El papa Benedicto XVI se encuentra bajo asedio. Es grave la acusación contra Joseph Ratzinger de haber encubierto a cuatro sacerdotes pedófilos cuando era arzobispo en Múnich, entre 1977 y 1982. Por primera vez en la historia reciente de la Iglesia se acusa de manera contundente a un papa del peor de los oprobios, es decir el encubrimiento a sacerdotes criminales pederastas. El santo inquisidor ahora está sentado en la silla de los acusados.
El papa emérito Benedicto XVI, a sus 94 años de edad, es presuntamente responsable de varios errores, omisiones e inacción en la gestión de los casos de pederastia ocurridos en su desempeño como pastor. Así lo sustenta el informe publicado encargado por la arquidiócesis a un equipo de abogados del despacho Westpfahl Spilker Wastl (WSW), que fue presentado el jueves 20 de enero último.
Es una extensa investigación de más de mil páginas sobre los abusos de pederastia clerical cometidos entre 1945 y 2019 en la diócesis de Múnich, una de las más pujantes de Alemania. Se registran al menos 497 víctimas de abusos de 235 religiosos victimarios.
Ratzinger, anciano y enfermo, enfrenta una vez más el juicio de la historia. Es considerado una de las mentes teológicas más brillantes del siglo XX, comparable a Hans Kung; ambos fueron jóvenes asesores teológicos progresistas durante el Concilio Vaticano II. Su natal Alemania se distingue por ser particularmente crítica a los giros conservadores que fue asumiendo Joseph Ratzinger a lo largo de su vida, por su acercamiento y encumbramiento al poder eclesiástico. Primero como cardenal, después como prefecto de la Sagrada Congregación de la Fe (exsanto oficio) y posteriormente como pontífice.
Las acusaciones que se le imputan no son nuevas. Por lo menos tiene cerca de 12 años que el semanario Der Spiegel, atribuyó responsabilidades en al menos cuatro casos de curas depredadores. Durante años Joseph Ratzinger, el papa en retiro, ha rechazado acusaciones históricas de indolencia y encubrimiento cuando fue arzobispo en Múnich. Recluido en el monasterio Mater Ecclesiae del Vaticano, y con pocas energías, se ha defendido. Sin embargo, el nuevo reporte del despacho de abogados (WSW) lo incrimina con pruebas contundentes. Al grado que tuvo que rectificar, recientemente, parte de su alegato.
La Santa Sede hizo saber que todavía “no conoce el contenido” del informe, pero reiteró su vergüenza y remordimiento por los abusos sexuales contra menores en la Iglesia. Según declaró Matteo Bruni, portavoz del Vaticano. Muchos están extrañados, esperaban una defensa resuelta de Francisco en favor de su antecesor. Hasta ahora hay silencio. Sólo el cardenal Gerhard Muller, prefecto emérito de la Congregación de la Doctrina de la Fe, manifestó: “Hay personas y grupos en Alemania, y otros lugares, que quieren dañar a Benedicto. Es obvio que, si hubo errores, él no los conocía… no hizo nada malo deliberadamente”, dijo el purpurado alemán.
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