Mejores películas de la historia, según Martin Scorsese

El director de Taxi Driver (1976), Toro salvaje (1980) y Buenos muchachos (1990), entre otras producciones aclamadas mundialmente, es una enciclopedia andante del séptimo arte. Aunque el cineasta neoyorkino ha confesado que no es partidario de los Tops 10, si tuvo a bien participar en la edición 2022 de mejores películas jamás realizadas de la revista británica Sight & Sound. Desde 1992, varios cineastas internacionales son invitados cada 10 años a generar su propio listado con sus obras fílmicas predilectas. Entonces, ¿cuáles son las mejores películas de la historia según Martin Scorsese?

A continuación, les compartimos la lista con las 15 películas favoritas de Martin Scorsese, aquellas que lo formaron para convertirse en el cineasta que es hoy. ¿Cuántas has visto?.

El ciudadano Kane (Dir. Orson Welles, 1941)

Tras la muerte de Charles Foster Kane, un periodista se obsesiona con descubrir el significado de la última palabra que el magnate editorial dijo antes de morir ‘Rosebud’. Para ello, deberá investigar a varias personas del pasado de Kane. La aún vigente obra maestra de Orson Welles encabeza numerosas listas de críticos e instituciones fílmicas como la mejor película estadounidense de todos los tiempos.

Paisà (Dir. Roberto Rossellini, 1946)

Ganadora de numerosos reconocimientos cinematográficos, Paisà es el segundo eslabón en la trilogía bélica de una de las figuras más importantes del neorrealismo italiano, Roberto Rossellini. Aquí la barrera del idioma adquiere tintes trágicos con una serie de seis episodios no relacionados y ambientados durante la Campaña Italiana por la Península durante la Segunda Guerra Mundial.

Las zapatillas rojas (Dir. Michael Powell y Emeric Pressburger, 1948)

Lejos del modelo hollywoodense, la dupla británica de directores “The Archers” nos entregó este soberbio drama que parte de una pareja: la bailarina Vicky y el músico Julian, recién contratados por una compañía de ballet. Cuando el cruel director obliga a Vicky a “meterse” de lleno en el papel de la heroína del ballet Las zapatillas rojas, ella lo sacrificará todo por su interpretación, incluso su amor por Julian.

Diario de un cura rural (Dir. Robert Bresson, 1951)

Basada en la novela homónima de Georges Bernanos, esta cinta francesa sigue a un joven sacerdote, interpretado por el soberbio Claude Laydu, quien llega a una pequeña localidad al norte del país galo, para encargarse de su parroquia. Ahí, es ignorado e incluso rechazado por sus feligreses. Convencido de que ha fracasado como pastor de almas, comienza a sufrir una profunda crisis de fe.

El río (Dir. Jean Renoir, 1951)

El primer largometraje en color de Jean Renoir es un fascinante ensayo visual que muestra los sueños, encuentros e inquietudes de tres chicas que empiezan a sentirse mujeres. Basada en la novela de Rumer Godden y filmada enteramente en India, la película contrasta elocuentemente el doloroso crecimiento de estas jóvenes con la inmutabilidad del sagrado río Ganges, en Bengala.

Vivir (Dir. Akira Kurosawa, 1952)

Kanji Watanabe es un viejo funcionario público con una vida monótona y gris. Pero él no es consciente de ese vacío en su existencia hasta que le diagnostican un cáncer incurable. Con la certeza de que el fin de sus días se acerca, surge en él la necesidad de buscarle un sentido a la vida. Una maravillosa reflexión existencial filmada por uno de los grandes maestros del séptimo arte.

Los cuentos de la luna pálida (Dir. Kenji Mizoguchi, 1953)

Otro magistral filme nipón, en este caso del legendario Kenji Mizoguchi. Inspirada en una colección de cuentos de Ueda Akinari​, narra la historia de dos ambiciosos artesanos quienes, durante una cruenta guerra civil en el Japón feudal del siglo XVI, abandonan a sus familias en busca poder, fama y riqueza. Pero cuanto más cerca están de alcanzar aquello que anhelan, más lejos se hallan de la felicidad.

Ordet, la palabra (Dir. Carl Theodor Dreyer, 1955)

Perfeccionista en extremo, el cineasta danés Carl Theodor Dreyer entregó la obra cumbre de su lenguaje cinematográfico, apartado de todo convencionalismo, con una adaptación de la obra teatral de Kaj Munk. Esta cinta, que transcurre en la comunidad rural de Jutlandia en la década 1920, sigue a dos familias en el punto álgido de una batalla entre la razón y la fe que les ha arrastrado durante siglos.

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