Obedeciendo a Trump y la migración líquida

Desde la redacción de @loscabareteros ponemos a su consideración la “Columna de columnas nacional” del lunes 22 de octubre de 2018. Obedeciendo a Trump: La caravana de migrantes hondureños detenida en Chiapas, es la metáfora de un gobierno que se va, que nunca tuvo claridad en la elaboración de sus políticas, su aplicación y seguimiento. Las consecuencias son la humillación electoral sufrida, y que sus reformas energética y educativa estén en riesgo de ser revertidas. La caravana exhibe las contradicciones de un gobierno asustado ante las amenazas de Trump y el enanismo político de Peña Nieto.

Rayuela

Después de lo dicho por Carlos Slim, ¿qué dirán los de uno y otro lado?

20 estados utilizaron empleados fantasma para desviar más de 2 mil millones del sector salud

Daniela Barragán en SinEmbargo, escribe sobre un nuevo capítulo en los desvíos millonarios con empresas fantasma en el sexenio pasado: “En sueldos excesivos, cheques que no fueron cancelados, pagos a personal sindicalizado, pagos con dinero que no estaba destinado a sueldos, pagos a personas que nunca trabajaron o que no tenían los requisitos para ocupar una plaza, dinero destinado a pagar prestaciones, salarios que se dieron a personas que ya no trabajaban, que nunca firmaron un contrato o que tenía licencia sin goce de sueldo. Así se fueron más de 2 mil millones de pesos en 20 estados del país. Una revisión de la Auditoría Superior de la Federación realizado por SinEmbargo encontró que en esas entidades hace falta dinero por aclarar y otro que ya catalogado como daño al erario, que se ejerció en gastos personales, específicamente en salarios. Las partidas de las que salió ese dinero del Fondo de Aportaciones para los Servicios de Salud, del Seguro Popular y Prospera, en su componente de salud”.

Obedeciendo a Trump

Raymundo Rivapalacio escribe en El Financiero criticando la posición no de ahora, sino de siempre, del gobierno de Peña frente a Trump: “Vaya. De la postura arrogante y bravucona de inicio de sexenio, a la subordinación vergonzosa ante el presidente Donald Trump en el cierre de la administración del presidente Enrique Peña Nieto. La caravana de migrantes hondureños detenida en Chiapas, es la metáfora de un gobierno que se va, que nunca tuvo claridad en la elaboración de sus políticas, su aplicación y seguimiento. Las consecuencias son la humillación electoral sufrida, y que sus reformas energética y educativa estén en riesgo de ser revertidas. La caravana exhibe las contradicciones de un gobierno asustado ante las amenazas de Trump y el enanismo político de Peña Nieto, contagiado quizás también de lo mismo el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador. No debería de sorprender, sin embargo, asombra e indigna. (… ) El gobierno del presidente Peña Nieto, rompiendo con la política de abrirse a la inmigración y respondiendo a los deseos de Trump, selló la frontera sur con Guatemala para impedir el ingreso de hondureños, y establecer retenes donde sólo dejarían pasar a aquellas personas que tuvieran visas –hasta ahora se desconoce que alguno las haya presentado– o que documentaran que su vida está en riesgo en su país y justifiquen la petición de asilo. Lo que parecía ser un acto soberano, donde cada gobierno toma la decisión que elija en función de sus intereses y sin interferencia externa, hoy es un acto de genuflexión: México hizo lo que le dictó la Casa Blanca. Envió a la Policía Federal a la frontera sur para hacer el trabajo de contención, y hacer el filtro migratorio. (…) El gobierno peñista quedó desnudado ante la nueva realidad. Cuando inició la administración afirmó que se cambaría por completo la cooperación con Estados Unidos, porque consideraba se había llegado a niveles que comprometían la soberanía. No tardaron mucho en rectificar y retomar una colaboración similar. Pero lo de ahora rebasó lo que hizo el presidente Felipe Calderón y todos los anteriores. Entregó soberanía y se convirtió en subordinado de la Casa Blanca. El presidente Peña Nieto quedó atrapado en una situación sin buena salida para él”.

