Ola de tiroteos en EU opaca festejos de la independencia

Desde Washington hasta Fort Worth, Texas, y de Florin, California, hasta el Bronx en Nueva York, el feriado del 4 de julio, Día de la Independencia en Estados Unidos, fue ensombrecido por al menos 16 tiroteos masivos con un saldo de 16 muertos, entre ellos un niño de siete años, y 100 heridos, lo que aumenta el temor en las comunidades de todo el país y subraya los desafíos que enfrenta la policía para prevenir la violencia con armas de fuego.

El Gun Violence Archive, base de datos que mide la violencia armada en Estados Unidos, define un tiroteo masivo como un incidente en el que participan cuatro o más personas, excluido el tirador, cuando son asesinadas o lastimadas con armas de fuego.

La trágica medición fue realizada del viernes pasado a las 5 pm al miércoles a las 5 am, a lo largo de 14 estados, en los que Washington DC, Texas y Maryland entraron dos veces al registro, señaló el diario británico The Guardian.

En uno de los sucesos más dramáticos, un niño puertorriqueño de siete años falleció la noche del martes 4 de julio, en una playa de Tampa, Florida, en medio de un tiroteo entre dos grupos de personas que comenzaron a discutir por el uso de varias motos acuáticas cerca de una zona donde adolescentes jugaban en el agua, confirmó la oficina del sheriff del condado de Hillsborough, informó El Nuevo Día en su portal.

Otras nueve personas fueron heridas a balazos ayer desde un coche en Washington. Las víctimas incluyeron a dos menores de nueve y 17 años. Los heridos fueron reportados como no graves.

Las autoridades señalaron que los tiros se lanzaron desde una camioneta color oscuro hacia una fiesta alrededor de la una de la madrugada de ayer. Los disparos fueron efectuados hacia los residentes que celebraban fuera el 4 de julio y se cree que el ataque fue planeado, informó Leslie Parsons, asistente del jefe de la policía.

Horas antes, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, había realizado una declaración del 4 de julio desde la Casa Blanca en la que lamentó la ola de tiroteos trágicos y sin sentido en comunidades a lo largo de Estados Unidos. El mandatario dijo que él y su esposa, Jill, estaban afligidos por todos aquellos que habían perdido la vida y que mientras nuestra nación celebra el Día de la Independencia, ellos rezan por el día en el que nuestras comunidades estén libres de la violencia de las armas.

Biden repitió su llamado por un sentido común significativo y por reformas de control de armas, incluida la prohibición renovada de los fusiles de asalto y de los cargadores de alta capacidad, así como a poner fin a la impunidad de los fabricantes de armas.

Según Gun Violence Archive, Estados Unidos enfrenta uno de los peores años de tiroteos masivos. La base de datos ha identificado 350 incidentes a lo largo de este año y de seguir así la segunda mitad de este año, el total final para 2023 podría llegar a la cifra de 679 incidentes, el doble de lo que alcanzó en 2018.

La Jornada