El gobierno peruano optó finalmente por decretar el estado de emergencia en todo el país, tras constatar que las protestas y la violencia iniciadas hace ya una semana, luego de la destitución del presidente Pedro Castillo por el Congreso, no sólo continúan firmes sino que tienden a amplificarse.
Para este jueves está anunciada un masiva marcha por el centro histórico de la capital, hasta donde vienen representaciones desde diferentes puntos del país a participar.
Las exigencias principales siguen siendo la disolución del Parlamento, la renuncia de la gobernante Dina Boluarte, elecciones anticipadas inmediatas y, para algunos, la libertad y restitución de Castillo.
Desde temprano ayer se tuvo conocimiento de otras dos víctimas fatales, dos jóvenes de 18 años, ambos en distintas regiones, con lo cual totalizan al menos nueve fallecidos, mientras hay centenares de heridos, algunos de gravedad, entre civiles y policías.
Tan desbocadas se presentan las circunstancias –13 de 24 departamentos registran altos niveles de anormalidad–, que Boluarte ofreció una fecha aún más próxima para realizar elecciones, esta vez en diciembre de 2023 y no en abril de 2024, como aceptó apenas hace unos días. Ella, que juró para terminar el periodo de Castillo en julio de 2026, acepta irse en 18 meses más, pero la demanda popular es ahora.
La oferta de la gobernante, que ya envió la reforma constitucional que modifica su mandato y establece elecciones en abril de 2024, pone contra la pared al Congreso, para que la apruebe en las próximas horas, antes de que concluya la legislatura, de modo que como manda la ley pueda ser ratificada en la siguiente, a principios de 2023.
En cuanto a Castillo, quedó para este jueves la definición judicial acerca de si quedará en libertad una vez que venza su detención provisional, a la espera de que la fiscalía le formule cargos y para asegurar que no huya del país. El Ministerio Público pidió al tribunal dictar 18 meses de prisión preventiva mientras indaga la causa por delitos de sedición y levantamiento.
La Jornada




