La demanda que presentó el gobierno de México, a través de la Cancillería, en contra de once fabricantes y vendedores de armas en Estados Unidos es un acierto y una ruta correcta para posicionar el tema de la llegada de armas al crimen organizado en nuestro país. Es una medida, además, que va en consonancia con lo que distintos sectores de la Unión Americana están planteando no sólo en torno a las armas, sino también a las muertes por consumo de opiáceos.
«Acierto y ruta correcta para posicionar la llegada de armas al crimen organizado en nuestro país…en consonancia con lo que en EUA plantean en torno a las armas y muertes por consumo de opiáceos»: Jorge F. Menéndez