El Mundial de las protestas: «Nada va a cambiar»

La Copa del Mundo Qatar 2022 no sólo ha sido foco de atención cuando el balón está en movimiento, el país sede también acapara los reflectores por la violación de los derechos humanos de los trabajadores migrantes, de las mujeres y de la comunidad LGBTTIQ+, situación que ha motivado protestas dentro y fuera de la cancha. Selecciones de futbol, sus federaciones y gran parte de la afición han mostrado su inconformidad en un escenario con severas restricciones.

Sin embargo, para Carla Pascual Martínez, especialista en Medio Oriente, y para Moisés Garduño García, doctor en estudios árabes e islámicos, las manifestaciones realizadas en el contexto del Mundial sólo son “acciones solidarias y simbólicas que pierden validez” porque los protagonistas tuvieron el verdadero poder de hacer más antes del comienzo del torneo, como “no asistir”.

Garduño García considera que sobre lo que ocurre en Medio Oriente debe tenerse cuidado en “envalentonar” una narrativa desde Occidente, porque si bien es cierto que desafortunadamente hay graves problemas en Qatar, relacionados con la violación de los derechos humanos, “esto no es exclusivo de ese país”.

Aprecia correcto que se denuncie lo que sucede en Qatar, pero también es necesario, dice, hablar sobre aquellos hechos en Occidente. “Pareciera que existe una dinámica de justicia selectiva, un ego de naciones, porque se critica a Qatar y al mundo árabe islámico, pero se guarda silencio acerca de las atrocidades que hubo en Occidente a lo largo de la historia del siglo XX. Esto es una disputa por el relato dominante; no obstante, nadie tiene la moral suficiente para condenar al otro”, reflexiona en entrevista.

Proceso