Los Chiefs de Kansas City se coronaron campeones del Súper Bowl LVII en Arizona este domingo, luego de un trepidante partido, sobre todo entre ofensivas, remontando en el último cuarto a Eagles de Filadelfia y ganando con una conversión de 3 puntos en los últimos segundos de juego.
“No hemos terminado”, dijo Mahomes, el MVP de la temporada regular y también del SB, el más influyente de toda la liga, que busca ser el mejor de su generación y por ahora lo está consiguiendo. Cuando más se lo necesitaba, el campeón en 2020 del Súper Bowl repitió y levantó por segunda vez en su carrera el trofeo Vince Lombardi y también el de la figura definitiva del juego definitivo.
“Ganamos el partido en colectivo”, añadió el mariscal de 27 años, resentido de una lesión de tobillo que no pasó a mayores. Los equipos especiales y sus receptores dijeron presente en los momentos clave. La defensiva, aunque endeble por momentos, se sostuvo sobre todo a partir del tercero y cuarto cuartos.
Jalen Hurts, el mariscal de Eagles, brilló también en los de Filadelfia, pero se quedó con las manos vacías en el primer duelo en un SB entre quarterbacks afroamericanos. El muchacho de 24 años promete volver al gran juego del futbol americano si sigue así en el futuro.
Pero no todo fue deporte. En el espectáculo del medio tiempo, Rihanna –de quien su representante confirmó que está embarazada del que sería su segundo hijo– se presentó en lo que fue su regreso a la música luego de varios años dedicados a la moda, el cine y a su primogénito.
El juego se definió en la penúltima jugada, cuando Chiefs desgastó el cronómetro para dejarle apenas ocho segundos en el reloj a su pateador Harrison Butker apenas el tiempo suficiente para convertir de tres puntos y ponerle la cereza del pastel a una remontada fantástica, que comenzó después del entretiempo de Rihanna.
El partido, que llegó a estar 24-14 merecidamente para Filadelfia, comenzó sin freno, como el resto del tiempo: en las primeras dos posesiones de Mahomes y de Hurts ambos equipos convirtieron para el 7-7 parcial.
Sin embargo, el segundo cuarto fue para Eagles a pesar de todo: se colocó con ventaja de 14-7 luego de una gran posesión y un pase largo concretado por AJ Brown. El parcial culminó 24-14 para Filadelfia, luego de un regalo de Hurts, que soltó la pelota y permitió el touchdown del defensivo Brown.
Lo importante ocurrió en el último cuarto. Chiefs remontó y se puso arriba en el marcador por primera vez en el cuarto parcial, cuando Mahomes condujo a su equipo a un nuevo touchdown en una posesión que comenzó en el tercer cuarto. Luego, en un regreso fenomenal de Kadarius Toney, que puso al equipo en primera y gol, conversión que concretó Skyy Moore luego del engaño de Mahomes.
Chiefs entonces estaba con 35-27 a falta de menos de 10 minutos de juego. Con Hurts en cancha, Eagles recuperó algo del dominio de esa primera mitad y se colocó en zona roja. Ahí, el mariscal de Filadelfia concretó no sólo el cuarto touchdown de su equipo, sino que, con una conversión de dos puntos, consiguió igualar el duelo, 35-35 con cinco minutos de juego.
Pero con Mahomes es imposible darse por vencedor. Al mando de Chiefs, avanzó en el campo sin problemas rumbo al título: tanto que, tras la pausa de los dos minutos, los de Kansas City se dedicaron a agotar el tiempo. Fue entonces que Butker definió el partido.
Con ocho segundos, Hurts tuvo una última oportunidad para salvar el juego, el llamado hail mary, el “ave maría”, una última jugada milagrosa que no llegó, con un pase corto con el que terminó el partido. Jalen, que podría haber terminado con el Súper Bowl y el trofeo de MVP en la final, se quedó con las manos vacías.
Sin Embargo
