El legado del lingüista Knórosov es invaluable; nos reveló el fascinante mundo maya: biógrafa

El legado del lingüista ruso Yuri Knórosov (1922-1999), quien hace 70 años abrió al mundo el conocimiento de toda una civilización al descifrar el antiguo sistema de escritura maya, es un enorme y fascinante lago de agua cristalina que de inmediato atrae a quienes se acercan para conocerlo, dice su biógrafa Galina Ershova.

Este 2022 se celebra el centenario del natalicio del investigador que realizó un trabajo invaluable y único al revelar lo que habían creado otros seres humanos, para que ahora todos, mexicanos, guatemaltecos, rusos, podamos acceder a ese patrimonio, reitera la autora del libro El último genio del siglo XX: Yuri Knórosov, editado por Akal.

En entrevista con La Jornada, la directora del Centro de Estudios Mayas que lleva el nombre de su mentor (Cemyk), detalla que en el país natal del investigador y en Guatemala, durante todo el año se desarrollarán actividades para festejar que el 19 de noviembre de 1922 nació el epigrafista.

En México teníamos planes para hacer algo, pero debido a la pandemia de covid-19 el Cemyk de Mérida, Yucatán, tuvo problemas de financiamiento por algunos acuerdos que no se cumplieron. Estamos un poco preocupados por eso. Si se arregla todo, vamos a organizar exposiciones y conferencias. Por lo menos en la embajada rusa, en la Ciudad de México, tendremos algo; lo demás depende del interés de los mexicanos, explica Ershova.

La historiadora narra que la antigua civilización maya había permanecido callada cientos de años, “hasta que en 1952, un joven lingüista ruso descifró los textos para abrir al mundo no sólo esa cultura, sino toda la historia antigua del continente americano.

A partir de Knórosov se revelaron muchos datos sobre la ciencia maya, que no aparecen en ninguna otra fuente, pues los españoles describieron sólo los datos que existían del periodo posclásico de Yucatán. El clásico quedó perdido porque la escritura de la parte central de la región maya se perdió en el siglo X; entonces, cuando se habla de la religión, se refieren a la que existía durante la llegada de los conquistadores.

Ershova puntualiza que es importante hablar de científicos mayas, pues cuando se menciona la mitología, “la palabra mito no quiere decir absolutamente nada; mito quiere decir que es un antiguo texto del que no entendemos de qué trata porque hemos perdido todo un sistema de imágenes, de relaciones y alusiones.

“En los textos mayas nadie se dedicó a contar cuentos sólo por contarlos. Lo que se relataba, se escribía, se memorizaba y se transmitía a otras generaciones; eran conocimientos. Por eso es fascinante saber cómo los mayas percibían el mundo, como lo describían. Ellos ya sabían mucho más de lo que sabe una persona común y corriente actual de temas como astronomía, por ejemplo.

La Jornada