Los grandes hackeos o robos cibernéticos de información –como el que se asegura fue cometido por un grupo de piratas informáticos hasta ahora desconocido contra la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena)– toman poco más de un año de trabajo de los ciberdelincuentes, pero comienzan a dejar huella en los sistemas de gobiernos y empresas 12 meses antes de concretarse, afirmaron expertos en ciberseguridad consultados por La Jornada.

Explicaron que si bien el robo de información en grandes cantidades toma unos minutos, su planificación se realiza en grupos desde meses atrás, y los ciberdelincuentes van lanzando buscapiés, principalmente con correos, a lo largo de este tiempo para comenzar a vulnerar los servidores de sus blancos.
Hay mecanismos para robar información en cuestión de minutos, pero el caso que se ha mencionado de la Sedena, en particular, lleva tiempo; tomó meses, no fue algo que se hiciera en cinco minutos. Estimamos que llevó aproximadamente 16 meses de trabajo en los que se armó y se identificó cómo robar la información. Se buscaron contratos, estados financieros, etcétera, señaló Lorena Bravo, directora de tecnología y transformación digital de Oracle en México.
La Jornada




