En los tres primeros años del Gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador, dos de los hombres más ricos de México, Carlos Slim Helú y Ricardo Salinas Pliego, han obtenido más de 10 mil millones de pesos en contratos que en su mayoría fueron a través de adjudicaciones directas, es decir, sin un concurso de por medio.
En contraste, Germán Larrea Mota Velasco, otro de los magnates del país, sólo ha obtenido un contrato por poco más de 19 millones de pesos, aunque también ganó una licitación para participar en la construcción de un tramo del Tren Maya.
Lo anterior de acuerdo con una revisión realizada por la Unidad de Datos de SinEmbargo de los contratos del Gobierno federal publicados en la plataforma Compranet (un sistema electrónico de información pública gubernamental en materia de contrataciones públicas) en los años 2019, 2020 y 2021.
El abismo entre los contratos y licitaciones ganados por Carlos Slim (Grupo Carso), Salinas Pliego (Grupo Salinas) y Germán Larrea (Grupo México) se muestra en los siguientes gráficos.
Los contratos otorgados por los gobiernos se dividen en licitación pública y procesos de excepción, dentro de éstos últimos se incluyen tanto la adjudicación directa como la invitación restringida o a cuando menos tres personas.
Para los especialistas, la licitación pública es el procedimiento que por regla general deben utilizar las instituciones públicas y que está establecido tanto en las Leyes de Adquisiciones como en la Ley de Obra Pública como la medida más adecuada para asegurar las condiciones al mejor precio.
Una licitación pública se trata de abrir el proceso, de publicar una convocatoria donde se establezca cuáles son los requisitos y se adjudique al proveedor que tenga la mejor calidad al menor precio, en ese sentido prioriza la competencia y permite que haya proveedores que por querer ganar ajusten sus propuestas”, dijo en entrevista Fernanda Avendaño, coordinadora anticorrupción del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
Por ello, cuando un Gobierno, ya sea federal o estatal, otorga un contrato por la vía de adjudicación directa corre el riesgo de que exista corrupción de por medio, ya que en su mayoría se asignan a proveedores que ya han sido previamente seleccionados, además de que este tipo de procedimientos manejan pocos documentos al no haber un concurso de por medio.
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