Xóchitl, la venta imposible

«En las últimas semanas algo comenzó a hacer bien Xóchitl Gálvez, la candidata de la alianza opositora. Moderó los excesos de sus respuestas espontáneas y ocurrentes que, si bien otorgaban frescura a sus intervenciones, proyectaban ya una imagen de superficialidad. La carcajada como respuesta para toda ocasión había agotado su utilidad; su predictibilidad hacía pensar que se trataba de un subterfugio para la incapacidad de articular otra cosa; tampoco la favorecía una risa nerviosa que sonaba irresponsable cuando se trataba de temas importantes o trascendentes. Por fortuna para su causa, la candidata está haciendo la tarea de estudiar los temas, o las fichas que le preparan, y muestra en los últimos días una intención para debatir con ideas y argumentos, y no solo con chascarrillos, algo que en ocasiones podía ser ingenioso y en otras no tanto.

Otro cambio, también favorable, es haberse podido separar, al menos por unos días, de los dirigentes del PRI, el PAN y el PRD. Quizá por tratarse de una gira en el extranjero que la ha llevado por Estados Unidos y por España. Pero, sin duda, beneficia a su causa una cobertura mediática que no le recuerde al votante el vínculo con personajes tan desacreditados. Fotografiar sin ellos durante unos días ha resultado un acierto. Habrá que ver si los estrategas de su campaña, y en última instancia Claudio X González, logran mantenerlos fuera de los templetes.

Un tercer elemento a su favor fue la encuesta del diario El Financiero, publicada hace dos semanas, según la cual la ventaja de Claudia Sheinbaum sobre Xóchitl Gálvez se había reducido de 22 a 16 puntos de intención de voto. Un resultado que enardeció las esperanzas de muchos partidarios y no pocos columnistas, pues fue interpretada como la señal inequívoca de que habría comenzado, por fin, el punto de quiebre que impediría la victoria de la candidata del partido en el poder.

¿Son realistas estas esperanzas? ¿los cambios arriba señalados pueden hacer una diferencia en las quince semanas que restan para la elección? Francamente no. Primero, porque habría que asumir que los datos ofrecidos por El Financiero no coinciden con los del resto de las casas encuestadoras relativamente serias. El País publicó la suya el mismo día, elaborada por Enkoll, con resultados que apuntan en la dirección opuesta: le dan a Sheinbaum una preferencia de 2 a 1, con 27 puntos de distancia (54% contra 27%). Prácticamente inalcanzable. La encuesta de El Financiero consistió en un levantamiento telefónico, la de El País en visitas domiciliares, que por lo general se consideran más confiables. Por lo demás, la ventaja de Sheinbaum es consistente con otras encuestas inmediatamente anteriores o posteriores a la de El Financiero. La de El Economista, levantada por Mitofsky establece una diferencia bruta de 24 puntos (51% contra 27%). En la de El Heraldo, de Covarrubias, publicada una semana después de la de El Financiero, la diferencia es de 32 puntos (57% a 25%); y la de Demoscopía Digital publicada apenas este lunes, las dos rivales están separadas por 28 puntos (54% a 26%)»:
Jorge Zepeda Patterson.

Milenio