El burnout es oficialmente una enfermedad de trabajo reconocida por la OMS

Sentir un bloqueo mental constante, ganas de rendirse —quizá hacerlo—, preferir hacer otra actividad, frustración, cansancio físico y emocional. A muchas personas les resuenan estas palabras en el cuerpo y tal vez en alguna parte intangible de su ser, y esos síntomas tienen un nombre: Síndrome de desgaste ocupacional, o simplemente burnout, una palabra inglesa que refiere a quemarse, consumirse, reducirse. Desde 2022 es ya un padencimiento laboral reconocido por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Este año finalmente entró en vigor la nueva Clasificación Internacional de Efermedades (CIE-11) de la OMS, en la que se incluye al burnout, por lo que todos los países, entre ellos México, deberán considerarlo como un padecimiento laboral. En la actualización de 2019, el organismo lo introdujo en su listado de Problemas asociados con el empleo o el desempleo y es ahora, en una pandemia que encendió la llama para muchas personas, cuando oportunamente es reconocido.

México era uno de los países con más fatiga por estrés laboral desde antes de la covid-19, pues al menos 75% de las personas trabajadoras sufría esta condición, según el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Superaba los nivenes de China (73%) o Estados Unidos (59%).

En este otro escenario pandémico, el personal de salud es uno de los sectores más afectados. En 2016, entre el 25 y 33% de quienes trabajaban en terapia intensiva a nivel global padecía burnout: con la pademia, el 51% reportó agotamiento severo, de acuerdo con la revista británica de mediciana The Lancet. En Estados Unidos, el 13% de las médicas y los médicos han tenido pensamientos suicidas, según el “Informe nacional sobre agotamiento y suicidio de médicos 2021”, elaborado por el sitio de información y formación médica Medscape.

Según la OMS, el Síndrome de desgaste ocupacional es “resultado del estrés crónico en el lugar de trabajo que no se ha manejado con éxito” y aclara que “se refiere específicamente a los fenómenos en el contexto laboral y no debe aplicarse para describir experiencias en otras áreas de la vida”.

El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) señala que se trata del “agotamiento prolongado de la energía y se caracteriza por la experiencia de cansancio emocional, sentimientos de baja realización personal e insuficiencia, así como despersonalización”.

El Economista