El caso de Debanhi no es aislado, hay falta de sensibilidad en las fiscalías: Conavim

El caso de Debanhi Escobar es un reflejo de cómo las autoridades del país proceden ante las desapariciones, abusos y asesinatos de cientos de mujeres, aseguró Fabiola Alanís, titular de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres (Conavim).

“Es la expresión del tratamiento que se le da a otros casos, no es un caso aislado lo que sucedió con Debanhi. Es la serie de omisiones, irregularidades, la falta de sensibilidad de las fiscalías […] Sí hubo, desde mi perspectiva y sin estar metida en la investigación, una serie de omisiones, para empezar en la búsqueda que no fue inmediata”, dijo la Comisionada Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres en entrevista con Álvaro Delgado y Alejandro Páez.

El pasado 22 de abril la Fiscalía estatal dio a conocer que Debanhi Susana murió a causa de una contusión profunda de cráneo. Su caso ha despertado conmoción nacional e internacional por la imagen que se viralizó de ella abandonada en una carretera el 9 de abril en el norteño municipio de Escobedo, Nuevo León, después de dejar una fiesta y tomar un taxi, cuyo conductor presuntamente intentó abusar de ella.

También causó indignación por las presuntas fallas en la investigación de la Fiscalía de Nuevo León, que primero manejó el caso como un accidente y después declaró a los medios que la causa principal de la desaparición de las mujeres es por “rebeldía” y “falta de comunicación de la familia”.

Fabiola Alanís indicó que la sociedad ha fallado debido a que en la mayoría de los ataques a adolescentes y niñas el agresor forma parte del entorno más cercano de la víctima. En cuanto a la violencia contra mujeres adultas, dijo, el agresor suele pertenecer también a su contexto contiguo.

“Como sociedad hemos fallado. En nueve de 10 casos de agresiones a mujeres adolescentes y niñas, el agresor es parte del entorno más cercano de la víctima, el padrastro, el tío, el vecino, la persona de más confianza a la familia, respecto a agresiones que viven menores de 17 años. En el caso de las mujeres adultas, el agresor en 8 de 10 casos forma parte también de su entorno más cercano, la pareja sentimental, la expareja sentimental”.

La Comisionada Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres aseguró que en México existe un elementos cultural que ve normal el discriminar y violentar a las mujeres y mencionó que en muchos casos los hogares, espacios donde ellas deberían sentirse seguras, se convierten en semilleros de agresiones.

“Hay un elemento cultural muy fuerte que discrimina a la mujer, que ha normalizado la violencia y entonces estamos frente a un fenómeno de gran complejidad, porque los hogares, lo espacios que deberían ser más seguros para las mujeres, resulta que se convierten en espacios de agresión de todo tipo”.

Sin Embargo