«Andrés Manuel López Obrador no es un hombre para ser definido con un adjetivo contundente ni es una figura que pueda pintarse de cuerpo entero con algunos brochazos esquemáticos. Sea que se trate de elogiarlo o denostarlo, el Presidente actúa de maneras tan contradictorias y singulares que termina haciendo trizas los intentos de encajonarlo en una etiqueta fácil, buena o mala.
La polémica sobre el Banco de México ilustra claramente esta compleja personalidad. Estos días se han criticado hasta la saciedad los intentos de Palacio Nacional para intervenir en los criterios del banco central y extraer 12 mil millones de dólares de las reservas internacionales recién recibidos de parte del FMI (Fondo Monetario Internacional)»: Jorge Zepeda.




