La CNC nació para “defender” campesinos. Hoy es un brazo político en manos de Xóchitl

Es un enigma el número de campesinos que forman parte de la Confederación Nacional Campesina (CNC), brazo político del Partido Revolucionario Institucional (PRI), y que mantiene como slogan la frase de Emiliano Zapata: ¡Tierra y Libertad!

Su edificio, ubicado en Santa María la Rivera en la Ciudad de México —a unas cuadras de la sede Nacional del PRI—, funciona hoy también como un restaurante que, se asegura, es de los agremiados, aunque nada refiere a ellos.

En las paredes en las que hay fotos de su actual líder Leticia Barrera y Alejandro Moreno Cárdenas. También hay letras doradas que son testigos de la inauguración de la sede en 1966 por el Presidente Gustavo Díaz Ordaz en el marco del 68 aniversario de la muerte de Emiliano Zapata acompañado de la frase: “condicionado para mejor servicio de los campesinos”.

Pero la cifra de los campesinos beneficiados se desconoce. Luego de una búsqueda en su página web y en consulta directa, no hay un dato de la verdadera la representación que mantienen en pleno 2024. De acuerdo con el último censo agropecuario del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en el país hay 29 millones 806 mil 706 hectáreas para uso agrícola de las que se obtienen 34.6 millones de toneladas de los principales granos que se producen en el país (arroz, cebada grano, frijol, maíz grano amarillo, maíz grano blanco, sorgo grano y trigo grano).

Para obtener todo eso es necesario el trabajo de 26 millones 984 mil 247 mexicanos. Ellos conforman la mano de obra en las actividades agropecuarias: 84 por ciento son hombres y 16 por ciento mujeres.

Aunque el peso real de la CNC, fundada el 28 de agosto de 1938, es un dato que no está a la vista, sus líderes tienen espacios garantizados en el PRI como “representantes del sector campesino” pero además, su actual líder, la priista Leticia Barrera participa en el equipo de la candidata presidencial Xóchitl Gálvez, quien le encargó el “enlace con el campo”.

Al estilo de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), la CNC fue concebida como una organización que vigilaría el cumplimiento de los acuerdos de la Revolución Mexicana, en concreto, el reparto agrario. Sin embargo, se entregó al PRI —antes Partido de la Revolución Mexicana (PRM)— en poco tiempo.

En pleno auge del Cardenismo, como se le conoce al periodo de Gobierno de Lázaro Cárdenas, nació la CNC impulsada incluso por anarquistas como Enrique Flores Magón. Estuvo integrada por ejidatarios, comuneros, solicitantes de tierras y productores agrícolas. Alcanzó representatividad en los 32 estados, además de incluir ligas de comunidades agrarias, sindicatos campesinos, comités regionales y municipales.

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