La disputa por la gubernatura de Durango

Evidentemente, el gobierno aispurista llega muy desgastado y maltrecho a la recta final de su mandato, con finanzas públicas desequilibradas y deuda pública excesiva, además de importantes adeudos sin resolver a proveedores y contratistas, obras sin terminar y, para colmo, sin haber podido designar un posible sucesor perteneciente a su grupo político y al partido que lo llevó a la primera magistratura del estado.

La realidad es que el gobernador Aispuro y su grupo de interés han sido rebasados por “Alito” y “Marko”, quienes tomaron la decisión de que el abanderado de la “Alianza va por Durango sea Esteban Villegas Villarreal. El silencio del aispurismo así lo demuestra.

Los grupos de interés y actores políticos allegados al gobierno de Aispuro muy probablemente se quedarán “sin melón y sin sandía” en lo que atañe a la gubernatura, toda vez que no tendrán cabida, una vez que se resuelva la contienda electoral en junio próximo, ni en el equipo de Marina y tampoco en el de Esteban; de ahí que el único bastión para los panistas del grupo de Aispuro será conservar la alcaldía de la capital del estado.

Esto último no es menor, ya que está claro que la disputa por la gubernatura se decidirá por la cuota de votos que se consiga en la capital del estado. Además, ha entrado al juego un elemento crucial a considerar en la ecuación: la inminente postulación por la “Alianza Va por Durango” de Leticia Herrera a la candidatura de Gómez Palacio, lo cual complica el escenario electoral para Marina y Morena.

También, pero con mucho menos peso, debe incluirse en la ecuación electoral que decidirá la gubernatura, a la ex panista, calderonista, Patricia Flores Elizondo, una pieza que, para algunos analistas y observadores, fue negociada con las huestes de Dante Delgado para cerrarle definitivamente el paso a una posible candidatura naranja a José Ramón Enríquez.

Sin embargo, Patricia Flores, en todo caso, captará la cuota de votos de los militantes y simpatizantes, principalmente del PAN, que quedaron descontentos o no conformes con la candidatura de Esteban Villegas por la Alianza va por Durango.

En las dos alianzas habrá diáspora, traiciones y defecciones. En Morena hay dos frentes abiertos: el grupo enriquista y el de los fundadores de izquierda del Movimiento en Durango. Será fundamental para el logro de las aspiraciones de Marina el trabajo político electoral que se haga principalmente en la capital del estado, acompañando y reforzando a las huestes de Gonzalo Yañez, pero también sin descuidar el frente lagunero donde la candidatura de Leticia Herrera fortalecerá a la “Alianza Va por Durango”.

En esta “Alianza” seguramente también habrá defecciones de actores políticos panistas y priistas no conformes con la unción de Esteban Villegas, como candidato del PRIANDR. La disputa está en marcha, el escenario todavía es de incertidumbre.