La Cámara de Diputados aprobó la iniciativa para reformar la Ley Minera (1992) para que, de aprobarse por el Senado, sólo un organismo público descentralizado pueda explorar, explotar y aprovechar el litio, un mineral estratégico en la transición energética y altamente demandado por la industria tecnológica con el que México, de acuerdo con la Secretaría de Energía, fabricará celdas de baterías para almacenamiento de energía solar o eólica y para vehículos eléctricos.
Aunque colectivos como Cambiemos la Ley Minera Ya y la Red Mexicana de Afectadxs por la Minería plantean que contar con una paraestatal para su extracción no garantiza —al no reformar al artículo 6 y 19— que el Estado respete el derecho al medio ambiente sano, al territorio y a la salud de las comunidades directamente afectadas, como se ha visto con las plataformas de Petróleos Mexicanos (Pemex) o las termoeléctricas de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
“No saben la importancia del litio y de la ambición que despierta en las grandes potencias, porque es un mineral estratégico para el desarrollo futuro, ahí sí para desplazar al petróleo, no se va a poder modernizar la industria sin litio”, dijo ayer el Presidente Andrés Manuel López Obrador sobre los legisladores que votaron en contra de la Reforma Eléctrica que también contemplaba nacionalizarlo, por lo que presentó como alternativa esta iniciativa de reforma a los artículos 1, 5, 9 y 10 de la Ley Minera salinista.
Hasta ahora empresas de Canadá, Reino Unido, China, Italia, Australia y una de México se encuentran explorando en San Luis Potosí, Zacatecas, Sonora y Baja California, de acuerdo con la Secretaría de Economía.
De los 16 proyectos privados registrados, 15 están en exploración y sólo está en desarrollo el proyecto “Sonora Lithium” en Hermosillo, Sonora, de la china Ganfeng Lithium (antes consorcio Bacanora y Ganfeng), con reservas probables de 243.8 millones de toneladas.
La mayor productora de baterías de litio del mundo que abastece a Tesla, del magnate Elon Musk, también tiene otros tres proyectos apenas en exploración en Puerto Peñasco, donde la Comisión Federal de Electricidad construye uno de los paneles solares más grandes de América Latina. El único proyecto con capital nacional —aún en exploración— es el del consorcio de la australiana Zenith Minerals y la firma Alejo Monsiváis en Pánfilo, Zacatecas.
Sin embargo, la reforma minera pide reconocer al litio como patrimonio de la nación y niega más concesiones a privados nacionales y extranjeros: “La exploración, explotación y aprovechamiento del litio —dice el dictamen—estarán exclusivamente a cargo del Estado, por conducto del organismo público descentralizado creado para ello, por lo que no estará sujeto a otorgamiento de concesiones a favor de particulares, al igual que otros minerales estratégicos para la transición energética”, como el cobalto, zinc, tierras raras, grafito, bario o boro.
El especialista en pobreza energética Rigoberto García Ochoa del Colegio de la Frontera Norte (Colef) estimó que el Estado deberá pagar una indemnización a la china Ganfeng, al ser la única firma que está en desarrollo.
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