Recesión y futuro económico incierto para Durango

“El tercer informe de gobierno y su propaganda no pudieron ocultar la dura realidad. Durango se encuentra en una encrucijada, con una economía en recesión, sin empleos y sin inversión”.

El tercer informe de gobierno de Esteban Villegas Villarreal se presentó en un contexto económico sombrío para Durango. Lejos de la propaganda oficial, los datos duros revelan una realidad innegable: la entidad se encuentra en una espiral de decrecimiento que amenaza el bienestar de sus habitantes. Tres indicadores clave, empleo, crecimiento económico e inversión, pintan un panorama desolador que exige una reflexión profunda y acciones inmediatas.

En primer lugar, la generación de empleo formal se ha desplomado. Al mes de agosto 2025, apenas se registraron 1,285 nuevos puestos de trabajo ante el IMSS. Esta cifra no solo es alarmante por sí misma, sino que representa un fracaso rotundo frente a la meta mínima necesaria de 11,200 empleos que requiere una economía como la de nuestro estado, dejándonos un 75% por debajo de lo que realmente demanda nuestro mercado de trabajo. La cruda realidad es que, desde la pérdida de 4,056 empleos en diciembre 2024, no hemos logrado recuperarnos, y en mayo de este año perdimos otros 2,987 puestos. La tendencia es clara y preocupante: Durango no está creando las oportunidades que sus ciudadanos necesitan.

El segundo pilar de esta crisis es la caída del crecimiento económico. El Producto Interno Bruto (PIB) de Durango ha mostrado una tendencia a la baja desde el tercer trimestre de 2024. El dato más reciente, correspondiente al primer trimestre de 2025, arroja una cifra negativa de -0.4%. Esto no es un simple bache; es la consolidación de una recesión que se viene gestando desde el año pasado, con un impacto dramático en la economía local y el poder adquisitivo de las familias.

Finalmente, la inversión extranjera directa (IED), motor fundamental para el desarrollo, simplemente no ha llegado. Un informe publicado en El Economista el pasado 02 de octubre con datos de la Secretaría de Economía, confirma que Durango no recibió un solo dólar de nuevas inversiones durante el primer semestre de 2025. Peor aún, sufrimos una desinversión de 58.6 millones de dólares. Mientras otros estados del país captan capital, Durango se queda rezagado, perdiendo competitividad y oportunidades de desarrollo.

Este desolador panorama se agrava por una gestión financiera deficiente. El gobierno de Villegas Villarreal enfrenta un sistemático déficit fiscal, mantiene al estado endeudado y necesita 1,000 millones de pesos para cerrar el año. La situación ha llegado a tal extremo que se ha anunciado un recorte masivo de personal burocrático, una medida desesperada que evidencia la sistemática violación a las normativas de disciplina financiera. La falta de fondos extraordinarios por parte de la federación no es una casualidad, sino la consecuencia de una administración que ha demostrado ser negligente, omisa y consecuente.

En conclusión, el tercer informe de gobierno y su propaganda no pudieron ocultar la dura realidad. Durango se encuentra en una encrucijada, con una economía en recesión, sin empleos y sin inversión. Es imperativo un cambio de rumbo, con estrategias claras y contundentes que reviertan esta peligrosa tendencia y devuelvan la esperanza a los duranguenses.

Leonardo Álvarez / @leon_alvarez