Esta cervecera se va de Mexicali, pero pelea por el agua

En enero de 2017, cuando vieron llegar camiones con tubos, material de construcción y maquinaria pesada cerca del ejido Villahermosa, los agricultores de Mexicali, Baja California, bloquearon la carretera.

Protestaban porque en esa tierra seca, con lluvias muy inusuales y temperaturas que rozan los 50 grados centígrados en verano, se construiría un acueducto con recursos públicos para una planta que produciría cerveza con destino exclusivo al mercado estadunidense. Para ellos, la empresa Constellation Brands les quitaría la poca agua que riega sus cultivos.

Su temor estaba bien fundado: la fábrica en cuestión implicaba el consumo anual de 20 millones de metros cúbicos de agua. En su opinión, eso no era buena noticia, aunque anunciara la inversión de 1,500 millones de dólares y prometiera la creación de 750 empleos directos en una ciudad de cerca de un millón de habitantes.

Entre los manifestantes estaba Rubén Pérez Rojas. El acueducto de casi 47 kilómetros empezaría en su parcela hasta llegar al ejido Choropo. Temía que le expropiaran ese terreno de 20 hectáreas donde había sembrado trigo.

Meses más tarde se unirían a las protestas más activistas y productores, entre ellos Luis Rosales Ramírez, agricultor del ejido Michoacán, cuya parcela también padece los estragos de la sequía. En su última cosecha de trigo, a mediados de 2022, según contó, perdió 26 de las 120 toneladas que le garantizarían el sustento de su familia y la nueva siembra. La causa: el agua de riego le llegó a destiempo.

Fue tanto el inconformismo que, ante la petición de los pobladores de Mexicali, la administración de Andrés Manuel López Obrador se involucró en el conflicto. Como solución, organizó una consulta popular el 22 de marzo de 2020, en la que los ciudadanos rechazaron a la cervecera con el 76.1 por ciento de los votos. La obra ya tenía 65 por ciento de avance. Y aunque el resultado no era vinculante, el gobierno federal anunció un plan de “salida ordenada” de la multinacional y la mudanza de su planta a Veracruz, en un término de 24 meses, porque allá “hay mayor disponibilidad de agua”.

Hoy, cuando faltan tres meses para que se venza el plazo, Constellation Brands se aferra legalmente a mantener los dos títulos de concesión de agua que quedaron a nombre de su filial BC Tenedora Inmobiliaria S. DE R.L. DE C.V desde 2019. Para ello se amparó contra una resolución de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), en la que se ordenó que debía retirarlos.

Esta investigación publicada por Vanguardia, Aristegui Noticias, Proceso, Punto Norte Info y CONNECTAS revela que Constellation Brands, a través de su filial, pretende mantener los títulos de concesión: uno para «explotar, usar o aprovechar cauces, vasos, zona federal o bienes nacionales» y otro para descargar aguas residuales. También detalla cómo los procedimientos para la consecución de tales títulos han sido cuestionados y recoge posibles irregularidades como que la empresa comenzó a preparar el terreno para construir su planta en 2016, cuando aún carecía de la licencia de uso del suelo.

Proceso