¡Se acabó! No lo dicen solo las futbolistas, sino también la mayoría de los españoles

Pocas personas dudarán de que la selección de fútbol femenino es la gran protagonista del deporte español en 2023. Y lo es no solo por haberse convertido en campeona del Mundo de Fútbol, sino sobre todo porque las vicisitudes sufridas –antes y después de su victoria– en el seno de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), y el comportamiento de su expresidente, Luis Rubiales, desencadenaron la contestación social mayoritaria de sus deportistas y la sociedad.

El fútbol español, que había vivido durante las últimas décadas un progresivo desprestigio debido al excéntrico mercadeo de fichajes y el negocio millonario, los casos de corrupción, la supuesta compra de voluntades arbitrales, la quiebra y el posterior rescate de numerosos clubes y la presencia en sus campos de grupos de ultraderecha violentos y xenófobos, entre otras razones, tocó fondo tras el comportamiento del expresidente de la RFEF en la final de la Copa del Mundo el pasado 20 de agosto y el aplaudido apoyo de sus representantes en la Asamblea General días después.

Aunque tras aquel fatídico episodio la propia Federación de Fútbol activó distintas estrategias descalificando y deslegitimando la reacción de la delantera Jenni Hermoso y del resto del equipo, contando con la connivencia y colaboración de medios externos que se sumaron a la crítica hacia la deportista, lo cierto es que la sociedad española se ha manifestado de forma tajante en su postura ante este asunto, según el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS).

Tal como publicó el CIS en su avance de resultados del último barómetro, realizado entre una muestra de 4 031 personas, 8 de cada 10 españoles están muy o bastantes satisfechos con la victoria de la selección y casi 9 de cada 10 (el 85 %) comparten la necesidad de mejorar las condiciones laborales y los recursos deportivos (instalaciones, equipo técnico, etc.) de las mujeres futbolistas.

Esta posición es mantenida por la población en general, aunque con ligeras diferencias entre hombres y mujeres. Si bien en ambos sexos se coincide en valorar de forma muy y bastante satisfactoria la actuación del equipo (77 % y 80 %, respectivamente) y también se expresan de forma mayoritaria en la necesidad de mejorar las referidas condiciones laborales y recursos deportivos de las mujeres futbolistas, la posición en este último caso es mucho más unánime entre mujeres que entre hombres (91 % y 79 %, respectivamente).

Llama la atención que el mayor apoyo social al fútbol femenino se encuentra entre las cohortes generacionales maduras y más envejecidas, constatando mayor unanimidad a medida que se superan los 55 años. Hay casi 10 puntos de diferencia entre quienes tienen 75 o más años con respecto a quienes tienen menos de 24 años (93 % y 84 %, respectivamente).

Asimismo, se constata una desigual valoración según la ubicación en la escala ideológica de las personas ante estos asuntos. Las personas que muestran un mayor apoyo social a las reivindicaciones de las futbolistas se sitúan en una posición ideológica más hacia la izquierda (el 65 % de quienes se posicionan en la extrema izquierda) y, viceversa, es menor entre quienes se sitúan en la escala ideológica más a la derecha (el 43 % de quienes se ubican en la extrema derecha).

En esta línea, desde el punto de vista de recuerdo de voto, los votantes en las pasadas elecciones del pasado 23 de julio que mayor apoyo expresan hacia las reivindicaciones de estas futbolistas son los de Junts (99 %), SUMAR (96 %), PSOE (94 %), EH Bildu (92 %), BNG y PACMA (90 %). En el lado opuesto se sitúan los votantes de VOX (56 %) y PP (79 %), si bien el apoyo sigue siendo mayoritario también entre estos últimos.

El Economista