El Estado mexicano debería juzgar y encarcelar también a las esposas e hijas de los líderes de los cárteles del narcotráfico que son clave para mantener el legado de impunidad y violencia de los grupos criminales, dijo la periodista de investigación Anabel Hernández.
“La organización criminal permanece y después son los hijos los sucesores de estos capos, ¿ quién educa a estos hijos?, ¿ quién alimenta ese sistema criminal? Son las mujeres (…), el entorno familiar. Estas mujeres juegan un papel mucho más complejo y fundamental”, explicó.
Señaló que Emma Coronel, esposa de Joaquín “el Chapo” Guzmán, es la primera en ser encarcelada y juzgada en Estados Unidos porque ese país entendió el papel que juega en la organización.
Además, dijo que hay señales de que el Gobierno de México podría hacer lo mismo tras la detención de Rosalinda González, esposa del Nemesio Oseguera Cervantes, alias “el Mencho”, líder del poderoso Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
“Estamos ante un momento de que, o el Gobierno solo va a perseguir a un cártel y por eso da un golpe en el corazón, que es la esposa, o también va a ir contra los demás, es algo interesante y que podría cambiar la dinámica del combate al narcotráfico si se comenzara a hacer eso”, indicó.
Hernández, periodista amenazada por algunos cárteles, está en la Feria Internacional del libro (FIL) de Guadalajara donde presentó su libro “Emma y las otras señoras del narco” (2021) en el que aborda el papel que las mujeres juegan en la dinámica de corrupción y la logística de las organizaciones criminales.
Lejos de ser las muñecas de la mafia con dinero y vidas perfectas como los medios y la televisión han querido dibujarlas, las mujeres ligadas al narco tienen un papel de apoyo a las parejas, de “cohesión de la familia” y del grupo criminal, pero también viven como “esclavas”, aseguró la periodista.
El Financiero