La migración líquida

Jorge Zepeda Patterson, en SinEmbargo, escribe acerca de la caravana de hondureños que pasa por nuestro país: “La caravana de los hondureños que ha llegado a nuestra frontera sur saca lo peor y lo mejor de los mexicanos. Muchos se conmueven ante lo que consideran un reflejo de lo que nuestros paisanos han padecido a manos de los vecinos del norte, otros piensan que debemos rechazarlos y cerrar la compuertas de una invasión de hordas de desamparados más pobres y desesperados que nosotros. Parecería que México tiene poca vela en este entierro salvo por ser un territorio de paso para los centroamericanos que intentan alcanzar el llamado sueño americano. Pero no es así. La caravana como tal fue pensada como un recurso de protección en su viaje por nuestro país, debido a la violencia y extorsión sistemática que padecen los migrantes. Sabemos del recuento de las violaciones a mujeres, el robo de todas las pertenencias y los escasos dólares, la abducción de los varones para ser empleados como carne de cañón en la guerra de los cárteles. Todavía sacude por su salvajismo y su perversidad absurda y gratuita el recuerdo de las fosas multitudinarias con los restos de salvadoreños y hondureños caídos a manos del narco en Tamaulipas. En fin, los relatos espeluznantes de la llamada Bestia, el tren que parte del Sur y al que deben treparse a pesar de que en muchas ocasiones termine siendo un pasaporte al infierno. Pero nada de eso los disuade de la misma manera en que durante décadas un desierto mortal no ha logrado amedrentar a millones de mexicanos que dejan familia y hogar por las mismas razones por las que lo hacen hoy los hondureños que se agolpan a las puertas de la frontera con Guatemala. El hambre y la desesperanza son aún mayores. La caravana simplemente es el recurso que en su desesperación idearon para dejar de ser víctimas de la violencia y la corrupción mexicana…”.

La caravana y el gobierno: tarde y mal

La caravana migrante proveniente de honduras arribó la semana pasada a México a la espera de poder ingresar para continuar con su travesía para llegar a los Estados Unidos. En Milenio, el periodista Carlos Puig, escribe que: “aunque nuestros números no son muy buenos para desagregar los delitos contra migrantes centroamericanos, otros datos señalan que los delitos contra los migrantes en tránsito van en aumento año con año. El flujo de migrantes en tránsito de Centroamérica hacia Estados Unidos aumenta año con año, volteamos a verlo solo en estas crisis, pero no han tenido en 10 años ningún impacto en una nueva política pública. La llegada de Trump a la Casa Blanca señaló inequívocamente que todo había cambiado y las presiones aumentarían. O no le creyeron o no les importó. A esta nueva caravana el gobierno ha llegado tarde y ha llegado mal. Dicen Rodolfo Casillas R. y Rodolfo Córdova Alcaraz en ‘Un vuelco de timón: prioridades y estrategias para la migración en tránsito’, publicado por el CIDE en abril de este año: ‘El presupuesto destinado a estos programas oscila entre el 0.001% y 0.002% del presupuesto federal cada año. Si este porcentaje se relaciona con el dato de su distribución en 35 dependencias, se concluye su alta pulverización. Poco presupuesto entre muchas dependencias con posibles problemas de coordinación entre ellas…’. No hay atisbos de una nueva política pública frente el complicadísimo problema. ‘Del análisis presupuestal se desprenden dos conclusiones relevantes —dice el estudio—: primera, más o menos presupuesto no tiene relación con la inflación, con más o menos migrantes detenidos, con hacer o no ajustes estructurales, materiales o de personal’. La Comisión Mexicana de Atención a Refugiados recibió en 2007 una petición de refugio en promedio cada día, en 2016 recibió prácticamente 24 solicitudes por día. En el mismo periodo el crecimiento del presupuesto ejercido únicamente se duplicó. La Comar es una agencia total y absolutamente rebasada’. El nuevo gobierno tiene que tener claro que después de ésta vendrán otras crisis. Y que tal vez sería hora de, con el Legislativo, pensar otras políticas, otros presupuestos, otras maneras de lidiar con esta trágica crisis humanitaria”.

