Con base en el más reciente reporte de INEGI, en febrero, la Tasa de Desocupación (TD) nacional fue de 3.6%. Durango registró el mismo porcentaje, para ocupar la posición 10 a nivel nacional. Nada mal si nos atenemos a las condiciones de la economía, y que, como hemos explicado en este espacio en varias oportunidades, muestra la dinámica en la generación de empleos de una ciudad. Sin embargo, no debemos dejar de lado las tasas complementarias de ocupación.
En primero lugar, la Tasa de Condiciones Críticas de Empleo (TCCO) que muestra las condiciones inadecuadas de empleo desde el punto de vista del tiempo de trabajo, los ingresos o una combinación insatisfactoria de ambos y resulta particularmente sensible en las áreas rurales del país. Incluye a las personas que se encuentran trabajando menos de 35 horas a la semana por razones ajenas a sus decisiones, más las que trabajan más de 35 horas semanales con ingresos mensuales inferiores al salario mínimo y las que laboran más de 48 horas semanales ganando hasta dos salarios mínimos. El indicador se calcula como porcentaje de la población ocupada. La tasa aumentó levemente de 14.6% a 14.7% entre enero de 2016 y el mismo mes de este año.
En segundo lugar, la Tasa de Informalidad Laboral (TIL) que muestra la proporción de la PEA que se encuentra laborando pero sin contar con ningún beneficio en seguridad social, o registro patronal o con prestaciones de cesantía o vejez. La tasa pasó de 58% a 57.5% entre enero de 2016 y el mismo mes de 2017.
@leon_alvarez