La generación de empleos en educación, salud y cuidados podría ser el motor de la movilidad social y la recuperación postcovid. Una proyección del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés) señala que invertir 1.3 billones en esos sectores a 2030 crearía 10 millones de empleos adicionales en el sector social y cerca de 1 millón en otros.
En el reporte Empleos del mañana: El triple rendimiento de los empleos sociales en la recuperación económica el organismo indica que, además, hay un déficit mundial de ese tipo de trabajos. De nuevo, la pandemia dejó claro lo importantes que son las personas que se dedican a la salud, la educación y el cuidado, y también que ante una crisis como la que vivimos es necesario acercarles la tecnología.
Para 2030, en menos de ocho años, la población mundial alcanzará los 8,500 millones de personas, por lo que necesitaremos servicios básicos “que garanticen una vida decente”. Los empleos en esos tres sectores ya representan cerca del 23% de la fuerza laboral en las economías avanzadas, indica el documento.
“Sin embargo, hay una escasez actual de trabajadores necesarios”. Pero no se trata de crear por crear plazas, sino de garantizarles a quienes ya laboran en estos sectores, y a quienes se integrarán, “condiciones de trabajo justas y buenos salarios”.
Para la investigación, el WEF utilizó como caso de estudio a la economía de Estados Unidos y encontró que por cada dólar de inversión habría “un efecto multiplicador de 2.3 veces”. Entonces, si se destinan 1.3 billones de dólares el rendimiento del Producto Interno Bruto (PIB) a impulsar los empleos en este sector, el retorno sería de 3.1 billones de dólares.
¿En qué áreas invertir?
El reporte del WEF se enfoca en las áreas sociales más estratégicas para atender las necesidades de la población. En términos generales, los trabajos que identificó como primordiales son:
Educación
Servicios médicos y de salud
Servicios asistenciales y de trabajo social
Cuidado personal
Servicios de bienestar y cuidados
Servicios de empleo, educación y capacitación
La manera en la que se realizan actualmente estos empleos no es como se ejercerán en el futuro, sostiene el WEF. “Mejorados con tecnología y otras habilidades, tienen el potencial de elevar el nivel de vida tanto de los trabajadores como de aquellos que reciben los servicios”.
Y en realidad la inversión en tecnología ha ido ocurriendo. Algunas estimaciones sugieren que en educación y salud se invirtieron más 60,000 millones en 2020 en todo el mundo, la pandemia fue la gran impulsora de esto. Pero ahora falta “invertir en personas”, señala el organismo.
El Economista