Paradojas mexicanas: Forcejeo político y migratorio; Trump impone condiciones

Las presiones de Estados Unidos para que el gobierno mexicano actúe en contra de la caravana migrante terminaron por surtir efecto, pues elementos de la policía federal fueron dispuesto en la frontera sur de México a fin de contener a los migrantes. Lo cual es un ejemplo de la falta de un plan para tratar con los migrantes, por ello en La Jornada, el periodista Julio Hernández López, escribe que: “la caravana de migrantes ha entrampado de manera vertiginosa al aparato mexicano de poder que durante décadas permitió que la frontera sur se convirtiera en territorio de sabida porosidad extrema y jugosa corrupción administrada por el crimen organizado, el político y el expresamente delictivo. Presionado por la Casa Blanca, el siempre propicio Enrique Peña Nieto ha debido enviar un fuerte contingente de policías federales para tratar de frenar una más de las travesías de centroamericanos por México con rumbo a Estados Unidos […]. Peña Nieto decidió obedecer, con taimadas modalidades mexicanas dilatorias, la pretensión estadunidense de convertir el sur mexicano en su tercera frontera: México se ha asumido como la nueva policía migratoria del vecino país, bajo la treta de ofrecer probabilidades de estancia provisional en territorio nacional, lo que en el fondo es una manera de mantener la explosividad del asunto en casa, mientras Donald Trump se proclama triunfador de este episodio y lanza balandronadas en el sentido de que México ahora sí respeta al vecino imperial […]. Las paradojas mexicanas muestran que el actual gobierno es impelido a cumplir con una legalidad que nunca ha respetado, a apretar un puño que hasta ahora sólo ha servido para esquilmar y agredir a los centroamericanos migrantes. Otra estampa paradójica es la de una nación, México, históricamente receptora de migrantes y refugiados valiosos, y gobernable en poco más de un mes por una aplastante victoria de una coalición más o menos cargada a la izquierda, desplegando ahora conductas xenofóbicas y ejerciendo, contra los centroamericanos caminantes, buena parte del grosero discurso excluyente de Trump contra los migrantes mexicanos”.

Semana de gobierno anticipado

La discusión sobre el nuevo aeropuerto ha influido en el ámbito económico, sobre todo en lo que concierne a la deuda de Pemex. En Milenio, Héctor Aguilar Camín, escribe que: “el gobierno anticipado de López Obrador tomará esta semana la primera gran decisión, también anticipada, de su gobierno. Es, naturalmente, la decisión del aeropuerto, una decisión que marcará su relación con los mercados y con los inversionistas, que de por sí empiezan a arrojar malas notas. La calificadora Fitch le ha quitado confiabilidad a la deuda de Pemex, y su colega Moody’s ha emitido reservas sobre la deuda mexicana en general si Pemex, como ha dicho el futuro gobierno, deja de vender petróleo en el mercado internacional para dedicarlo a la refinación. López Obrador está en la orilla de una decisión que puede ser muy cara para el futuro de la economía mexicana y para su gobierno […].  Respecto del aeropuerto, el Presidente electo ha dado muchas vueltas, pero luego de todas las vueltas el camino regresa sencillamente a él y él tiene el poder suficiente para decidir lo que quiera. Esto es lo que sucederá esta semana con el aeropuerto: tomará la decisión de si se hace o un Presidente en el pico anticipado de su poder, él mismo, dará luego la explicación de lo sucedido. La explicación puede ser más o menos convincente pero México entero y todos y cada uno de los observadores extranjeros sabrán que la decisión ha sido suya, de nadie más. Es el problema de tener tanto poder. Se es responsable de tenerlo aunque no se ejerza. Cuesta porque se ejerce o porque no se ejerce. No se diluye porque se quiera esconder tras una consulta y una encuesta a las que se les ve el sesgo por todos lados. El Presidente electo ha cometido el error de polarizar el debate y hacer visible la decisión. Lo que decida será un acto puro y duro de poder que producirá triunfadores y derrotados, dentro y fuera del país, dentro y fuera del propio electo. Y el poder que divide se divide”.

