“Me duele mucho esa noticia a pesar de que ya la esperábamos. Yo siento que hemos perdido a uno de los grandes escritores mexicanos que tuvo una gran capacidad para jugar con el lenguaje y abrió grandes caminos a los escritores que veníamos detrás y hemos seguido de diferentes maneras”.
Para Enrique Serna, José Agustín tiene el lugar que merece porque sus novelas juveniles se han venido reeditando desde hace más de 50 años y siguen teniendo un enorme número de lectores.
“El mundillo literario mexicano fue un poco mezquino con él, por ejemplo, nunca le dieron el Premio Xavier Villaurrutia y ganó el Premio Nacional de Ciencias y Artes en 2011 cuando lo merecía desde muchos años atrás”.
“Sin embargo, por fortuna, hay una sociedad civil de las letras que es la que determina cuáles son las obras que siguen vigentes y creo que el juicio de ese público plural ha calificado la obra de José Agustín como un clásico moderno”.
Sobre el espíritu rebelde y contracultural de José Agustín, Serna comentó: “Fue muy difícil que lo aceptaran porque su ruptura con las convenciones literarias en los años 60, cuando él empezó a publicar, fue bastante drástica, en novelas como De perfil, por ejemplo, hizo una sátira muy divertida de la pedantería literaria en una reunión donde hay varios egresados de El Colegio de México que presumen lecturas y se ufanan de estar al día en todas las novedades de la cultura mundial. Él se burló mucho de todo ello y probablemente sí pagó ese precio, por eso”.
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