Nosotros no trabajamos para Genaro García Luna, García Luna trabaja para nosotros, le informaron sus nuevos jefes del cártel de Sinaloa a Israel Ávila, hoy testigo protegido, quien también reveló que había visto registros contables de pagos multimillonarios de ese grupo criminal para el entonces secretario de Seguridad Pública.
Ávila, quien fue operador, contador y sicario del cártel de Sinaloa, llegó este martes a la corte federal en Brooklyn en uniforme de reo verde-gris, para declarar en el juicio al ex funcionario mexicano.
Cumple una condena de 15 años de prisión en Estados Unidos y es el tercero de varios testigos cooperantes, de quienes se espera que declaren haberse enterado de sobornos multimillonarios del cártel de Sinaloa, eje de los cargos que enfrenta García Luna en este proceso.
Bajo interrogatorio de la fiscal asistente Erin Reid, Ávila declaró que había múltiples pagos, asignados al ex funcionario, registrados en los libros de contabilidad de la fracción del cártel de Sinaloa con la que trabajaba. Agregó que la partida mayor que pudo ver fue de 5 millones de dólares, pero que también había de 3 millones, de un millón y de 1.8 millones, entre otras.
Indicó que en esos libros de contabilidad no se identificaba a García Luna por su nombre, sino por apodos como El Tartamudo y Metralleta. Informó que los pagos de sus jefes, los hermanos Pineda Villa, solían enviarse primero a Jesús El Rey Zambada, Arturo Beltrán Leyva o Édgar Valdez Villarreal La Barbie, para que ellos a su vez los entregaran a García Luna.
La Jornada