La fiesta de Velasco a López Obrador

La reciente visita de AMLO a Chiapas estuvo marcada por su cordial encuentro con el Gobernado Manuel Velasco. El Universal, su columna de trascendidos Bajo Reserva, asegura que: ” la reunión dominical, nos dicen, entre el Presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, y el Gobernador de Chiapas, Manuel Velasco, fue en lugar de un encuentro de trabajo, una fiesta por el triunfo del tabasqueño en las elecciones presidenciales del 1 de julio. Don Andrés Manuel desfiló en el Palacio de Gobierno de Chiapas, acompañado del mandatario estatal, entre música, selfies y abrazos de decenas de integrantes del gabinete estatal y legisladores locales. Y para que no quede duda de la amistad y cercanía entre ambos políticos, se tomaron la foto familiar muy sonrientes con Anahí y su bebé. Nos hacen ver que aunque fue de pisa y corre, López Obrador ofreció un mitin donde se instalaron pantallas para poderlo observar bien. ¿Así o más fiesta de Velasco a su nuevo aliado?”.

AMLO pide que se proteja a los migrantes

En tanto López Obrador ha pedido a los mexicanos no caer en la xenofobia, mientras que a las autoridades les ha solicitado apoyen a los migrantes que entren al país. Milenio, Trascendió, asegura que: “en su gira de agradecimiento por Chiapas, Andrés Manuel López Obrador reiteró su petición a las autoridades locales para garantizar protección a la caravana de migrantes, principalmente a mujeres y niños. La orden fue acatada por el Gobernador Manuel Velasco; sin embargo, horas más tarde recibió una llamada desde el centro del país que cuestionaba esa decisión. Veremos qué pasa con el apoyo a los centroamericanos, quienes hoy pernoctan en Arriaga”.

Auxilio

Excélsior, Frentes Políticos, asegura que: “personal de la PGR aseguró tres toneladas de sustancias químicas y un inmueble en el municipio de León, Guanajuato. Es increíble que en plena capital del estado las autoridades locales no se hayan percatado de la presencia de grupos de narcotraficantes y sea la PGR quien les haga el trabajo. Con una orden de cateo por delitos contra la salud, elementos de la Agencia de Investigación Criminal ingresaron al inmueble ubicado en la colonia Valle de San Carlos, donde decomisaron 83 barriles con tres toneladas de diversos precursores químicos como ácido clorhídrico, sosa cáustica y ácido sulfúrico. ¿De verdad es tal la ceguera de autoridades municipales, estatales y del Gobernador?”.

¿Asalto?

Sobre el reciente ataque a la residencia del religioso Norberto Rivera, Reforma, Templo Mayor, asegura que: “además de ser lamentablemente trágica por la muerte de un policía, para los investigadores del caso resulta bastante extraño el supuesto intento de asalto -con balacera- en la residencia de Norberto Rivera. Si bien en esa zona del sur de la Ciudad de México, se han registrado robos a domicilios, especialmente en fin de semana, la realidad es que el modus operandi es muy distinto a lo que se vio en la casa del arzobispo emérito. Para empezar los robos en la zona han sido sin violencia. Los ladrones suelen estudiar durante varios días las casas que van a asaltar y se meten cuando saben que no van a encontrar a nadie. En cambio ayer fue a balazos, a pesar de que la casa tenía vigilancia policiaca y en el ataque, perdón, asalto, hubo un operativo coordinado de fuga. Quienes saben de estas cosas temen que no haya sido un mero atraco y que, más bien, esté relacionado con conflictos que dejó Rivera sin resolver, como el manejo de los locales en la Plaza Mariana o el negocio de las criptas en la Basílica. ¡Ave María Purísima!”.

Consulta en puerta

Luego de que se anunciara el inicio de la consulta ciudadana en torno al nuevo aeropuerto, han surgido diversas opiniones tanto a favor como en contra de este ejercicio. En Milenio, Carlos Marín, escribe que: “si por los discutibles ‘pueblos originarios’ que se oponen al nuevo aeropuerto en Texcoco hablan agrupaciones y personas de tan descalificada probidad como la regresiva Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación o el obispo de Saltillo, Raúl Vera […], pareciera que hay un resquicio de esperanza en que Andrés Manuel López Obrador corrija su insensato capricho y ordene la continuación de la obra. […] El sábado, gente como esa se coló en la rodada en bicicleta de medio centenar de activistas, y el inexplicable ministro peroró: ‘Queremos que se respete la vida de nuestro pueblo y que no se atropelle, como se está haciendo, poniendo este aeropuerto en un lugar totalmente contraindicado…’. No sobra recordar que lo cierto es absolutamente lo contrario. Por desgracia, todo indica que el NAIM será abortado con la coartada ilegal de la consulta ‘popular’, y que serán remendados los de Toluca, Santa Lucía y el Benito Juárez, cerrándole a México la posibilidad de contar con un aeropuerto moderno, digno, y generador de casi medio millón de empleos…”

