El debate que se daba desde 2017 parecía estéril: simplemente no puede repetirse otro sismo, coincidieron todos.
Los científicos sacaron fórmulas. En 2017, tras el segundo de los tres terremotos, Mogens Bladt, investigador del Departamento de Probabilidad y Estadística de la UNAM, mostró a El País —como otros sismólogos—, su cálculo: “q= 1-(1-p)^n, donde ‘n’ es el número de años transcurridos”.
“Como 32 años son 11 mil 687 días y, hasta el 19 de septiembre de 2017, en ese periodo solo cinco terremotos habían dejado al menos daños materiales en la capital mexicana, entonces la probabilidad era de 1-(1-5/11.687)^32=0,0136= 1.36 por ciento”.
Pero sucedió. Por tercera vez. Ayer, un nuevo sismo ocurrió en el centro de la República Mexicana. Y si el de 2017 coincidió en día con el de 1985, el de 2022 coincidió casi en la hora con el de 2017. ¿Por qué?
“Es que todos estamos a piense y piense en lo mismo, en que se va a repetir. ¿Ya ven? Es la energía que mandamos”, se escucha decir a una mujer en uno de los cientos de videos que circularon en redes después del sismo de ayer. Y aunque el planteamiento es poco científico, los hechos dan a pensar lo que sea. Incluyendo que quizás sea hora de que la ciencia busque respuestas donde ya había hurgado.

¿Por qué se han presentado, con el de ayer, al menos tres temblores en una misma fecha y en un periodo de tiempo similar? Es la pregunta que ronda desde ayer. Por años los geólogos han desestimado cualquier tipo de teoría que asocie el mes de septiembre con los sismos registrados en el centro del país, una región acostumbrada a estos fenómenos.
No obstante, la misma comunidad científica no se ha cerrado del todo a explorar estas coincidencias. Este lunes, Luis Quintanar Robles, investigadores del Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), reconoció que “sí se puede estudiar cuál es el posible origen de un ‘cumpleaños’ de un sismo, que ocurra el mismo día del año”.
“Por supuesto que se pueden abrir otras líneas de investigación, de hecho la ciencia es eso, un continuo buscar los orígenes de los fenómenos y es un fenómeno bastante interesante que merecer ser estudiado, pero de una manera muy formal, muy metódica y no desde el punto de vista de la especulación. Esto va abrir nuevas preguntas que van a merecer una respuesta más apropiada”, comentó el experto que trabaja con el Servicio Sismológico Nacional durante la conferencia “Los sismos de hoy y de septiembre en México”.
Quintanar Robles señaló que lo que sí es posible decir científicamente: “Los sismos se disparan generalmente cuando hay una liberación de esfuerzos producidos en una zona aledaña”. Indicó que si consideramos que el 14 de septiembre hubo un sismo de magnitud 5 en zona de Guerrero, frente a Petatlán, es posible que ese sismo liberó algunos esfuerzos que, explicó, por consecuencia, hayan facilitado el movimiento entre las placas tectónicas oceánica y norteamericana que hayan disparado este sismo, “pero en cuanto a la coincidencia del día, no tenemos ninguna opinión”.
Hasta las 20:00 horas del lunes, de acuerdo con el Servicio Sismológico Nacional, se reportaron 408 réplicas, siendo la de mayor magnitud de 5.3. El sismo, de 7.7 según la última actualización del SSN, ocurrió a las 13:05 horas el lunes, menos de una hora después del simulacro realizado cada 19 de septiembre en conmemoración y para prevenir riesgos por estos fenómenos.
En Manzanillo, Colima, falleció una persona por colapso de techo en una tienda departamental, y en Michoacán se reportó un lesionado por caída de vidrio en un hospital rural del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). En la Ciudad de México, así como en Jalisco, Estado de México, Guerrero y Morelos no se registraron lesionados ni fallecidos.
Sin Embargo




