Playa del Carmen-Monterrey-Chapo Guzmán… razones

La semana pasada hubo por lo menos tres incidentes relevantes para la agenda de seguridad de nuestro país. La balacera en la discoteca Blue Parrot, de Playa del Carmen; en Monterrey, un alumno de 15 años del Colegio Americano del Noreste disparó contra tres de sus compañeros, contra su maestra y finalmente contra sí mismo; finalmente, se concretó la extradición de Joaquín Guzmán Loera. A continuación una síntesis y perspectiva personal de las circunstancias y razones que provocaron estos hechos.

El lunes amanecimos con la noticia de una balacera en la discoteca Blue Parrot, de Playa del Carmen, con saldo de cinco muertos. Este ataque ha sido uno de los más graves para la imagen de México como destino turístico, pues ocurrió en el marco de un festival de música que atrae visitantes y artistas de todo el mundo. La balacera (seguida por una serie de ataques a instalaciones del gobierno estatal en Cancún) recibió amplia cobertura en medios internacionales. Los hechos son anómalos; una organización dedicada al narcomenudeo y a la extorsión de establecimientos, como es el caso de la célula que se adjudicó la balacera (los “Zetas Vieja Escuela”), evita llamar excesivamente la atención si lo que busca es simplemente castigar a un negocio que se negó a pagar cuota. No se puede descartar que la balacera ocurriera por un exceso al calor del momento. Sin embargo, también es probable que los atacantes buscaran mandar un mensaje al gobernador entrante, Carlos Joaquín (acaso una amenaza de parte de funcionarios del gobierno saliente o del propio exgobernador Roberto Borge).

El miércoles, en Monterrey, un alumno de 15 años del Colegio Americano del Noreste disparó contra tres de sus compañeros, contra su maestra y finalmente contra sí mismo. Independientemente del caso del menor que disparó, posteriormente se difundió que en nuestro país existen grupos que promueven este tipo de violencia en redes sociales. No me aventuraría a decir que tragedias como la del Colegio Americano del Noreste se relacionan con la crisis de violencia e inseguridad que afecta desde hace diez años a varios estados del país (y que fue particularmente cruenta en Nuevo León en 2011 y 2012) como señaló Héctor de Mauleón en su columna “Juvenicidio” publicada en El Universal el jueves pasado. Tragedias similares, mucho más grandes incluso, se han registrado en todo el mundo, a veces en lugares con bajísima incidencia delictiva. Carlos Puig, en Milenio, reseña, el caso de Andres Breivik y la masacre ocurrida en Noruega. Explicar los factores de fondo que propician esta forma de violencia escolar extrema corresponderá a los pedagogos y psicólogos con experiencia en el trabajo con adolescentes. En este tema, hay un factor circunstancial que también debe estar en el centro del debate público: lo ocurrido en el Colegio Americano del Noreste es producto de la presencia de armas en los hogares y de la falta de cuidado para resguardarlas. Hay un vínculo entre la presencia de armas de fuego en los hogares y la incidencia de algunas modalidades de homicidios (en particular los homicidios pasionales y culposos en el ámbito doméstico y las masacres en escuelas). Es importante tener presente dicho vínculo en un tiempo en el que algunos actores políticos, en un ánimo francamente demagógico, impulsan iniciativas legales que facilitarían la venta legal de armas.

El jueves pasado, a unas horas de que Donald Trump asumiera la Presidencia de Estados Unidos, finalmente se concretó la extradición de Joaquín Guzmán Loera, quien fue trasladado a Nuevo York, donde deberá hacer frente a un juicio que muy probablemente concluirá con una sentencia que lo mantendrá el resto de sus días en un penal al norte de la frontera. La defensa de Guzmán Loera denunció que su cliente es usado como un “trofeo” para Trump. En contraste, el Washington Post reportó que (de acuerdo a una fuente del gobierno mexicano) la apresurada extradición fue más bien un “regalo de despedida” para la administración saliente. La decisión de entregar al Chapo en las últimas horas del gobierno de Obama también pudo haber sido más que un gesto simbólico. Para concretar una extradición es necesario afianzar numerosos acuerdos. Por ejemplo, los fiscales que llevan el caso en Estados Unidos discretamente retiraron una serie de cargos por homicidio, que hubieran hecho al Chapo elegible para la pena de muerte, lo que a su vez hubiera sido un impedimento para la extradición. Desde mi perspectiva, en realidad, desde que se fugó del Altiplano, Guzmán Loera ha sido una carga para el gobierno de Peña Nieto. Por una parte está la constante atención de las condiciones en las que vive en el Penal de Ciudad Juárez, y por otra el inmenso ridículo que significaría una nueva fuga. La incertidumbre que genera la llegada de Trump a la Casa Blanca, y del polémico Jeff Sessions al Departamento de Justicia, probablemente generó preocupación en Los Pinos. Un cambio inesperado de las condiciones impuestas por las autoridades en Estados Unidos podría haber retrasado la extradición de forma indefinida. Tal vez el presidente Peña fue alertado sobre este riesgo y el gobierno operó para que El Chapo mejor fuera extraditado de una buena vez.

En suma, desde la perspectiva @loscabareteros, en Playa del Carmen, y después en Cancún, es un mensaje al gobernador entrante, Carlos Joaquín (o una amenaza de parte de funcionarios del gobierno saliente o del propio exgobernador Roberto Borge); sobre todo, porque el relevo en el mando político implica nuevos equilibrios en materia de seguridad, economía y conflictividad social.

En el caso de Monterrey, tragedias como la del Colegio Americano del Noreste no se relacionan con la crisis de violencia e inseguridad que afecta desde hace diez años a varios estados del país. Lo ocurrido en el Colegio Americano del Noreste es producto de la presencia de armas en los hogares y de la falta de cuidado para resguardarlas. Una sociedad cada vez más alejada de valores humanos, sobre todo.

En lo que respecta al Chapo, es claro que para concretar una extradición es necesario afianzar numerosos acuerdos. La incertidumbre que genera la llegada de Trump a la Casa Blanca, y de Jeff Sessions al Departamento de Justicia, probablemente generó preocupación en Los Pinos. Un cambio inesperado de las condiciones impuestas por las autoridades en Estados Unidos podría haber retrasado la extradición de forma indefinida.

@leon_alvarez