¿Quieres trabajar en Qatar para el Mundial? Abren 2 mil plazas para mexicanos

El Mundial de Futbol no sólo tiene implicaciones deportivas, también económicas. Entre noviembre y diciembre Qatar espera la llegada de cerca de 1.2 millones de visitantes para los partidos que disputarán los combinados nacionales. Para abastecer la llega de los turistas, en el país mundialista se han construido más hoteles y, con ello, se están creando nuevas oportunidades laborales, a las que pueden acceder los mexicanos.

La firma de reclutamiento PHRS Hospitality Experts, especializada en el sector turístico, lanzó una convocatoria para cubrir 2,000 vacantes en hoteles como como el JW Marriot, Four Seasons, Le Royal Meridien, Hilton Salwa Beach, Mondrian, W Doha, Kempinski Dubai y The Ritz Carlton Doha.

Estas oportunidades laborales se encuentran en Dubai, Arabia Saudita, Bahréin y Qatar, este último será la sede de la Copa Mundial de la FIFA a finales de 2022, y están dirigidas para mexicanos con experiencia en el sector turístico como en hoteles o restaurantes. Los candidatos pueden ingresar al portal de la firma para iniciar con la postulación o enviar su CV al correo workinqatar2022@phrsrecruitment.com

“Buscamos al talento del sector turístico de México, que es reconocido a nivel internacional por su profesionalismo, calidez y calidad en su servicio”, afirmó Carlos Díaz, director de PHRS Hospitality Experts.

Los contratos ofrecidos por las empresas van de los seis a los 24 meses y son para puestos como:

Meseros
Bartenders
Hostess
Asistentes de cocina
Mucama de habitaciones
Limpieza de áreas públicas
Personal para lavandería
Personal para depósito
Porteros
Botones
Recepcionistas
Supervisores
Personal de spa y recreación


Los mexicanos que se postulen tendrán la posibilidad de trabajaren resorts de lujo, spas, restaurantes y líneas de cruceros durante el Mundial de Fútbol. Para ser elegible, es importante contar con mínimo un año de experiencia en el sector turístico y un dominio de inglés entre intermedio y avanzado, que permita una conversación fluida.

El Economista