«¿Cómo gobernará Claudia Sheinbaum si dentro de 13 meses asume la Presidencia de la República? En realidad, no lo sabemos, pero más allá de las promesas de continuidad con el presidente López Obrador, que en lo personal sin duda cumplirá, no cabe duda que la candidata de Morena, al igual que Xóchitl Gálvez, se encontrará con un país con déficits muy marcados y que definirán el futuro de cualquier administración: seguridad, salud, educación y un capítulo adicional con múltiples repercusiones, la relación con la iniciativa privada y con Estados Unidos.
En salud, el 2023 no mejorará sustancialmente una situación en la cual el 52 por ciento de los mexicanos no tiene acceso a la seguridad social ni tampoco a la salud. El presupuesto para IMSS-Bienestar que pretende, luego del fracaso del Insabi, reemplazar al Seguro Popular (su desaparición es uno de los mayores errores de esta administración), será menor al destinado a Dos Bocas. En educación, los catastróficos programas de la Nueva Escuela Mexicana deberán enfrentar precisamente lo que ignoran: el rezago en lectura y matemáticas que puede llegar hasta el 70 por ciento de los niños y jóvenes. Una mujer con la formación académica de Claudia no puede ignorar ese dato.
Claudia ha trabajado todos estos años con un equipo, en general, de menor nivel del que se podría esperar y se ha mimetizado con las consignas presidenciales. Pero ha dejado algunas señales que pueden ser interesantes. En salud se enfrentó en reiteradas ocasiones con Hugo López-Gatell y terminó aplicando políticas diferentes a las impulsadas por el subsecretario, sobre todo durante la pandemia. Peleó, lo mismo que Marcelo Ebrard, porque se compraran y aplicaran las vacunas y el operativo para hacerlo en la Ciudad de México fue exitoso en aquella primera etapa.
En seguridad es donde mejor evaluada sale la administración de Claudia en la CDMX. Luego de un inicio que parecía llevar a la ruina su gestión con el secretario Jesús Orta, rápidamente rectificó y a pesar de la oposición de los sectores más radicales de su partido, colocó al frente de la seguridad a Omar García Harfuch, quien no sólo logró revertir, hacer descender más del 60 por ciento, los índices delictivos de la ciudad sino que demostró que con una estrecha colaboración interinstitucional, mucha inteligencia y un uso oportuno de la fuerza, puede haber estrategias exitosas en el combate a la inseguridad»: Jorge Fernández Menéndez.
Excelsior