«Los números por la tarde de este domingo 2 de junio dicen que es irreversible la tendencia y Claudia Sheinbaum Pardo será la primera Presidenta de la historia de México. El segundo dato en relevancia –pero con un fuerte mensaje de corto plazo y mediano plazo para los partidos que la postulan– es que se ha confirmado que Xóchitl Gálvez, llamada “fenómeno electoral” por un grupo de intelectuales, ha resultado en un fiasco. Así lo dije yo en junio-julio de 2023, después de una entrevista con ella en el Senado. Pero bueno, Gálvez, como le dijo a El País en una entrevista de la semana pasada, “ya ganó”; la experiencia queda para su currículo. Para los partidos que la acompañaron, sin embargo, no es tan fácil el mazazo. Aceleran la marcha que iniciaron en 2018 rumbo al abismo.
Estoy casi seguro de que PRI y PAN no entrarán en un proceso de reflexión; hay demasiada arrogancia en sus dirigentes, en las élites que los acompañan (intelectuales, académicos, periodistas, medios, un núcleo empresarial). Seis años demostraron ser irreflexivos y culpan de todos sus males a Andrés Manuel López Obrador. Debieron verse en el PRD, pero ya qué: los números dicen que el partido que ganó una elección presidencial apenas en 2006 ha muerto en manos de sus mentores, Jesús Zambrano y Jesús Ortega.
Alejandro Moreno Cárdenas y Marko Cortés entregarán este mismo año las riendas de partidos sin rumbo aunque, al menos en el caso de Acción Nacional, con algo de militancia dura. También Morena iniciará su propia recomposición. Este año cambia de dirigencia nacional y hay varios tiradores; algunos creen que Adán Augusto López querrá la operación del partido de la 4T; otros ven a Marcelo Ebrard –él ha dicho que no– o a un cercano, y yo creo que Claudia deberá razonar bien qué quiere que se escriba sobre Morena durante su sexenio; qué dinámica le va a imponer a su partido y, al final, al sistema de partidos en México. Además, y debe razonarlo bien, la sucesión presidencial de 2030 empieza este lunes 3 de junio de 2024: todo lo que haga, los mensajes que mande, serán interpretados como los corredores interpretan banderines en una carrera de autos.
No me queda ninguna duda de que Claudio X. González emerge de la chatarra como el indiscutible líder de una oposición de derecha. Es el tuerto en un reino de ciegos que si tiene futuro, está ligado a él, un multimillonario, el hijo de un oligarca que abultó su fortuna con los contratos que le dieron los gobiernos pasados. De las cenizas del PRIAN nace la “marea rosa”, que es el mismo PRIAN, pero revolcado por Claudio. Quizás veamos en 2025 –cuando legalmente se puede– el nacimiento de un nuevo partido encabezado por una élite patronal.
Sin Embargo