El fin de la aventura federalista

Eduardo Guerrero, en El Financiero, escribe sobre lo que viene en términos de seguridad a nivel país. El federalismo a prueba: “Durante casi toda su vida independiente, México ha sido una república federal. La principal experiencia formal de centralismo –la Constitución de las “Siete Leyes”, de 1835, promovida por Santa Anna– fue desastrosa y relativamente breve. Sin embargo, el centralismo de facto se ha impuesto por largos periodos de la historia mexicana. Por ejemplo, de acuerdo con Héctor Aguilar Camín, Porfirio Díaz “…sometió una a una las independencias regionales y eslabonó una escalera de poderes que empezaba en todas partes pero sólo terminaba en el centro: la Ciudad de México, el Palacio Nacional, la silla del presidente, el presidente mismo”. Después de Revolución, los gobiernos del PRI impulsaron una centralización todavía más efectiva del poder en el presidente y en la alta burocracia del gobierno federal. Sólo hasta la llegada del pluralismo político en los últimos 20 años, los gobiernos estatales y municipales resurgieron como grandes espacios de poder político. No recaudan gran cosa, pero hoy en día los gobernadores y los alcaldes deciden cómo se gasta una gran tajada del presupuesto nacional. De igual forma, la mano invisible de Segob ha soltado el control político que tuvo, incluido el control sobre el aparato de seguridad de las entidades federativas. Actualmente los gobernadores manejan con discrecionalidad sus policías, sus procuradurías y sus penales (al menos hasta que la crisis los rebasa completamente y tienen que negociar algunas decisiones con el mando del operativo conjunto). Hay que reconocer que nuestra aventura federalista no va del todo bien. Los peores excesos de corrupción en los últimos tiempos son producto de la ausencia de contrapesos en los estados. La violencia que sacude al país también se explica en buena medida por nuestro federalismo disfuncional. Los gobernadores y los alcaldes controlan al grueso de la fuerza pública. Sin embargo, tienen todos los incentivos para desentenderse de su responsabilidad en materia de seguridad (¿para qué plantar cara a los criminales si, cuando las cosas se ponen de verdad feas, la Policía Federal o el Ejército vienen al rescate?)”.

País de un solo hombre

Salvador Camarena, en El Financiero, escribe sobre los contrapesos del presidente: “México ha construido en los últimos años una constelación de organismos para dotarse de contrapesos, autonomía y balances a lo que un día fue un Estado unipersonal. De esa forma, y ante diferentes crisis, nacieron la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y un instituto electoral independiente. También un órgano de la transparencia y entidades de fiscalización como la Auditoría. En los estados se replicaron, a escala obviamente, algunas de esas instancias. Dentro de esa misma ola, instituciones de larga data adquirieron nueva autonomía, importancia y prestigio, como el Banco de México y el INEGI. Es cierto que casi cualquier coyuntura ha querido ser enfrentada con la creación de organismos ad hoc, y que no ha faltado quien haya opinado que a ratos se antojan demasiados. Pero si tal “exceso” fuera cierto, ha sido por las buenas razones; mejor apostar a que haya reguladores u órganos burocráticos especializados en cada campo de la actividad pública, antes que, por un lado, dejar al gobierno ser el único actor de ese sector o que entre este y los actores privados de tal materia no medie juez alguno. Así, el gobierno que surge de las elecciones ya no manda en muchas cosas, al contrario, recibe información, diagnósticos, sanciones, instrucciones, mandatos, recomendaciones, prospectivas, fallos y advertencias de mucha gente que trabaja en el Estado pero no milita en partido alguno y que no se juega su puesto en elecciones”.

@loscabareteros