna de trascendidos Bajo Reserva, asegura que: “¿será que el aspirante a la candidatura presidencial panista Rafael Moreno Valle está enfermo? La pregunta viene a cuento porque el miércoles pasó más de dos horas con un médico. Y la cosa ha de ser muy grave, pues no es cualquier médico, sino el mismísimo Secretario de Salud, el priísta José Narro. La ‘consulta’ tuvo lugar en un privado del hotel Four Seasons, ubicado en Paseo de la Reforma y muy cerca de la Secretaría de Salud. Nos dicen que hubo un tercer personaje misterioso en la consulta, posiblemente algún especialista, para ayudar a analizar el caso de don Rafael. Algunos nos comentan que quizá Moreno Valle sufre de fuertes dolores de Frente. ¿El doctor Narro le habrá recetado al panista alguna medicina, alguna alianza para componerse de todos los males?”.

http://www.eluniversal.com.mx/columna/periodistas-el-universal/nacion/moreno-valle-consulta-al-medico

@loscabareteros